Cruce extremo en Diputados: Grabois acusó a una diputada libertaria y tensionó el cierre del debate por la Ley de Inocencia Fiscal
- Juan Grabois protagonizó un fuerte cruce durante el cierre del debate por la Ley de Inocencia Fiscal.
- El diputado acusó a Lorena Villaverde de presuntos vínculos con el narcotráfico.
- Calificó la ley como una “legalización del lavado de activos” y del narcotráfico.
- También apuntó contra José Luis Espert y recordó denuncias judiciales en su contra.
- El tono elevado y las descalificaciones tensionaron el clima de la sesión.
- Tras el debate, Grabois reforzó sus críticas a través de redes sociales.
El cierre del debate por la Ley de Inocencia Fiscal en la Cámara de Diputados estuvo marcado por un episodio de alta tensión política y discursiva. El diputado nacional de Unión por la Patria Juan Grabois protagonizó una intervención cargada de acusaciones, gritos y descalificaciones personales, que derivó en un fuerte cruce con la diputada de La Libertad Avanza Lorena Villaverde y eclipsó, en parte, el tramo final de una sesión clave para el oficialismo.
La ley, impulsada por el Gobierno y finalmente aprobada, propone cambios en el régimen tributario bajo el argumento de reforzar el principio de que los contribuyentes deben ser considerados cumplidores salvo prueba en contrario. Sin embargo, para Grabois, la iniciativa representa algo muy distinto. En su discurso, sostuvo que la norma constituye una “legalización del narcotráfico” y una vía de “impunidad para el lavado de activos”, una acusación que vinculó de manera directa con sectores del oficialismo libertario.
El dirigente del Frente Patria Grande centró sus ataques en Villaverde, a quien acusó de presuntos vínculos con el narcotráfico y contra quien lanzó afirmaciones de extrema gravedad. “Va a ir presa muy rápido”, aseguró desde su banca, y agregó que él mismo la “visitaría en el penal”, en una frase que generó murmullos, gritos y un clima de fuerte incomodidad en el recinto. El tono elevado y las expresiones utilizadas rompieron con la formalidad habitual del debate parlamentario y provocaron reacciones inmediatas tanto dentro como fuera del bloque oficialista.
En su intervención, Grabois también apeló a una retórica confrontativa al referirse a los alcances de la ley. “Festejen esta ley; festejen una ley con la que van a blanquear la plata de los que les venden droga a sus hijos y nietos”, gritó, reforzando su postura de rechazo absoluto a la iniciativa y trasladando el eje del debate desde el plano técnico al moral y político.
El diputado fue más allá al involucrar al economista y ex diputado nacional José Luis Espert, a quien recordó como uno de los impulsores originales de proyectos vinculados a la temática. Según Grabois, Espert habría renunciado a su banca y a su candidatura “por una denuncia judicial que motorizó él mismo”, relacionada —siempre según su versión— con presuntos vínculos con el financiamiento del narcotráfico. Estas afirmaciones, realizadas sin matices ni aclaraciones adicionales, profundizaron el nivel de confrontación.
Las descalificaciones hacia Villaverde continuaron hasta el final de su exposición. Grabois sostuvo que su presencia en la Cámara “debería dar vergüenza” y cerró con una frase que volvió a sacudir el recinto: “Sáquense todos una selfie con esa señora ahí que va a ir presa muy rápido. Chau Villaverde. Te voy a ir a visitar al penal”. El cierre abrupto dejó en evidencia el clima de máxima tensión que atravesó la sesión en sus últimos minutos.
Horas después, el dirigente social reforzó su postura a través de las redes sociales. Allí compartió el fragmento de su discurso y denunció que el oficialismo intentó votar la ley “en la oscuridad de la madrugada” sin otorgar la palabra a la oposición. En ese mensaje, reivindicó su trayectoria de lucha “contra la narcoestructura y la deshumanización” y llamó a “seguir enfrentándolos sin miedo”, bajo la consigna “Ni un pibe menos”.
El episodio dejó al descubierto no solo la polarización en torno a la Ley de Inocencia Fiscal, sino también el grado de deterioro del debate parlamentario, donde las acusaciones personales y los cruces verbales extremos ganan espacio por sobre la discusión de fondo. Mientras el oficialismo celebró la aprobación de la norma, la escena protagonizada por Grabois sumó un nuevo capítulo a un Congreso atravesado por la confrontación política y discursiva.