RAFAELA Carlos Zimerman

Inseguridad vial: Intendente Viotti, la responsabilidad es suya, tome las decisiones que haya que tomar por más duras que sean

Por Carlos Zimerman

El Llamado a la Acción del Intendente Leonardo Viotti

Es imperativo que comprenda la magnitud de su papel en nuestra comunidad. Su labor no puede reducirse a meros números en una planilla de ingresos; el aumento de la tasa municipal y la recaudación del DREI (Derecho de Registro e Inscripción) son solo aspectos de su gestión. Su enfoque también debe centrarse en la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.

La situación actual en materia de seguridad vial es alarmante, y cada día se traduce en tragedias y en familias que lloran a sus seres queridos perdidos en accidentes de tráfico. Hoy nos enteramos de que, en lo que va del año, ya son 8 las víctimas fatales; un número que provoca vergüenza ajena, insoportable para una ciudad como Rafaela.

Una cruda realidad

La realidad de nuestros días es que los accidentes de tránsito son una constante. Cada noticiero local parece estar repleto de informes sobre colisiones, atropellos y situaciones que, lamentablemente, perduran. Los números pueden parecer fríos, pero detrás de cada uno hay historias desgarradoras, vidas truncadas y un dolor que nunca se olvida. Esta situación no solo es inaceptable; es insostenible.

Como ciudadano preocupado y como abogado con años de experiencia en accidentología,y perdón que hablo en primera persona, he sido testigo de esta alarmante tendencia. He atendido innumerables casos de personas que, por circunstancias que debieron evitarse, han visto sus vidas alteradas de manera irrevocable. Las premisas fundamentales en materia de prevención de accidentes no están siendo cumplidas en Rafaela. Los procedimientos, las campañas de concientización y las normativas de tráfico están claramente desactualizadas y subutilizadas, lo que refleja la impericia y la inoperancia de quienes están a cargo de garantizar la seguridad vial.

La necesidad de un cambio

Su papel como intendente no se limita a cumplir con trámites administrativos; está en la encrucijada de tomar decisiones que pueden salvar vidas. Si está al tanto de que la persona responsable del área de tránsito no cuenta con la idoneidad necesaria, tiene el deber de actuar. La inacción no es una opción. Despedir a un funcionario o reestructurar un departamento que no rinde los resultados esperados debe ser considerado como una cuestión urgente y prioritaria.

Es fundamental que tome decisiones informadas, que se rodee de profesionales competentes en el área que le den dirección y perspectiva. No se trata solo de cumplir con requisitos legales; se trata de crear un entorno seguro para todos los ciudadanos, de minimizar el número de accidentes y de salvaguardar a las familias que día a día enfrentan esta tristeza.

Escuchar a los expertos

No se deje engañar por los datos superficiales o las estadísticas maquilladas. Escuche a quienes,tienen años en esta lucha y conocen la complejidad de la accidentología. La falta de acción no es solo un fallo administrativo; es un sacrificio a la seguridad pública. Es hora de que tome la rienda y revise el trabajo que se está realizando. No se conforme con soluciones temporales ni con explicaciones evasivas.

Cree un equipo que realmente entienda la gravedad del problema y que actúe con la urgencia que merece. La comunidad necesita líderes que actúen de manera decidida y que comprendan que la prevención es la clave para reducir accidentes y salvar vidas.

Un futuro más seguro

No se trata solo de un simple llamado a la acción; es un compromiso con la seguridad de todos. Tómese el tiempo para evaluar la situación con un enfoque crítico y proactivo. Invertir en la prevención y en la formación de un equipo calificado no solo disminuirá el número de accidentes, sino que también restaurará la confianza de la ciudadanía en su liderazgo.

Señor intendente, el tiempo de actuar es ahora. No podemos seguir esperando. Las vidas de nuestros ciudadanos están en juego, y la responsabilidad recae sobre sus hombros. No falte a su deber.