EL DÍA DESPUÉS DEL CONGRESO: Javier Milei, de la victoria (¿a lo Pirro?) a un triángulo de riesgo

OPINIÓN Marcelo Falak*
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"Del ejército de Pirro y del de los romanos murieron por encima de quince mil hombres de una y otra parte. Ambos se retiraron y se cuenta haber dicho Pirro a uno que le daba el parabién: 'Si vencemos a los romanos en otra batalla como esta, perecemos sin recurso'. Porque había perdido gran parte de la tropa que trajo y de los amigos y caudillos todos, a excepción de muy pocos, no siéndole posible reemplazarlos con otros. Y a los aliados que allí tenía los notaba muy tibios, mientras que los romanos completaban con facilidad y prontitud su ejército, como si en casa tuvieran una fuente perenne y nunca con las derrotas perdían la confianza, sino que más bien la cólera les daba nuevo vigor y empeño para la guerra". Así narró Plutarco en Vidas paralelas, en base a un texto del historiador griego Diodoro Sículo, el triunfo amargo de Pirro de Epiro en la batalla de Ásculo –279 a. C.– contra las fuerzas de la República Romana. Una victoria que anunciaba derrotas. Una victoria pírrica. ¿Qué tipo de triunfo obtuvo este miércoles Javier Milei frente a la oposición de la Cámara de Diputados y, sobre todo, frente a los jubilados argentinos? ¿Qué derrotas podría anunciar?

El análisis del sostenimiento del veto presidencial al aumento de 8,1% de los haberes y a una nueva fórmula de movilidad es provisorio; el veredicto lo dará el tiempo, ese factor clave tantas veces mentado por un aforista loco para afirmar que se convertiría en genio a través del éxito.

Con pocos recursos (políticos), Milei doblegó las voluntades que necesitaba para sumir en la impotencia a una dirigencia opositora de fronteras porosas, convicciones endebles y calidades imperceptibles a la vista. En sus términos, eso es un éxito. Además, metió la cuña que necesitaba para despejar, por lo menos en lo inmediato, el fantasma de los dos tercios adversos que le podría abrir la puerta a un hipotético juicio político y, encima, le envió un mensaje al mercado: la gobernabilidad es posible en la Argentina del ajuste a fuerza de decretos, vetos, movilizaciones policiales y cooptaciones inexplicables.

Sin embargo, tres hechos delinearon un triángulo de dificultades para el proyecto de La Libertad Avanza (LLA).

Los hechos fueron la votación en la cámara baja, las reacciones que eso suscitó y la difusión de la inflación de agosto.

En tanto, el "triángulo de las Bermudas" quedó delineado por el costo que asume un gobierno de inverosímil retórica anticasta, una calle soliviantada ya sin remedio y resultados económicos que quedan muy lejos de justificar el argumento de que los sacrificios desbalanceados del presente comienzan a dar frutos.

¿Fue acaso un triunfo a lo Pirro?

UCR, la Unión Cínica Radical de Javier Milei

La Cámara de Diputados no pudo retener los dos tercios de los votos con los que había sancionado la norma en junio debido a la traición, por ahora oscuramente motivada, de un grupo de diputados radicales y, luego, de otros obedientes a gobernadores de partidos provinciales.

Con 87 votos, al Gobierno le sobraron cuatro para sostener el veto. Los nombres que lo hicieron posible fueron los de cinco radicales, miembros de la bancada autora del proyecto, que lo votaron en junio y hasta lo defendieron con discursos vehementes. Fueron el cordobés Luis Picat, el neuquino Pablo Cervi, el misionero Martín Arjol y el grouchomarxista tucumano Mariano Campero, de desfachatada aparición por la noche en TN.

El quinto fue José Federico Tournier, hombre cercano al gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés, que cuenta con el atenuante de que fue el único del grupo que no participó de la primera votación por no haber sido aún legislador nacional. Otros dos se asusentaron.

A ellos se sumó el radical Pedro Galimberti, quien renunció a su banca para marchar, a cambio de ocho mil dólares mensuales, hacia la Comisión Técnica Mixta de Salto Grande y para ser reemplazado por la macrista Nancy Vallejos. Lo que Galimberti había posteado en Twitter hace apenas tres meses a favor de otorgarles unos 15.000 pesos a los jubilados enternece, pero se ve que al final era él quien no podía esperar más y decidió mejorar su propio salario. El tiempo es vida.

Con la borocoteada consumada, los oportunistas gobernadores de Salta –Gustavo Sáenz–, Misiones –Hugo Passalacqua– y Río Negro –Alberto Weretilneck– instruyeron a los ocho diputados de Innovación Federal a sumarse a la banda de los cinco y a ayudar trocando su apoyo inicial a la ley vetada en abstención. ¿Evitarán así la intemperie?

"Ratas" fue una palabra que se escuchó mucho entre los manifestantes impedidos de acercarse al Congreso cuando la votación se consumó y se desató el escándalo. Esto supone, justamente, una victoria a lo Pirro de Milei, quien impuso entre sus críticos un mote que se generaliza sobre inocentes y pecadores, pero que se refiere muy especialmente a quienes lo apoyaron este miércoles y a su propia administración.

La permanente traición de la dirigencia a la sociedad explica la emergencia de Milei, pero no asegura la solidez de su proyecto, que ya muestra claramente sus contornos más controvertidos.

El Gobierno quedó desnudo en sus prácticas de casta y, con el veto, en que el equilibrio fiscal del que se ufana se ha obtenido en buena medida en base a la licuación de las jubilaciones, inferiores a cualquier criterio de subsistencia. Este es el primer vértice del triángulo que debería inquietarlo.

Javier Milei y los héroes de la casta

Ajeno a eso, el Presidente celebró a los "héroes" –hasta que se reunió con ellos, les decía "coimeros"– que les pusieron un freno a los "degenerados fiscales" e impidieron el aumento a los jubilados.

Ese argumento es falso o, en todo caso, cada uno elige qué tipo de degeneración asume.

El costo del proyecto era de 0,43% del producto bruto interno y habría ascendido a 0,8% el año que viene. Mientras, los gastos tributarios –la pila de beneficios fiscales, exenciones y subsidios a jueces y empresarios ahora amigos del Gobierno, como los de Tierra del Fuego y Marcos Galperin entre tantos otros, que el mandatario considera "derechos adquiridos"– dan cuenta de unos 3,5 puntos del PBI.

La facción que milita en la Unión Cínica Radical también se activó en el Senado –contó la periodista Gabriela Pepe – con la intención de la sesión que debe decidir este jueves el rechazo definitivo al DNU que empapeló con 100.000 millones de pesos la SIDE del jefe de Gabinete blue, Santiago Caputo, y el aval a un proyecto que garantice el financiamiento universitario. Se viene otro veto.

Los abanderados de la ofensiva fueron Eduardo Vischi y Víctor Zimmerman, quienes responden al gobernador Valdés.

Tras el abandono a los jubilados, ese sector de la UCR jalona otro, acaso final: la causa de la universidad pública. Los impotentes presidente del partido, Martín Lousteau, y jefe de la bancada de Diputados, Rodrigo de Loredo, conductores de nada, tal vez no sean conscientes del desprestigio terminal de la marca UCR a la que asisten.

Junto a la casta gobernante y sus satélites, también quedó expuesto el protocolo antipiquetes de Patricia Bullrich, supuestamente destinado a asegurar la movilidad de los ciudadanos.

Ahora se sabe –mejor, se prueba– que apunta a defender un modelo plutocrático y a impedir el derecho constitucional de protesta porque el ejército de efectivos federales que la ministra de Seguridad desplegó en torno al Congreso cortó el tránsito durante horas para evitar que los manifestantes ocuparan la calzada. Es decir, el piquete se produjo, pero fue policial, no popular.

Sobre el final, claro, hubo suelta de palos, gases y hasta atropellamientos con motos policiales. Quedaron 13 heridos y tres detenidos.

Demanda presente, oferta ausente

Segundo vértice del triángulo que acecha a Milei, la calle estalló otra vez tras el voto de Diputados en medio de la deserción amplia de la dirigencia, salvo excepciones como la izquierda trotskista; los movimientos sociales; Pablo Moyano, Hugo Yasky, Sergio Palazzo y otros sindicalistas; Axel Kicillof, Verónica Magario, demás funcionarios bonaerenses; Juan Grabois y algunos más.

El líder camionero se abstuvo de avanzar más allá del cordón policial, pero su sola presencia resaltó la ausencia orgánica de la CGT, que ya no se sabe cómo hará para esquivar la presión para convocar a un nuevo paro general.

En abril, Letra P se refirió a la masiva marcha a favor de la educación pública como el conato de una alianza social que se recordaría cuando se escribiera la historia del mileísmo. ¿Exageró? No, y de hecho se habló entonces del germen de un movimiento heterogéneo, autopercibido como de clase media y capaz de producir con el tiempo una propuesta política a la altura del desafío. La demanda está instalada, pero sigue pendiente la oferta, el surgimiento de un canal de representación satisfactorio, inevitablemente democrático y moderado, si es que pretende incluir a una mayoría social que contenga a las minorías intensas, pero no se limite a ellas.

Una nota de Carlos Pagni en La Nación ilustra, con menciones a diversas encuestas, el modo en que la autopercepción de pertenecer a los sectores medios se ha encogido drásticamente, llegando en la actualidad a entre 25 y 35% como máximo. La mayoría de los argentinos se siente pobre.

Hoy cunde el desconsuelo, pero el paso que media entre ese sentimiento y la rebeldía puede ser breve y no suele avisar.

El plan de Toto Caputo, en un pantano

El tercer vértice del triángulo fatídico para el Gobierno está dado por el creciente descalce entre narrativa y realidad, esto es la disfuncionalidad entre la idea de que el sacrificio actual se justifica por los beneficios futuros. ¿Cuánto más habrá que esperar para ver logros?

La desinflación es el principal caballito de batalla de Milei y Toto Caputo, pero el detalle es que el proceso se detuvo en mayo, derivó en altiplano y por ahora no vuelve a arrancar.

La esperanza del ministro de Economía de que el IPC de agosto diera por debajo del de julio y rompiera por fin el maleficio del 4% no se concretó. Las consultoras privadas preanunciaban, por fin, el ansiado tres y pico que en su momento también frustró a Sergio Massa, pero no fue el caso. Al final, en lugar de bajar, fue para arriba y quedó en 4,2%.

A Caputo no le alcanza con cepo, con pisar paritarias, con la hiper recesión ni con planchar los dólares paralelos dilapidando cientos de millones de las reservas. ¿Necesitará algo más?

El índice de precios volvió a subir por imperio de las tarifas –5,9%–, pero lo inquietante es que la inflación núcleo, anticipo de tendencia por excluir precios regulados y estacionales, quedó pegada al promedio en un muy elevado 4,1%.

¿Habrá alivio en septiembre, a lo que Caputo se jugó al reducir el impuesto PAIS, lo que compromete los ingresos fiscales, abarata las importaciones y afecta la acumulación de reservas?

La consultora LCG no cree que eso tenga gran efecto y espera otra vez un número cercano al 4%, el mantenimiento de la maldita meseta. Eso, de concretarse, se parecería mucho a un problema político serio.

Se dé este mes el número que se dé, tal vez eso le interese poco a la calle. El director del INDEC, Marco Lavagna, debió salir a desmentir una sensación de manipulación del IPC y a anunciar su reformulación en momentos en que tarifazos incesantes hacen que los servicios públicos impacten en los bolsillos mucho más que lo descripto por las estadísticas oficiales.

¿Y ahora?

Los jubilados representan el 20% del padrón y su causa sensibiliza a hijos, nietos y amigos que también votan. Además, se trata de los frágiles entre los frágiles.

Alguna vez la CGT deberá interesarse por su suerte y asumir lo que son: trabajadores retirados.

Todo lo bueno que nos rodea fue hecho por sus manos y con su esfuerzo, tanto lo material como el amor que recibió la mayoría de nosotros –no el Presidente, según ha contado, y otros desafortunados– y la alimentación que explica nuestra contextura.

El patrimonio social en edificios e infraestructura fue forjado por ellos cuando eran jóvenes, lo mismo que los recursos que financiaron y el trabajo que hizo posible nuestra educación y el cuidado de nuestra salud, así como diversas formas de bienestar que fueron declinando con las décadas, justo cuando el tiempo se les vino encima. Acaso eso no sea una casualidad y el presente tenga más que agradecerle al pasado que lo que gusta pensar.

El rechazo "heroico" a un aumento magro para ellos, fácilmente financiable con una pequeña parte de lo que el Estado bobo –ahora interesadamente anarcocapitalista– les sigue regalando a empresarios prebendarios, será un lastre para Milei. La historia no se hace en un día.

El sostenimiento del veto, con la peor metodología de casta, se superpone con un escenario en el que diversas encuestas comienzan a dar cuenta de un deterioro de la imagen del mandatario.

Zuban, Córdoba y Asociados es una de las consultoras que desde hace más tiempo viene advirtiendo sobre ese fenómeno. Ahora se le suman Opinión Lab y el consultor Hugo Haime.

¿Qué arrojarán las mediciones posteriores al veto y al show posporno de la casta gobernante?

 

 

* Para www.letrap.com.ar

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