Nuestras abuelas sabían decir que se puede ser pobre pero limpio. Nadie duda que los recursos son escasos y lo que falta es el dinero, pero de ahí a vivir en la mugre hay un largo trecho.
Por ahí pareciera que lo hacen exprofesamente, por que desde estas página ya lo denunciamos en reiteradas oportunidades, y los lectores pueden tener la plena y absoluta seguridad que nos leen y mucho.
El centro de Rafaela es una verdadera mugre, casi un gallinero. Las palomas hacen de las suyas y hay espacios que son imposible transitar, ni que decir de estacionar el auto o ponerse a charlar debajo de algún árbol.
Las veredas nadie las limpia, y la mugre, luego de un fin de semana, es lo más parecido a un gallinero, nada que envidiarle.
Viotti va por el tercer mes de mandato, no le pedimos mucho, no queremos que sea un estadista ni mucho menos, tampoco que salga personalmente a limpiar las sucias calles y veredas de la ciudad, simplemente que de la orden que alguien se apiade de los transeúntes y titulares de los comercios del centro de la ciudad ,y se limpien las sucias veredas llenas de caca de paloma que tan mal aspecto dan y tan perjudicial para la salud son .
Por ahora el signo distintivo de la gestión de Viotti al frente de la municipalidad es la mugre y la suciedad, está a tiempo de revertir esa imagen, le queda mucho tiempo, ojalá no le gane la soberbia y prime el sentido común.