ECONOMÍA Marcos Phillip*

Para expertos, el Presupuesto es un juego de equilibrio "en medio de una tormenta" para Milei

El Gobierno ha presentado su proyecto de Presupuesto para 2025, un documento que busca trazar el rumbo económico del país en un contexto de alta volatilidad y desafíos estructurales. Según los expertos, el mensaje central es claro: el déficit fiscal debe ser reducido a cero, un objetivo que implicará una reasignación significativa de los recursos públicos.

La nueva regla fiscal, que establece límites estrictos al gasto público, es el eje central de esta propuesta. Sin embargo, los analistas advierten que su implementación no estará exenta de dificultades. La viabilidad política de este ajuste, sumado a las proyecciones macroeconómicas subyacentes en el presupuesto, generan interrogantes sobre su real aplicabilidad.

"El presupuesto luce desafiante dado el optimismo de la macro y de las proyecciones de ingresos incluidas en el documento", advierten fuentes del mercado. Históricamente, los presupuestos nacionales han subestimado los ingresos y sobreestimado los gastos, lo que ha llevado a recurrentes ampliaciones presupuestarias. En esta ocasión, el Gobierno busca romper con esta tendencia y establecer un marco fiscal más riguroso.

Por otro lado, las inconsistencias en los números del presupuesto han generado debates entre los analistas. Si bien el Gobierno sostiene que el documento no es una proyección precisa para el mercado, sino una herramienta para definir las prioridades de gasto, los expertos señalan que la falta de claridad en algunos aspectos puede generar incertidumbre.

En paralelo, la economía argentina continúa lidiando con las consecuencias del cepo cambiario y la alta inflación. Los expertos advierten que la persistencia de estas restricciones puede limitar el crecimiento económico y dificultar la atracción de inversiones.

"Con un riesgo país cayendo, pero el mercado de crédito en dólares aún cerrado, la economía argentina sigue dependiendo del cepo", señalan los analistas. La eliminación gradual del cepo es una de las metas del Gobierno, pero su implementación requerirá de una cuidadosa calibración y un consenso político que aún no se vislumbra.

En conclusión, el presupuesto 2025 plantea un desafío ambicioso: lograr el equilibrio fiscal en un contexto de alta incertidumbre y restricciones estructurales. La viabilidad de este plan dependerá de la capacidad del Gobierno para implementar las reformas necesarias y generar un clima de confianza entre los agentes económicos.

Los desafíos del Presupuesto 2025

De acuerdo con un informe de Eco Go, el lanzamiento del Presupuesto 2025 por el Presidente en el Congreso busca apuntalar el mensaje de cambio de régimen después de una semana de hiperactividad entre veto y freno "en el palo" del rechazo al veto de ley previsional, el rechazo al DNU para aumentar los fondos la SIDE y la aprobación de la nueva ley de financiamiento educativo que ya se avisó se vetará. 

"Todo mientras la puja entre el Gobierno Nacional, las Provincias y los Municipios estuvo liderada por el intento de frenar la escalada recaudatoria para compensar la caída en los recursos nacionales: por la merma en la coparticipación y por el freno en transferencias discrecionales", indicaron. 

Para los expertos, el mensaje es claro, el déficit cero no se negocia. Sin embargo, indicaron que la discusión es sobre el cómo se distribuyen los costos, de la viabilidad política y de la macro detrás del ajuste. La nueva regla fiscal sostiene que todo aumento en los ingresos por encima de lo proyectado, no se destinará a mayores gastos; y también que si los ingresos se ubicaran por debajo de lo proyectado, se iría a una reducción de los gastos no ajustados automáticamente por la inflación pasada, aproximadamente un 40% del gasto total.

"La regla fiscal luce desafiante dado el optimismo de la macro y de las proyecciones de ingresos incluídas en el documento. Recordemos que el Presupuesto Nacional incluye una proyección de ingresos y una autorización de gastos, y que durante los últimos 20 años, sistemáticamente se subestimaron los ingresos y posteriormente se manejaron ampliaciones presupuestarias financiadas o bien con mayores ingresos o bien con financiamiento del BCRA y/o otras fuentes", precisaron. 

Cuando los números no cierran

Desde GMA Capital señalaron que las inconsistencias en los números del Presupuesto radican en el propósito erróneo que se le ha asignado al presupuesto por parte de los analistas. En este sentido, explicaron que el Gobierno no pretende que el documento funcione como una proyección precisa para el mercado, sino que su relevancia radica en la forma en que se utilizarán los ingresos en el futuro.

Para los expertos, el eje principal es el equilibrio fiscal, que limitará y guiará el rol del Estado en los próximos años. Bajo este norte, no se gastará más de lo que se recaude, lo que implica que no habrá ni emisión monetaria ni toma de deuda para financiar el gasto público. Este es el punto central que los mercados analizan con mayor detenimiento.

"El Gobierno ha declarado que sus principales prioridades son el acompañamiento social, la seguridad y defensa, la modernización del Estado y otros programas sociales. Cualquier gasto discrecional que no esté previamente asignado incurrirá en una reducción equivalente en otra partida presupuestaria", apuntaron.

En conclusión, señalaron que si bien el Presupuesto presenta inconsistencias, es crucial comprender que su principal objetivo es definir las prioridades del gasto y asegurar el equilibrio fiscal. Las críticas sobre los supuestos, aunque relevantes, no deberían desviar la atención de esta meta central del Gobierno.

Los desafíos de una economía con cepo

Según EcoGo, con un riesgo país cayendo a 1.360 puntos básicos, gracias a los flujos del blanqueo y alguna ayuda de la ANSeS y el mundo, el mercado de crédito en dólares sigue cerrado más allá del Repo en el que están trabajando, con lo que el mercado de crédito en pesos sigue dependiendo del cepo.

"Es que, con el esquema actual de crawling peg al 2% mensual y Blend, el BCRA dejó de comprar dólares en junio, las reservas netas volvieron a ser negativas en u$s4,8 mil millones y la limpieza de la deuda de pesos del BCRA se hizo a expensas de su traslado al Tesoro. En términos consolidados, la deuda en pesos (incluyendo el Bopreal) volvió prácticamente a los niveles de noviembre antes de la devaluación. Es decir, los flujos corrigen, pero los stocks siguen pasando factura", señalaron.

De acuerdo con su miranda, mientras los locales le creen al Ministro, los bancos extranjeros incluyen en su cuenta de dólares la eliminación total o parcial del Blend en algún momento entre octubre 2024 y el primer trimestre 2025. Sin un aval político explícito, (sigue la apuesta del Gobierno a Trump), preun nuevo programa requerirá una definición sobre el esquema cambiario y monetario que permita ir desarmando los controles de capitales y eso implica una recalibración que no figura ni en la narrativa del gobierno ni en los números del Proyecto de Presupuesto.

"Por ahora, los flujos del Blanqueo ayudan, y difícilmente haya movimientos antes del 5 de noviembre cuando se define la elección en Estados Unidos. Con el resultado en la mano, el gobierno deberá ir ajustando la narrativa (realidad intersubjetiva en términos de Harari) a la realidad objetiva impuesta por la restricción presupuestaria que dice que con cepo, atraso cambiario y riesgo país en 1.360 puntos básicos. "No hay dólares" para crecer", concluyeron.

 

 

* Para www.iprofesional.com