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La carne en su punto más alto en quince años: precios récord, oferta ajustada y consumo sostenido por la caída exportadora

  • El precio de la hacienda alcanzó en noviembre su nivel relativo más alto en quince años frente al IPIM.
  • El kilo vivo subió 12,8% mensual y acumuló un alza de más de 50% desde julio.
  • La faena cayó 9,2% interanual y se ubicó entre las más bajas para un noviembre histórico.
  • La elevada faena de hembras anticipa una oferta limitada en el mediano plazo.
  • El consumo interno repuntó, pero impulsado por la caída de las exportaciones y no por mayores ingresos.
  • Las exportaciones de carne vacuna se contrajeron, liberando volumen para el mercado interno.

La carne vacuna volvió a ocupar un lugar central en la mesa y en la agenda económica de los argentinos durante noviembre, pero no por buenas razones. Según un informe sectorial, el precio de la hacienda alcanzó su nivel relativo más alto de los últimos quince años cuando se lo mide contra el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM), una señal contundente del encarecimiento estructural que atraviesa la cadena cárnica. El impacto se sintió de lleno en los mostradores, en un contexto donde el consumo interno muestra una leve recuperación, aunque explicada más por factores de oferta que por una mejora del poder adquisitivo.

El diagnóstico surge del Informe Económico Mensual Nº 298 elaborado por la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA). Allí se detalla que en noviembre el precio promedio del kilo vivo en el mercado de Cañuelas trepó 12,8% respecto del mes anterior y se ubicó en $3.334,5, el mayor aumento mensual registrado en casi dos años. Desde julio, cuando comenzó a sentirse con mayor fuerza el componente estacional, el valor acumuló una suba de 51,6% en apenas cinco meses, mientras que la variación interanual alcanzó el 78,1% en términos nominales.

Para la entidad, el salto de precios no responde a un fenómeno coyuntural sino a una combinación de factores que vienen condicionando la oferta desde hace tiempo. Entre ellos se destacan la menor disponibilidad de hacienda, la caída en la zafra de terneros tras varios ciclos de condiciones climáticas adversas y una demanda que se mantiene firme, en especial en el segmento de novillos. Ese desbalance entre oferta y demanda presiona al alza los valores y reduce el margen de maniobra para una corrección rápida.

El ajuste también se refleja en la actividad de la industria frigorífica. Durante noviembre se faenaron 1,047 millones de cabezas, lo que implicó una caída interanual del 9,2% y marcó la novena baja en los últimos once meses. En términos históricos, se trató de uno de los registros más bajos para un mes de noviembre en las últimas décadas, una señal de enfriamiento productivo que anticipa tensiones persistentes en el abastecimiento.

Un dato que genera especial preocupación es el elevado nivel de faena de hembras, que se ubicó cerca del 48% del total. Ese porcentaje supera con holgura el umbral considerado sostenible para preservar el stock bovino en el largo plazo. Desde CICCRA advierten que este comportamiento confirma que la oferta seguirá siendo limitada en los próximos meses, aun cuando la demanda no muestre un crecimiento significativo.

En este contexto de precios en alza y producción restringida, el consumo interno de carne vacuna mostró una recuperación moderada a lo largo de 2025. En los primeros once meses del año, el consumo aparente creció 3,4% interanual y el consumo per cápita alcanzó los 48,3 kilos por habitante por año, un incremento de 2,3% respecto de 2024. En términos absolutos, el consumo total se estimó en 2,101 millones de toneladas res con hueso.

No obstante, el informe es claro al señalar que esta mejora no está vinculada a una recuperación del ingreso real de los hogares. Por el contrario, el principal factor que explica el mayor volumen disponible en el mercado interno es la caída de las exportaciones, que se contrajeron cerca de 10% interanual y liberaron oferta que, en otros escenarios, habría tenido destino externo.

En octubre, las exportaciones de carne vacuna alcanzaron 54,9 mil toneladas peso producto, excluyendo huesos con carne. La caída mensual del 7,1% estuvo explicada en gran medida por el derrumbe estacional de los envíos a Israel, que retrocedieron más de 70%. En la comparación interanual, las exportaciones totales disminuyeron 2,4%, con menores ventas a China y otros destinos tradicionales, parcialmente compensadas por mayores envíos a Países Bajos y Estados Unidos.

El panorama que describe CICCRA combina precios históricamente altos, restricciones estructurales de oferta y un consumo que resiste más por la retracción exportadora que por una mejora genuina de la economía doméstica. Un equilibrio frágil que mantiene a la carne como termómetro sensible de la economía real.