Aunque parezca mentira, Lorenzetti dijo: "las disputas internas por el poder dentro de la Corte han llevado al menoscabo de su función principal"
Ricardo Lorenzetti, lanzó este viernes una fuerte crítica contra sus colegas del tribunal, Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda al afirmar que la creación de oficinas sin sentido y cargos como nunca antes han llevado a la Corte a una situación de caos financiero y operativo.
Los dichos de Lorenzetti llegan tras firmar en disidencia dos acordadas recientes con las que dejó en evidencia una profunda división interna.
La acusación es contundente: según Lorenzetti, se han creado “oficinas sin sentido” y se ha despilfarrado el presupuesto, todo ello en un contexto de creciente acumulación de casos pendientes.
Las críticas de Lorenzetti se centran en la creación de numerosos cargos y dependencias desde que se anunciaron las nominaciones de Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para completar el tribunal.
Según dijo el ministro a Infobae, esta movida ha resultado en un “aumento de gasto” y una “pérdida de ingresos”, afectando gravemente el funcionamiento del tribunal.
La denuncia apunta directamente a la proliferación de “secretarios de Corte como nunca hubo” y otras designaciones sin concurso ni experiencia, basadas únicamente en la cercanía con algún ministro.
Esta situación, asegura Lorenzetti, ha llevado al abandono de los fondos anticíclicos, generando una pérdida de valor que amenaza la estabilidad financiera del Poder Judicial.
Más críticas de Lorenzetti
Pero la andanada de Lorenzetti no se detiene en los gastos ya que el ministro también cuestiona la decisión de delegar amplias funciones administrativas al Secretario General de Administración.
Esta medida, calificada por Lorenzetti como “ilegal” y “sin precedentes”, permite que un funcionario sin concurso tome decisiones cruciales sobre licencias, jubilaciones y contratos, entre otros temas.
Para Lorenzetti, esto compromete seriamente la independencia judicial, concentrando poder en manos de un individuo y relegando a los jueces a un papel secundario en la gestión del tribunal.
Otro punto de conflicto es la designación de conjueces para resolver casos, una práctica que Lorenzetti califica como “algo que nunca existió en toda la historia del Tribunal.”
Esta decisión, según el ministro, no solo afecta la seguridad jurídica de los precedentes, sino que también abre la puerta a un aluvión de nulidades.
Para Lorenzetti, las disputas internas por el poder dentro de la Corte han llevado al menoscabo de su función principal: la de dictar sentencias en casos de trascendencia institucional.
La acumulación de más de 87.000 causas pendientes es, para el magistrado, un claro reflejo del desequilibrio entre la gestión administrativa y judicial.
En este sentido, Lorenzetti ha dejado claro que estas acciones son una “falta de respeto a la sociedad” que exige austeridad, así como al resto del Poder Judicial que carece de recursos.
El ministro describió la situación como un “fin de ciclo” en el Máximo Tribunal, y por eso sostuvo que creyó necesario hacer públicas sus críticas, en busca de transparencia y rendición de cuentas.
Con información de La Voz