Villarruel cambió de custodios y rearmó su equipo con gente del PRO
Victoria Villarruel pidió que le cambiaran a los efectivos a cargo de su custodia personal y desde la Policía Federal Argentina le asignaron un nuevo equipo que comenzó a trabajar el lunes. En el entorno de la vicepresidenta confirmaron la decisión, aunque no dieron mayores detalles sobre los motivos. “Es una persona que siempre está preocupada por su seguridad y por la de su familia y que pretende que sus funcionarios tengan un comportamiento acorde con las circunstancias”, explicaron a PERFIL. El movimiento sucedió en el mismo momento en que volvieron a agitarse las teorías sobre su interna con la Casa Rosada y el crecimiento de la influencia macrista a su alrededor.
La ausencia de Villarruel en Tucumán no hizo más que alimentar las versiones que echan a andar algunos de sus adversarios en La Libertad Avanza: repiten que la vicepresidenta no tiene diálogo con la Casa Rosada y que el triunfo de Mauricio Macri en la interna del PRO es el puntapié de una nueva etapa, en la que la vice jugará con el partido amarillo.
Los más arriesgados llegan a especular con todo tipo de conspiraciones contra el presidente Javier Milei. ¿En qué se basan? En la conformación del equipo de la vice en el Senado, donde no hay ni un solo interlocutor con el Ejecutivo, y en la desconfianza mutua que existe entre Milei y Villarruel, que incluye rumores de espionaje y el reciente cambio de custodia que, según explican allegados a la vice, responde a una “situación importante porque no es una decisión que se tome de un día para el otro y porque sí”.
Con respecto a la ausencia de “libertarios puros” en su equipo, insisten en que la única razón es la velocidad con la que tuvieron que organizarse luego de ganar las elecciones y que es una característica extendida en buena parte de los ministerios nacionales. Con respecto al espionaje, cuentan que en dos oportunidades revisaron los despachos del Senado para buscar micrófonos, pero que no fueron más que operativos de rutina.
Sí reconocen, de todas maneras, que luego de la salida de Nicolás Posse de la Jefatura de Gabinete, “alguien de Casa Rosada llamó para preguntar si Victoria ponía micrófonos”. “Es una locura. Ella es una mujer del Derecho, que hizo su carrera en la defensa de las víctimas civiles y no haría una cosa así jamás”, agregan.
A pesar de su insistencia en mantener las formas, en subrayar que Villarruel está en contacto con el Ejecutivo y que todas sus energías están puestas en llevar adelante en el Senado la agenda del Presidente, desde Casa Rosada nadie quiere hablar sobre el vínculo con la vice. “Hay que preguntarle a ella”, respondió un funcionario.
Bajas y altas en el equipo de Victoria Villarruel y la influencia macrista. Alcanza con mirar el organigrama del Senado para confirmar que no hay ningún referente de La Libertad Avanza designado en un cargo importante. El equipo de Villarruel se compone por tres tipos de personas: los que trabajan con ella desde hace años, ya sea por pertenencia religiosa o por la militancia en lo que denominan “memoria completa”, gente del PRO y personal de planta permanente.
La semana pasada fue desplazada Camila Duro de la dirección de Capacitación Parlamentaria del Senado. Se trata de una joven alineada a La Libertad Avanza, y hay quienes interpretan su salida como el cierre de filas de Villarruel con el PRO. “Ya no le quedan puentes con Casa Rosada y no es casual que haya sacado gente justo cuando Macri gana la interna del PRO”, subrayan quienes adhieren a esta versión. En el mundo de la vice, en cambio, le bajan el precio: “Era una tercera línea y que se haya ido no tiene ningún significado”, dicen.
Duro no es la primera que se va del equipo, y todas las bajas todavía hoy dan de qué hablar. En abril presentó su renuncia María Mercedes Torres a la Dirección General de Ceremonial, Protocolo y Audiencias, luego de que se instalara en redes que era la pareja de Villarruel, una fake que en el entorno de la vice no dudaron en calificar en ese momento como un ataque de trolls “propios”.
En mayo se fue de la Dirección de Automotores Gabriel Leandro Rodríguez y un tiempo antes se había ido Solana Marchesan de la Dirección General de Relaciones Internacionales. En las historias sobre las dos salidas aparece un nombre clave en la construcción política de Villarruel: Guillermo Montenegro.
El diputado nacional Montenegro fue, durante toda la campaña, la sombra de Villarruel. Cuando La Libertad Avanza ganó las elecciones, su influencia en el armado del equipo de la vice fue fundamental. “Cuando Vicky y Guillermo se pelearon, se rompió todo. Con Solana fue más bien personal, pero a Gabriel le dieron salida porque tenía acceso a la información de todos los movimientos de los vehículos y esa es información sensible, sobre todo si desconfiás de todos”, cuentan en los pasillos del Senado.
Del grupo de los “amigos de Montenegro” todavía quedan dos en la estructura que son, además, sus socios en un estudio jurídico: Horacio Federico Pavito, en la Dirección General de Administración, y Gonzalo Diego Izurieta, en la Dirección General de Recursos Humanos. Para algunos adversarios de Villarruel, los funcionarios tienen los días contados, pero en el entorno de la vice lo niegan: “El distanciamiento con Guillermo no influye en el resto de las personas, a quienes Victoria también conoce desde hace años”.
La ruptura del matrimonio político “Villarruel-Montenegro” abrió paso a que a su alrededor crecieran otras personas. Si bien cerca de la vice insisten en que “la única que ocupa el lugar que tenía Guillermo es Victoria”, en el Senado hay quienes observan moverse con cada vez más soltura a quienes vienen del macrismo.
Diego El Haj, el director general de Publicaciones, es uno de los que se sientan a la mesa chica de Villarruel. Se trata de un hombre referenciado en Diego Santilli, al igual que el actual director de Relaciones Institucionales del Senado, David Cohen.
Junto con Claudia Rucci, designada por Villarruel al frente del Observatorio de Derechos Humanos del Senado, está pensando en el armado bonaerense de la vice. Villarruel ya organizó algunas “bajadas” al Conurbano con Rucci y aunque en su entorno niegan que esté haciendo lo mismo con Cohen, más de un referente del PRO de la provincia se entusiasma con su imagen.
Cerca de Cristian Ritondo, el nuevo presidente del PRO en la provincia de Buenos Aires, coinciden en que no hay un trabajo territorial y aseguran que no se están organizando actividades en conjunto, pero sí destacan a Villarruel. La consideran un “cuadro político que está muy desperdiciado” y cuestionan que desde el Gobierno “ni siquiera la usen como vocera en medios a pesar de su claridad para explicar temas difíciles”.
Otro hombre fuerte del equipo de Villarruel con origen en el macrismo es Agustín Giustinian, al frente de la Secretaría Parlamentaria. Su posición es diferente a la del resto porque siempre se lo referenció con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Sin embargo, su acercamiento a la vice, luego de haber trabajado para el bloque PRO, sucedió gracias a la intermediación del exsenador Federico Pinedo.
Grisela Alejandra García Ortiz, referente del PRO desde hace años, hoy está al frente de la Dirección General de Asuntos Jurídicos y construyó un lugar fundamental al lado de Villarruel porque es quien “le cuida la firma”. Junto con María Laura Izzo, titular de la Secretaría Administrativa, está en todos los detalles cotidianos de la vice.
Hace alrededor de un mes y medio se sumó al equipo Emilio Viramonte, abogado y cónsul de Dinamarca en Córdoba. Se trata de un hombre muy cercano a la vice que “está ayudando en la coordinación de direcciones generales, pero no está puesto en funciones por organigrama”, explicaron sus allegados.
El nombre del abogado, justamente, circuló por estos días en boca de los adversarios de Villarruel que sostienen que está trabajando junto con Macri y en contra de Milei. “Viramonte fue sirvió de nexo entre Victoria y Daniel Awada y a través de él fueron a Cumelén en enero”, cuentan en un sector libertario. La supuesta reunión entre la vice y el expresidente encendió las alertas en el gobierno nacional y, para algunos, fue el punto de partida de la pelea.
En el entorno de Villarruel siempre negaron ese encuentro. Cerca de Macri, respondieron a PERFIL que el líder del PRO y la vice “se vieron dos veces y siempre dentro del marco institucional”. Además, contaron que se conocieron durate la campaña del balotaje, negaron que hayan tenido reuniones personales, pero no dieron mayores precisiones sobre el rol de Viramonte, el nuevo miembro del equipo del Senado.
Además de los macristas, en el equipo de Villarruel destacan las funciones de Juan Martín Donato, a cargo de la Dirección de Atención Ciudadana y Documentación, quien trabajó con la vice en la Fundación Oíd Mortales y también supo ser su asesor en la Cámara de Diputados. En la actualidad, es reconocido por los propios por estar llevando adelante “un trabajo con la juventud”.
En la Dirección General de Relaciones Parlamentarias fue designado Marcelo Cinto Courtaux, el hijo de un represor condenado a perpetua por crímenes de lesa humanidad contra 87 personas. Se trata de un joven que también acompaña a Villarruel desde que era diputada nacional.
La vice también se rodeó de personas poco conocidas, como Fernando Raúl Anchezar, esposo de Ida Tejeda, quien trabajó con Villarruel en la fundación Oíd Mortales. En sus registros en Anses, el hombre solo tiene un trabajo registrado previo al puesto en el Senado en la Consultora Videco SA, una empresa de seguridad en la que, según publicó Tiempo Argentino, trabajaron también Cinto Courtaux (padre) y el exteniente Ricardo Luis Von Kyaw, también condenado por delitos de lesa humanidad.
Con militantes propios y macristas y sin ningún referente de La Libertad Avanza en su equipo, Villarruel trabaja en el Senado y hace equilibrios para sostener su delicada y tensa relación con el Ejecutivo nacional. Faltó a la firma del Pacto de Mayo en Tucumán y argumentó que tenía gripe, pero al día siguiente se la vio radiante en el desfile militar. En su entorno reniegan de ese tipo de especulaciones y repiten una y otra vez: “Son operaciones”. Por si acaso, la vice extrema su seguridad personal y se mantiene atenta.
* Para www.perfil.com