Reducción en la recaudación de tasas para incentivar la construcción y el desarrollo urbano

El Gobierno municipal avanza con la implementación de la Ordenanza de Áreas de Desarrollo Prioritario (ADP), una política pública orientada a la reducción en la recaudación de tasas municipales como herramienta concreta para incentivar la construcción, promover la inversión y acompañar el crecimiento ordenado de la ciudad.

La normativa busca impulsar la urbanización de terrenos vacantes y áreas suburbanizadas que se encuentran dentro del perímetro urbano, favoreciendo su integración a la trama existente y optimizando el uso de la infraestructura y los servicios ya disponibles.

Esfuerzo fiscal del Municipio
Para alcanzar este objetivo, el Municipio realiza un esfuerzo fiscal significativo, ya que se resigna y reduce la recaudación de tasas en un 44 % sobre la totalidad de los inmuebles declarados Áreas de Desarrollo Prioritario, con el propósito de generar condiciones favorables para el inicio de obras y la activación del sector de la construcción.

Impacto en suelo urbano y vivienda
La aplicación de la ordenanza permitirá la urbanización de más de 4 millones de metros cuadrados en sectores estratégicos de la ciudad, lo que equivale a más de 10.000 terrenos destinados a viviendas y a más de 440 lotes para usos industriales. Esta ampliación de la oferta de suelo urbanizado facilitará el acceso a la vivienda, acompañará el crecimiento demográfico y fortalecerá el arraigo, al tiempo que promoverá nuevas oportunidades para el desarrollo productivo.

El impacto de esta política se traduce directamente en más construcción y más empleo, dinamizando la economía local y generando trabajo en uno de los sectores con mayor capacidad de tracción. A futuro, una vez consolidados los desarrollos urbanos, esta inversión inicial permitirá incrementar la recaudación municipal, recursos que serán reinvertidos en obras, infraestructura y servicios para los barrios.

Desde una perspectiva urbana y social, la ordenanza contribuirá a mejorar la conectividad y accesibilidad entre barrios, facilitar la apertura de calles estructurales, optimizar los recorridos de los servicios públicos y privados y recuperar sectores actualmente degradados, reduciendo focos de insalubridad y mejorando la seguridad y la calidad de vida de los vecinos.