La CGT avanza con un acto para el 2 de mayo en una cancha de fútbol, donde habrá críticas al Gobierno y a la oposición
En medio del impacto por el 7,7% de inflación en marzo, la CGT reflotará el jueves próximo a su Consejo Directivo para aprobar la realización del acto por el Día del Trabajador que tendrá lugar el martes 2 de mayo en el Club Defensores de Belgrano, con la presencia de Hugo y Pablo Moyano, en el que habrá críticas al Gobierno y advertencias del sindicalismo al próximo Presidente.
Todavía no está claro si el registro inflacionario, mayor al que preveían los sindicalistas, afectará la proyectada visita del ministro de Economía, Sergio Massa, a la sede cegetista de Azopardo 802. Luego de su postergación, en febrero pasado, todo indicaba que el encuentro se iba a producir la semana próxima porque ambas partes querían aprovechar el efecto de la decisión de que más de 600.000 trabajadores dejen de pagar el Impuesto a las Ganancias por una serie de adicionales de convenio.
Aun así, la CGT decidió reactivarse tras un largo período de inactividad. La semana pasada se reunió la “mesa chica” ampliada y, en medio de críticas contra el Gobierno, se resolvió hacer un acto para el 1° de mayo. Ahora, la cúpula cegetista convocará para el jueves próximo a su Consejo Directivo y propondrá la fecha del martes 2 de mayo para la manifestación, a la que movilizarán unas 20 mil personas y que graficará la vuelta a la acción de la central obrera. El Consejo Directivo avalará un documento, elaborado por Gerardo Martínez, líder de la UOCRA, que contendrá cuestionamientos a la Casa Rosada y a la oposición, exhortándolos buscar acuerdos para salir de la crisis.
También se analizará otro documento que será leído en el acto del 2 de mayo y que apuntará hacia el futuro, seguramente con una advertencia acerca de la resistencia que opondrá el sindicalismo a una reforma laboral en caso de que Juntos por el Cambio gane las próximas elecciones.
La novedad es que al acto de Defensores de Belgrano se sumarán Hugo y Pablo Moyano, con quienes se reunieron esta semana los dirigentes que controlan la CGT (“Gordos”, independientes y barrionuevistas). El hijo mayor de Moyano, peleado con su padre por la crisis de la obra social de Camioneros, parece en pleno replanteo de sus posiciones políticas: pasó del kirchnerismo militante a un peronismo expectante. Así lo confirma el sugestivo hecho de que ni Pablo Moyano ni nadie del Sindicato de Camioneros participó este jueves de la marcha que organizó el kichnerismo ante el Palacio de Justicia para pedir que Cristina Kirchner no sea “proscripta” para su candidatura.
Ahora, en una suerte de tregua de su pelea personal, los Moyano se unieron y aceptaron concurrir al acto de la CGT del 2 de mayo, donde los únicos que por ahora quedaron afuera son los sindicalistas K, que esta semana estuvieron con la Vicepresidenta como un adelanto del “operativo clamor” para que se postule a la Presidencia. Allí estuvieron los dirigentes que era previsible que asistieran: desde el bancario Sergio Palazzo hasta el metalúrgico Abel Furlán, pasando por el mecánico Mario Manrique y el jefe de la CTA kirchnerista, Hugo Yasky. ¿Aceptarán ir a un acto cuyo telón de fondo es preparar el terreno para la candidatura de Sergio Massa? Parece muy difícil. Mucho menos cuando Yasky dijo tras la reunión con CFK: “Me fui con la sensación que Cristina Kirchner va a ser candidata”.
La alianza sindical que maneja la CGT tiene una agenda muy distinta a la del gremialismo kirchnerista: este viernes, por ejemplo, los dirigentes cegetistas Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez, José Luis Lingeri y la abogada de la UOCRA Marta Pujadas se reunieron con la vicesecretaria de Estado norteamericana, Wendy Sherman, y otros funcionarios de la embajada de EEUU.
Allí, se informó oficialmente, hablaron sobre “la situación socioeconómica de nuestro país, la visión sindical respecto del dialogo social y la búsqueda de consensos orientados a mejorar las condiciones y calidad de vida de los sectores más postergados y, en ese sentido, la subsecretaria resaltó la fuerza transformadora del sindicalismo argentino para lograr los resultados esperados”.
Los sindicalistas le plantearon a la funcionaria norteamericana el apoyo de la CGT a las negociaciones del Gobierno con el FMI y que, además, elogiaron nada casualmente los “esfuerzos” de Massa en Economía. La foto de la CGT con una figura clave del gobierno de Joe Biden fue la contracara de la imagen de sus colegas al lado de Cristina Kirchner. No es la única postal sindical disonante de hoy.
El gremialismo peronista está comenzando a definirse en términos electorales: el sector dominante de la CGT y los Moyano ya se alinean detrás de la candidatura presidencial de Massa, mientras la fracción K se resiste a avalar al ministro de Economía y no pierde las esperanzas en la postulación de la Vicepresidenta. Mientras, dirigentes gremiales de primera línea aceleraron sus contactos reservados con Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Es puro pragmatismo: harán todo lo posible para que el Frente de Todos siga en el poder, pero saben que, como decía Tu Sam, puede fallar.
* Para www.infobae.com