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Todas las miradas puestas en Milei: el Presidente viaja a Davos, donde rendirá su primera prueba internacional

POLÍTICA 14/01/2024 Fernando Gutiérrez*
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Javier Milei se prepara para su primer gran test internacional, al presentarse en el célebre Foro Económico Mundial, que se realiza cada enero en Davos, Suiza, y que suele reunir a empresarios, funcionarios de organismos internacionales, inversores, ejecutivos top de grupos multinacionales y políticos de diversas latitudes.

No es raro que un presidente recién asumido en su cargo se presente en Davos para estrechar contactos con el establishment global, pero lo que sí es inédito es que un mandatario genere la curiosidad mundial que ha despertado Milei. Desde la elección, se generó una cobertura mediática pocas veces vista desde los países desarrollados para con la política argentina.

Es así que, ya sea de parte de los medios referentes del liberalismo mundial, como los diarios Financial Times y The Wall Street Journal o la revista The Economist, o desde una mirada crítica, como la del diario británico The Guardian y el español El País, todos han comentado las propuestas de campaña y las primeras medidas de gobierno de Milei.

El propio presidente dijo que había recibido más de 60 solicitudes de entrevista bilaterales con participantes del foro, lo cual excedía la capacidad de su agenda, por lo que se estaba intentando organizar las reuniones.

Milei hablará el miércoles, en una charla conducida por el anfitrión Klaus Schwab, fundador y presidente del Foro Económico Mundial. En la comitiva que lo acompañará, figuran la canciller Diana Mondino, que también expondrá en un panel sobre política latinoamericana, y el ministro de economía, Luis Caputo.

El antecedente de la dupla Macri-Massa

El primer objetivo de la presencia de Milei en Davos es obvio: escenificar un fuerte viraje en la política exterior argentina. Después de los coqueteos del gobierno kirchnerista con Rusia y China, y tras su postura tibia frente a regímenes autoritarios de la región, como Venezuela, Cuba y Nicaragua, ahora Milei quiere concretar un rápido realineamiento.

Davos ofrece la oportunidad para ello, y por eso el presidente lo eligió como primer viaje al exterior, rompiendo incluso la tradición de visitar primero a los vecinos y socios del Mercosur.

Pero, tras las desavenencias con Lula, y motivado por la necesidad de reestablecer la confianza en los centros financieros globales, Milei quiere dejar constancia expresa de que Argentina está dispuesta a jugar un nuevo rol en la agenda global. No por casualidad, antes de este foro se comunicó la decisión de desistir del ingreso al grupo BRICS y de solicitar la entrada a la OCDE.

Es una situación inevitablemente lleva al recuerdo de 2016, cuando un recién asumido Mauricio Macri había concitado la atención en Davos al plantear un cambio de época para la política argentina. Como prueba del "cambio cultural" que quería implementar después de la gestión kirchnerista, Macri había llevado en su comitiva a Sergio Massa, a quien presentó públicamente como el nuevo líder de la oposición.

Aquella fue una jugada muy comentada, que intentaba cambiar la imagen de Argentina como un país marcado por la dificultad para generar consensos y mantener políticas de Estado que sobrevivieran a los recambios gubernamentales. Así, hubo presentaciones conjuntas ante la prensa, para remarcar la existencia de acuerdos básicos en una agenda de reformas estructurales.

Pero la sintonía no duraría mucho tiempo: pocos meses después de aquella presentación en Davos, surgirían las desavenencias por el retiro de apoyo de Massa en el Congreso y la acusación de Macri de que el líder peronista estaba "siempre buscando la ventajita".

En cuanto a las inversiones, pese a los aplausos que recibió en aquel momento, Macri tampoco vio concretadas sus expectativas. Hubo un reposicionamiento de Argentina a nivel diplomático -que tuvo como eventos la realización de un "mini Davos" y la reunión del G20 en Buenos Aires-, pero la prometida "lluvia de dólares" sólo alcanzó al área financiera y no llegó a materializarse plenamente en proyectos de largo plazo.

Un "anarco capitalista" en la cúpula global

¿Qué puede esperar Milei de esta reunión? El antecedente de Macri en 2016 llevaría a mantener la cautela respecto de la posibilidad de inversiones, pero el presidente está entusiasmado con la posibilidad de atraer la llegada de nuevos jugadores globales al país, en particular en las áreas de tecnología, energía y minería.

Además, claro, intentará afianzar el vínculo con los organismos de crédito, empezando por el FMI y el Banco Mundial, luego de haber logrado la firma del acuerdo por el cual se desbloquea el calendario de desembolsos que el Fondo había suspendido por los desvíos fiscales durante la gestión del ex ministro Massa.

Pero, sobre todo, lo que buscará Milei es utilizar la caja de resonancia global que implica Davos para plantear su discurso libertario. La atención está asegurada, porque la prensa internacional se ha encargado de destacar su condición de primer presidente que llega al cargo defendiendo abierta y expresamente una ideología "anarco capitalista".

Si bien puede suponerse que entre la concurrencia habrá buena parte de asistentes que vean con simpatía las proclamas libertarias de Milei, también es cierto que la asistencia a Davos es variada e incluye a muchos representantes de la orientación socialdemócrata.

Además de habitués de este evento, como Bill Gates, fundador de Microsoft, estarán presentes los mandatarios de España, Pedro Sánchez, de Francia, Emmanuel Macron, y Grecia, Kyriakos Mitsotakis. Tambien estará Albert Gore, ex vicepresidente de Estados Unidos en la administración Clinton, y John Kerry, ex secretario de Estado durante la administración Obama.

Y, entre los representantes de la burocracia internacional, expondrán varios conocidos de Argentina, como la subdirectora del Fondo Monetario Internacional, Gita Gopinath, la directora del Banco Central Europe, Christine Lagarde, y el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres.

El fantasma del "marxismo cultural"

Peor aun, en las filas libertarias surgió cierta desconfianza hacia Davos, por su adhesión a la "Agenda 2030" junto a la ONU. Es una propuesta firmada en 2019, que enfatiza la necesidad de adoptar un consenso global en 17 objetivos, con foco en la sostenibilidad ambiental y la inclusión social.

El hecho de que haya recomendaciones específicas sobre insumos de producción agrícola, legislación laboral, generación energética y políticas de género ha despertado la desconfianza de los partidos de derecha a nivel mundial. Suelen circular interpretaciones conspirativas respecto de que la Agenda 2030 es un plan global para menoscabar las libertades individuales y los márgenes de acción de los gobiernos nacionales, en favor de una burocracia global que impondrá un "nuevo orden".

El propio Milei se había referido al tema en tono crítico durante la campaña electoral: "No vamos a adherir a la agenda 2030. Nosotros no adherimos al marxismo cultural", había dicho en el debate de candidatos. Y, sobre el punto específico de las políticas ambientales, sostuvo que "las políticas que culpan al ser humano del cambio climático son falsas y sólo buscan recaudar fondos".

Lo cierto es que en este Davos 2024 hay una gran cantidad de paneles que tienen su foco en la cuestión ambiental y la necesidad de un recambio en las fuentes de energía. Aunque, dominado por cuestiones mucho más urgentes en el plano de las finanzas, es poco probable que Milei quiera entrar en esa polémica.

El temario que se pondrá en debate en el foro Davos 2024 tiene cuatro ejes principales:

1.- Lograr seguridad y cooperación en un mundo fracturado.

2.- Crear crecimiento y empleos para una nueva era.

3.- La inteligencia artificial como motor de la economía y la sociedad.

4.- Una estrategia a largo plazo para el clima, la naturaleza y la energía.

 

 

* Para www.iprofesional.com

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