Milei termina con el "curro" de SADAIC
Un reciente decreto nacional que exime del pago por el uso de música en fiestas privadas y hoteles ha generado controversia en el sector de eventos, enfrentando a los dueños de salones con la Sociedad Argentina de Autores y Compositores (SADAIC).
Andrés Gavilán, propietario de un salón en Santa Fe, explicó en diálogo con Sol Play que, aunque la ley estipula que el propietario debe abonar la tarifa de SADAIC, calculada según el costo de la tarjeta, este gasto se acaba trasladando al cliente. “La ley dice que lo tiene que pagar el dueño del salón. ¿Qué hacés? Ese costo se lo trasladás al cliente”, afirmó.
Gavilán señaló que el decreto ha complicado más que resuelto la situación. “Muchos dicen ‘no lo paguen’, pero no son dueños de salones. Nos ponen en el medio”, agregó.
Mientras SADAIC insiste en la obligatoriedad del pago y envía cartas documento, los clientes, motivados por la nueva normativa, se niegan a cubrir este costo. “Se genera un conflicto donde el dueño del salón está en el medio”, lamentó Gavilán.
La incertidumbre afecta especialmente a eventos contratados con antelación. La tarifa actual de SADAIC para un cumpleaños de 15 ronda los 97 mil pesos, pero los propietarios de salones no pueden prever cuánto deberán pagar en un año, lo que complica su inclusión en los precios iniciales.
Gavilán criticó la falta de claridad del gobierno. “No dicen ‘se paga o no se paga’. Estamos entre la espada y la pared: el cliente no quiere pagar y SADAIC nos envía cartas documento”, sostuvo.
Para protegerse legalmente, el empresario ha adoptado una medida: “Les digo a los clientes que SADAIC hay que pagarlo. Si no quieren, no los voy a obligar, pero les hago firmar un contrato”. Así, si SADAIC inicia un reclamo legal, el costo recaerá sobre el cliente que se negó a abonar la tarifa.
Gavilán advirtió que, ante la falta de una postura clara del Estado, los dueños de salones son los más perjudicados: “Uno termina siendo el malo de la película. Entre SADAIC y el Gobierno nos ponen en una guerra. No sabemos qué hacer”.