El Gobierno evalúa extender las sesiones extraordinarias para acelerar la reforma laboral
- El Gobierno analiza extender las sesiones extraordinarias hasta febrero.
- La reforma laboral es la principal prioridad del oficialismo.
- También busca avanzar con cambios en la Ley de Glaciares.
- Patricia Bullrich liderará la estrategia parlamentaria de La Libertad Avanza.
- El oficialismo descarta tratar la reforma del Código Penal en extraordinarias.
- Tras el verano, la Casa Rosada retomará su agenda legislativa con foco gradual.
Con la sanción del Presupuesto 2026 como hito legislativo de cierre de año, el gobierno de Javier Milei comenzó a analizar la posibilidad de extender las sesiones extraordinarias del Congreso y convocarlas para el lunes 2 de febrero. La alternativa, que todavía no fue definida formalmente, es debatida en la mesa chica del Presidente como parte de una estrategia destinada a acelerar el tratamiento de los proyectos que quedaron pendientes en el temario enviado a principios de diciembre.
La prioridad central de la Casa Rosada sigue siendo la reforma laboral, una iniciativa que el propio Milei considera clave para su programa económico y que define como un eje de “modernización” del mercado de trabajo. El oficialismo decidió postergar su discusión durante las últimas semanas para asegurarse los votos necesarios y evitar un traspié parlamentario. En ese marco, también busca avanzar con la modificación de la Ley de Glaciares, un reclamo sostenido por varios gobernadores y otro de los puntos sensibles del paquete legislativo.
La definición sobre una eventual prórroga de las extraordinarias obligó a la conducción política del oficialismo, encabezada por la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, a estudiar distintas alternativas de calendario. Si bien el 2 de febrero aparece como la fecha con mayor consenso interno, no es la única opción sobre la mesa. Algunas voces analizan anticipar el llamado formal a sesiones para el lunes 19 de enero, con el objetivo de organizar la actividad y comenzar a trabajar en comisiones desde principios de febrero.
La discusión incluye, además, la necesidad de coordinar asistencias y voluntades en un Congreso que sigue mostrando resistencia a varios de los proyectos impulsados por el Ejecutivo. En ese sentido, fuentes legislativas reconocen que se evalúa replicar un esquema similar al aplicado en el inicio de las extraordinarias actuales, cuando la convocatoria formal se realizó el 10 de diciembre pero la actividad efectiva comenzó recién la semana siguiente.
A comienzos de febrero, la responsabilidad de ordenar el frente parlamentario recaerá en la flamante jefa del bloque de La Libertad Avanza, Patricia Bullrich. Tras cerrar el año con la aprobación del Presupuesto 2026 y la Ley de Inocencia Fiscal, el oficialismo busca repetir una dinámica que le permita sumar nuevos triunfos legislativos. La tarea no será sencilla y requerirá de un intenso trabajo de negociación política.
En ese esquema, el jefe de Gabinete, Manuel Adorni, coordinará el equipo encargado de tender puentes con otros bloques, integrado por el ministro del Interior, Diego Santilli; los referentes legislativos Eduardo “Lule” Menem y Martín Menem; y el secretario de Asuntos Estratégicos, Ignacio Devitt. El objetivo es claro: reunir los respaldos necesarios para cumplir con las prioridades del Presidente en un escenario parlamentario fragmentado.
La urgencia por acelerar los tiempos responde, según admiten en el oficialismo, a la decisión de no dilatar más el debate de la reforma laboral. “Hay que tratar la reforma laboral, antes o después del 2 de febrero, pero hay que tratarla”, reconocen desde la mesa política que define la estrategia legislativa. Esa presión contrasta con las resistencias que aún persisten en sectores de la oposición, tanto sobre los cambios al régimen laboral como sobre otros proyectos ya dictaminados, como el de estabilidad monetaria.
Durante las actuales sesiones extraordinarias, que comenzaron el 10 de diciembre y se extienden hasta el 30 de este mes, el Gobierno envió un temario de seis proyectos. Hasta ahora logró sancionar dos y dictaminar otros tres, con la promesa de prolongar la actividad legislativa durante el verano. Sin embargo, algunas iniciativas quedaron definitivamente fuera de ese esquema.
Es el caso de la reforma integral del Código Penal. Pese a la intención inicial del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, el proyecto no será tratado en extraordinarias. En el oficialismo argumentan que se trata de una iniciativa de gran complejidad, que demandará meses de debate y ajustes técnicos antes de llegar al recinto.
Concluido el receso estival, la Casa Rosada prevé concentrar nuevamente sus esfuerzos en el frente legislativo. La estrategia será retomar los proyectos más sensibles, uno por uno, luego de haber optado por dosificar la agenda ante un Congreso adverso, incluso después del triunfo electoral de octubre.