EDITORIAL EDITORIAL 30/08/2023

¿Debate verdadero o la genuflexión de siempre?

Con bombos y platillos algunos medios de Rafaela anuncian "el gran debate" de candidatos. Resulta muy difícil creer que periodistas acostumbrados a preguntar lo que le piden, ceñidos a la pauta, temerosos de lo que le puedan pedir sus patrones y por sobre todas las cosas, carentes de objetividad, puedan hacer un debate serio y que de algo sirva. 

En Rafaela no existe una prensa independiente, resulta imposible que quienes dicen organizar el debate realmente puedan organizar algo serio cuando habitualmente no se animan siquiera a preguntar algo fuera de "protocolo".

No puedo creer en un debate serio cuando quienes lo organizan son manifiestamente afines a un oficialismo que decidió gastar todo el dinero posible en una campaña sabiendo de las carencias que muchos rafaelinos viven por estos días.

El oficialismo está haciendo un gasto que se podría decir que es pornográfico, despilfarrando millones sin siquiera medirse con tal de seguir en el poder.

¿Cómo podemos hablar de un debate creíble cuando en las conferencias de prensa de los candidatos oficialistas algunos periodistas hasta leen las preguntas que sus patrones les indican que deben hacer?, es sencillamente vergonzante presenciar algunas de esas ruedas.

Hace pocos días Castellano lanzó lo que denominó con bombos y platillos como el PROCREAR RAFAELA, dando escuetos detalles de cómo sería el programa, sin que ninguno de los presentes se animará siquiera a rebatir algunas de las barbaridades que el intendente en ejercicio estaba diciendo.

Nos pueden preguntar el por qué nuestros periodistas no hacen las preguntas que reclamamos que se hagan?. Muy simple, por que no nos invitan y lo hacen a escondidas entre gallos y medianoche sencillamente por que tiene miedo a las preguntas que nosotros podemos hacer. Y ojo, esto le cabe a muchos, no solo a Castellano, que nadie crea que esta exento, nadie, que se entienda bien, NADIE.

Lo que se va a hacer es una pantomima que nada va a dejar, y como siempre decimos, los grandes perjudicados son los rafaelinos en su conjunto, que se van a privar de poder tener un debate serio y responsable, con periodistas independientes que se animen a preguntar lo que la gente quiere que se pregunte y no lo que pueden hacer sin que nadie se enoje y sin poner en riesgo su trabajo.