La conducción de Romina Diez tensa y divide a la tropa de Javier Milei en Santa Fe
La oferta electoral de los seguidores de Javier Milei en Santa Fe corre riesgo de partirse de cara a las elecciones del año que viene. Sectores disidentes del oficialismo barajan esa posibilidad, molestos por el poco juego que les abre Romina Diez, la diputada que hace y habla en nombre de los Milei en la Bota.
Romina Diez, la empoderada
Con el reconocimiento partidario para el sello de La Libertad Avanza, la economista rosarina coronó un proceso de empoderamiento que comenzó cuando tuvo el control total y absoluto de quiénes podrían y quiénes no utilizar las insignias libertarias y la imagen del entonces candidato Milei en las últimas elecciones. Diez, validada siempre por Karina Milei, acaparó la llegada al entorno minarquista y fue desplazando a otros espacios que formaron parte del frente que se impuso en las últimas elecciones presidenciales.
Ese empoderamiento se reflejó, entre otras cosas, en los nombramientos que se hicieron al frente de las delegaciones de los organismos nacionales, en donde sin excepción se pudo ver la mano de Diez. La flamante presidenta de LLA en la provincia se preocupó por bendecir con cargos a sus colaboradores más cercanos, privilegiando lealtad por sobre conocimiento. Las excepciones fueron pocas y más de un sector quedó afuera, lo que -combinado con la decisión de armar el sello propio y diferencias que se arrastraban desde la campaña- provocó el cisma en el movimiento libertario.
Quiénes son los detractores de Romina Diez
Uno de los sectores que se muestra independiente de Diez y su tropa es el Partido Libertario, cuyo referente a nivel nacional es Ramiro Marra. Dicho espacio en Santa Fe es liderado por Silvia Malfesi, quien fue electa diputada acompañando a Amalia Granata y hoy forma parte de su bloque. De hecho, al asesor presidencial se lo pudo ver comiendo pastas en un tradicional restaurante rosarino junto a Granata el último domingo de elecciones. Desde su banca, Malfesi es la única referencia que aporta discurso y proyectos de tinte libertarios al debate provincial.
Otro de los apartados es José Bonacci. El zar de los sellos electorales facilitó la estructura partidaria para una de las primeras aventuras electorales del propio Javier Milei y obtuvo a cambio una banca en el Congreso, la que hoy ocupa su hija Rocío, quien -a pesar de algunas tirrias- sigue formando parte del bloque oficialista en la Cámara Baja. Sin embargo, los Bonacci no estuvieron en la rosca de los nombramientos y hoy, con La Libertad Avanza ya reconocida como sello, no tienen perspectiva de recobrar su influencia. ¿Pondrán su estructura al servicio de otra candidatura?
Quizás la única excepción sea la de Nicolás Mayoraz. El diputado es el único que logró ganarse un lugar en el ecosistema que rodea a Karina Milei, aunque cerca de Diez aún lo miren con desconfianza. Abogado constitucionalista, algunos sostienen que fue su pericia dentro del bloque oficialista en el Congreso -minado de inexpertos- lo que le granjeó la aprobación de la hermanísima. Él, por las dudas, hace gala de la inmoderable fe de los conversos en cada oportunidad.
Nombramientos de la discordia
El estrafalario pasado de algunos de los funcionarios designados por el gobierno nacional en virtud de la influencia de Romina Diez no hace más que azuzar el fuego. No solo que hay sectores que se sienten desplazados por la diputada, sino que consideran que tienen mejores cuadros para ofrecer.
El caso más paradigmático fue el de Martín Tomassini, un ex estríper que ya había sido designado como coordinador de Políticas Sociales del PAMI Rosario pero, tras la polémica que se armó por su falta de experiencia y su particular pasado, fue dado de baja. Sin embargo, el espacio fue en busca de la revancha y logró que asuma al frente de la UDAI Rosario Norte de la ANSES.
Tomassini no es el único que levanta la presión de los rivales internos de Diez. Guido Orlandi, el primer funcionario oficializado en Santa Fe -al frente del PAMI Rosario- y quien se mueve como unas de las figuras más importantes del entorno de la economista, es conocido por haber sido el dueño de varios boliches top de la noche rosarina.
Con un perfil más bajo, no escapa al ojo de los detractores Anabel Lencina, titular de otra de las UDAI de la ANSES, quien es asesora de imagen, coaching y liderazgo y estudia administración de empresas. Justo es decir que, a pesar de que ninguno tiene experiencia en gestión, los tres mencionados no son los únicos señalados, sino que sus casos destacan en el marco de una impugnación general.
CON I NFORMACION DE LETRAP.