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Valdés pide reglas claras y promete apoyo selectivo a las reformas que impulse Milei

  • Valdés asistió a la jura de diputados y anticipó negociaciones con Milei.
  • Pidió modernizar leyes y evitar que el Congreso funcione como “una despensa”.
  • No adelantó su postura sobre la reforma laboral y espera ver el proyecto concreto.
  • Sostuvo que el país debe mejorar su competitividad y su capacidad de exportar trabajo.
  • Reclamó que Nación salde deudas con las provincias en un contexto de fuerte ajuste.
  • Afirmó que Corrientes apoyará algunas reformas por convicción y necesidades propias.

El gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, asistió a la jura de los 127 diputados nacionales que asumirán el 10 de diciembre y aprovechó la ocasión para trazar el mapa político que imagina para los próximos meses. Con una nueva composición del Congreso y un oficialismo que buscará avanzar con un paquete de reformas de amplio alcance, el mandatario provincial anticipó que deberá abrir un canal de negociación con Javier Milei y con los referentes más influyentes de La Libertad Avanza para resguardar los intereses de su provincia y, al mismo tiempo, contribuir a la gobernabilidad.

Valdés expresó que la expectativa por el nuevo Congreso es alta y que el desafío será convertir ese clima de renovación política en resultados concretos. En ese sentido, sostuvo que el país necesita “agilizar normas burocráticas” y modernizar leyes que llevan décadas sin actualizarse. Aun así, fue cuidadoso en remarcar que la tarea legislativa no puede convertirse en una lógica de intercambio inmediato entre gobernadores y Nación. Para él, el Congreso no debe funcionar como “una despensa” donde cada voto se negocia a cambio de un beneficio puntual.

La frase sintetiza la postura que el correntino busca instalar: apoyo a los proyectos que considere razonables, distancia respecto de cualquier lógica transaccional y prudencia frente a reformas cuya letra chica todavía no se conoce. La próxima pulseada legislativa estará centrada en la reforma laboral, una de las iniciativas que Milei considera centrales para su programa económico. Valdés evitó confirmar si la respaldará: aseguró que aún no vio un proyecto definitivo y que no tiene intención de posicionarse sobre hipótesis. “Es muy difícil discutir sobre supuestos”, insistió.

La cautela no impidió que el gobernador marcara su perspectiva sobre el tema. Desde su mirada, la Argentina necesita repensar su competitividad y generar condiciones para vender trabajo e industria al mundo. Con ese diagnóstico, dejó entrever que no rechaza de plano los cambios que el Gobierno pueda proponer, aunque exigió conocer la propuesta concreta para evaluar alcance, impacto y viabilidad política.

El vínculo fiscal entre Nación y provincias es otro de los frentes que Valdés sigue de cerca. En un contexto de fuerte restricción presupuestaria, Corrientes —como gran parte de las jurisdicciones— reclama que se actualice la deuda que el Estado nacional mantiene con la provincia. Se trata de un reclamo que varios mandatarios buscan plantear ante el ministro del Interior, Diego Santilli, y que, según el correntino, se volvió urgente. “Son fundamentales percibirlas en estos momentos”, subrayó, aludiendo al estrecho margen financiero con el que trabajan las administraciones provinciales.

Pese a esas tensiones, Valdés adelantó que sus representantes en el Congreso acompañarán una parte de las reformas que Milei enviará al Parlamento. Dijo que lo harán por convicción y porque algunas iniciativas pueden contribuir al desarrollo económico de la provincia. Generar empleo, ampliar la actividad productiva y sostener inversiones privadas son, según él, necesidades que atraviesan a Corrientes y que requieren un marco normativo más moderno.

El gobernador busca mantener una posición de equilibrio: no confrontar abiertamente con el Gobierno nacional, no comprometer un respaldo automático y, al mismo tiempo, garantizar que Corrientes pueda beneficiarse de las reformas que el oficialismo logre convertir en ley. En un escenario político más fragmentado y con negociaciones que serán decisivas para el rumbo del país, Valdés aparece como uno de los dirigentes provinciales que apuesta al diálogo, pero sin resignar autonomía. Su desafío será navegar esas tensiones mientras el Congreso se prepara para una agenda legislativa cuyo impacto será determinante para la gobernabilidad del próximo año.