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Evitar a toda costa una devaluación antes de dolarizar: qué factores complican el plan Milei

ECONOMÍA 22/03/2024 Antonio D´Eramo*
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El presidente Javier Milei está urgido. Como un boxeador temerario se para en el centro del ring de todas las peleas que pueda dar contra la "casta", porque sabe que el público está a su favor de manera mayoritaria pero el constante incremento de los precios de los alimentos en la población desgasta "el órgano más sensible del hombre, que es el bolsillo" como sostenía Juan Domingo Perón y puede provocarle la pérdida de apoyo popular más pronto que tarde.

Así se desprende de varios sondeos de opinión realizados en ocasión de los 100 días de gobierno de La Libertad Avanza, donde se refleja la buena imagen positiva del Presidente a pesar de la estanflación que atraviesa el país, pero con niveles de confianza que van a la baja por el sensible costo de la canasta alimentaria.

Con alta inflación en alimentos, ¿es posible la dolarización?

Ante este contexto, la inflación, el fantasma que recorre la producción de bienes y servicios y que provocó el descontento popular durante las gestiones de líderes como Perón, Alfonsín o Cristina Kirchner, es el verdadero contrincante de Javier Milei que no encuentra respuestas eficaces en la gestión económica de su ministro del área, Luis Caputo.

En el Palacio de Hacienda, funcionarios que tienen la palabra prohibida para expresarse públicamente, confiaron a iProfesional que "la reciente reunión con supermercadistas y empresas del rubro tuvo mucho de manotón de ahogado al igual que la implementación de la apertura de importaciones porque la realidad es que las empresas industriales de alimentos se están cubriendo de, una más que probable, devaluación de la moneda que no sería del 2% mensual como intenta sostener, contra viento y marea, Luis Caputo".

Para el economista, Ariel Ferrari, "desde que asumió Milei los precios de los alimentos aumentaron un 70%". Prácticamente, coincide con el índice barrial de precios del Instituto de investigación social, económica y política ciudadana, que midió un incremento del 69,7%.

El trabajo enseña la desmesura de lo que cuesta comer y beber en el país. El rubro que más subió en estos primeros 100 días, entre los alimentos de la canasta básica alimentaria, fue el de almacén con el 75,16%, seguido por frutas y verduras con el 68,95%, mientras que las carnes aumentaron 62%.

De estos números surgen estas reuniones entre Caputo y supermercadistas a los que amonestó por las promociones 2x1 que en nada ayudan a que baje el precio de venta al consumidor final por unidad.

"El ministro debería comprender que las ofertas de 2x1 sirven, siempre y en todo lugar, al comerciante y no al cliente. Se producen porque son productos que cuesta vender, con disponibilidad de unidades en el depósito y que permite al comerciante manejar sus flujos de caja. Son cuestiones elementales del comercio que en ocasiones aprovechan los consumidores", explica un ejecutivo de una cadena francesa.

Ahora bien, las alarmas volvieron a encenderse porque en marzo, los precios de los alimentos volvieron a aumentar, generando impaciencia social e irritabilidad presidencial.

Se trata de un combo que podría tener dos efectos en el corto plazo.

Manotazo de ahogado para bajar los precios de alimentos

El primero, una mayor presión de los funcionarios de la Casa Rosada hacia sus pares del Palacio de Hacienda para que bajen la inflación a como dé lugar. Inclusive con medidas consideradas herejes para la escuela austríaca de economía.

Porque, convocar empresarios para coordinar esfuerzos que pongan un techo a los aumentos y promover el programa "Precios convenientes", compuesto por 200 artículos de consumo masivo, es una medida similar a la promovida por los equipos de Martín Guzmán o Sergio Massa con sus "precios justos" y "precios cuidados".

Frente a la expectativa de devaluación monetaria que parece ser el favorito de los burócratas del FMI y en el que creen, fielmente, los empresarios de la COPAL y de la UIA, el ministro Caputo insiste que la tasa de crawl del 2% mensual hasta el último trimestre del año se va a sostener, porque será el momento adecuado para levantar el cepo cambiario.

Milei espera un guiño del FMI para lograr la dolarización

Los empresarios locales insisten, en voz baja, que el Gobierno terminará devaluando más allá del 2%, luego de la visita a Buenos Aires del director del Fondo Monetario Internacional para el hemisferio occidental (FMI), Rodrigo Valdés, el próximo 26 y 27 de marzo que, en principio, es partidario de esta solución.

Valdés chocará con la posición de Javier Milei, que busca evitar la devaluación del peso, y podría contrarrestar con la posibilidad de avanzar hacia la dolarización de la economía o hacia un nuevo régimen de convertibilidad monetaria.

Para el contador y titular de la Fundación Economía y Sociedad, Alejandro González Escudero, la mesa chica del Gobierno está decidida a dolarizar tarde o temprano, pero enfrenta retos mayúsculos.

El analista explicó: "El Gobierno, a través del Banco Central, necesita una cantidad mayor de dólares que las reservas que acumuló hasta ahora. El Presidente dijo en reportajes que si recibe 15.000 millones promueve la dolarización. Probablemente se refería a un auxilio del FMI. No sabemos si están trabajando en la enorme cantidad de temas que implica cambiar la moneda. Además, el FMI debería estar de acuerdo. La dolarización alejaría la posibilidad de devaluaciones, porque ya no hay moneda, y con ello el efecto extremadamente nocivo de la incertidumbre sobre futuras devaluaciones y el impacto que se produce cuando se hacen. Lamentablemente, en Argentina, las devaluaciones se trasladan muy rápido a precios (passthrough) aún en recesión. En el paper reservado que Caputo y su consultora le acercó a Milei en mayo del año pasado están muy bien explicados los problemas que tiene Argentina por mantener una moneda debilitada por décadas de mal manejo. Y un camino para dolarizar. Toda la consultora de Caputo está en el gobierno. Pero es difícil llevar a la práctica lo que se escribe en los papers".

Para la ingeniera agrónoma, Norma Parracia, experta en temas agropecuarios, "la noción de Caputo de que podrá encontrar un techo para los precios de los alimentos al tiempo que pedirá a los exportadores que liquiden sus exportaciones del agro sin devaluar la moneda una vez más, es realmente digna de un equilibrista sofisticado. Conseguir las dos cosas será un reto mayúsculo".

"Es posible que se intente un desdoblamiento del tipo de cambio para atraer a los exportadores al Banco Central", comentan y se ilusionan en la Bolsa de Cereales. Un precio diferencial que constituiría otra de las medidas heterodoxas que aplicaría, tapándose la nariz, un economista seguidor de la escuela austríaca.

 

 

* Para www.iprofesional.com

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