El 12 de obtubre de 1931 quedaba inaugurada la estatua del Cristo Redentor, el mayor símbolo de la ciudad brasileña de Río de Janeiro.
La piedra fundamental se colocó el 4 de abril de 1822 y la construcción demandó una compleja ingeniería para erigir la mole de hormigón de 1.000 toneladas y 38 metros de altura situada en la cima del cerro Corcovado que se eleva a 809 metros sobre el nivel del mar. El diseño estuvo a cargo del ingeniero Heitor da Silva Costa, el escultor francés Paul Ladowsky y el artista Carlos Oswald.
En contra de todas las previsiones, durante la obra realizada en un ambiente de fuertes vientos y cuestas escarpadas no se produjeron accidentes fatales, hecho que llevó al ingeniero en jefe de religión judía a convertirse a la fe católica.
El 7 de julio de 2007 fue incluida en la lista de las siete maravillas del Mundo Moderno.