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La confianza en el Gobierno cierra el año estable y por encima de gestiones anteriores

  • El Índice de Confianza en el Gobierno cerró diciembre en 2,46 puntos, con estabilidad mensual.
  • El nivel actual supera al de las gestiones de Macri y Fernández en igual período.
  • Las caídas del año coincidieron con investigaciones judiciales; el repunte, con el triunfo electoral.
  • Capacidad y Honestidad son los atributos mejor valorados; Interés General, el más bajo.
  • Persisten brechas por género, edad, territorio y nivel educativo.
  • La inseguridad y las expectativas económicas son los factores que más influyen en la confianza.

Al cierre de 2025, la confianza promedio en el Gobierno nacional muestra una estabilidad relativa y se mantiene por encima de los niveles registrados por administraciones anteriores en igual tramo de sus mandatos. Así lo refleja el último informe del Índice de Confianza en el Gobierno (ICG), elaborado por la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella, que desde 2001 mide de manera mensual la percepción ciudadana sobre el desempeño del Poder Ejecutivo.

El ICG de diciembre se ubicó en 2,46 puntos sobre una escala de 0 a 5, con una variación prácticamente neutra respecto de noviembre, mes en el que se había producido un repunte significativo. La caída mensual fue marginal, del 0,1%, y consolidó un escenario de meseta tras el impulso posterior a las elecciones legislativas de octubre. En términos interanuales, el índice retrocedió 7,2%, aunque se mantiene 4,3% por encima del nivel de diciembre de 2017 y supera ampliamente —en un 73,2%— el registrado en diciembre de 2021.

Durante el año, la confianza en la gestión de Javier Milei se movió dentro de un rango acotado. El punto más alto se observó en enero, con 2,61, mientras que el piso se alcanzó en septiembre, cuando el indicador descendió a 1,94. El cierre de diciembre quedó relativamente cerca del máximo anual y sensiblemente por encima del mínimo, lo que sugiere una capacidad de recuperación tras momentos de desgaste político.

Desde la UTDT señalan que las caídas más pronunciadas del índice coincidieron con el inicio de investigaciones que complicaron al Gobierno, como los casos Libra y ANDIS, mientras que la recuperación se explicó en buena medida por el resultado electoral de octubre. Ese vaivén expone la sensibilidad del indicador frente a los episodios judiciales y al clima político general.

El ICG se compone de cinco subíndices que permiten desagregar la percepción social. En diciembre, Capacidad (2,89) y Honestidad (2,79) registraron leves descensos, mientras que Eficiencia se mantuvo estable en 2,32. En contraste, Gobierno (2,28) e Interés General (2,04) mostraron pequeños incrementos. La jerarquía interna se mantiene: Capacidad y Honestidad siguen siendo los atributos mejor evaluados, en tanto que Interés General continúa como el más rezagado.

El informe también revela diferencias persistentes según género, edad, territorio y nivel educativo. Entre los hombres, el índice alcanza 2,66, aunque con una leve baja mensual, mientras que entre las mujeres sube a 2,28, reduciendo la brecha de confianza. Por edad, los jóvenes de 18 a 29 años encabezan el ranking con 2,92, en tanto que el segmento de 30 a 49 años continúa siendo el más crítico, pese a una recuperación en diciembre. Los mayores de 50 años se ubican en un punto intermedio.

En términos geográficos, el interior del país conserva los niveles más altos de confianza, seguido por la Ciudad de Buenos Aires, que mostró un repunte significativo. El Gran Buenos Aires, en cambio, exhibe el valor más bajo, con una tendencia descendente. La variable educativa confirma una relación directa: a mayor nivel de instrucción, mayor confianza en el Gobierno.

Dos factores aparecen como determinantes en la percepción ciudadana. Por un lado, la inseguridad: quienes no fueron víctimas de delitos en el último año muestran niveles de confianza considerablemente más altos que quienes sí lo fueron. Por otro, las expectativas económicas: el optimismo sobre el futuro de la economía eleva el índice a valores muy superiores, mientras que el pesimismo lo derrumba a mínimos.

En promedio, el ICG del actual gobierno se ubica en 2,44 puntos, superando a las gestiones de Mauricio Macri y Alberto Fernández. El dato sugiere un año sin grandes sobresaltos, pero con señales de alerta claras: la confianza se mantiene estable, aunque atravesada por grietas vinculadas a la seguridad y a la percepción económica.