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Axel Kicillof & Maximiliano Pullaro, un club de la buena onda donde cada cual atiende su juego

POLÍTICA 27/03/2024 Agencia 24 Noticias Agencia 24 Noticias
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Tras semanas de coqueteo, finalmente Axel Kicillof y Maximiliano Pullaro concretaron la foto menos pensada. Este lunes por la tarde, los gobernadores de Buenos Aires y Santa Fe se encontraron en el puerto de San Nicolás y escenificaron por primera vez el vínculo que vienen cultivando desde la asunción de Javier Milei.

Los mandatarios se dieron cita para firmar un convenio de cooperación en materia de seguridad, una manera de profundizar los gestos que ya venían siendo públicos desde el último rebrote de violencia en Rosario. El bonaerense se solidarizó con su par santafesino tras ser amenazado por bandas narcocriminales y, cuando la situación escaló, aportó 80 móviles policiales para reforzar los patrullajes.
 
Sin embargo, el vínculo nació antes. La disputa por los recursos entre las provincias y la Casa Rosada había sido el desencadenante de los primeros contactos. En ese sentido, Expoagro les vino como anillo al dedo: allí, los gobernadores compartieron la tradicional cena de expositores previa a la apertura de la muestra, Kicillof le tiró flores en su discurso a Pullaro y hasta avanzaron en una reunión entre sus ministros de Economía.


El pretexto que encontraron Axel Kicillof y Maximiliano Pullaro
Kicillof tenía agendada su presencia en la ciudad nicoleña desde hace por lo menos una semana. Asistiría a anunciar una base de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI), un grupo “altamente especializado” que apunta a saturar de presencia policial las rutas del norte bonaerense. La base de esa unidad estará en San Nicolás.
La UTOI ya está en funciones y hace pocos días desbarató una banda que operaba en Campana con contactos con Los Monos, la conocida organización narco rosarina. Ese operativo sirvió como nexo para justificar la presencia de Pullaro.

Un detalle de color: estuvieron presentes intendentes y representantes de los gobiernos municipales de Pergamino, Colón, Salto, Ramallo, San Pedro y Zárate, entre otros. El grupo se entretuvo con una charla en la que compartieron experiencias de gestión mientras esperaban a los mandatarios. La suba de tarifas de energía fue el tópico que más circuló y donde compartieron su preocupación por las quejas de la ciudadanía que empiezan a escuchar. “Cuando me vienen a decir algo, yo les digo: la gente votó un recorte, esto es un recorte”, blanqueó uno, peronista él.

El juego de Axel Kicillof
Si bien el gobernador bonaerense justificó su ayuda a Santa Fe -”una provincia hermana”- considerando que tratar al narcotráfico como un problema local y no regional “es darle demasiada ventaja”, su gesto tiene una segunda lectura, más política: le permite cruzar la frontera bonaerense y penetrar en provincias ajenas, nacionalizando su proyecto de cara a 2027.

El contrato de comodato de los 80 patrulleros especifica, según reveló el propio Kicillof, que deben ser destinados a Rosario. Es lógico: es el epicentro de la crisis de violencia que atraviesa Santa Fe. También es la ciudad donde, por el comportamiento del electorado -urbano y no tan identificado con el campo-, el peronismo más puede recuperar dentro de una provincia que le viene siendo adversa en elecciones nacionales.

Un dato más. Aparte de Pullaro, hubo solo dos dirigentes santafesinos en el acto, ambos integrantes de la fauna panperonista e invitados por el gobierno bonaerense: la diputada Florencia Carignano, teniente de Wado de Pedro, y el concejal Juan Monteverde, un aliado del peronismo que ganó la interna y fue su candidato a intendente en Rosario. Un asesor indiscreto le acercó un papel al gobernador bonaerense recordando sus presencias justo antes de que este los mencionara al pasar en una de sus respuestas.

El juego de Maximiliano Pullaro
El gobernador santafesino tramitó un posgrado en diplomacia forzado por las circunstancias. Sólo así se explica que haya podido recibir la ayuda de Javier Milei y del gobernador que más detestan en la Casa Rosada sin que hubiera heridos en el intento. Sutilmente, Pullaro asintió cuando Kicillof remarcó que “nadie se salva solo” y que “sin un Estado presente” no se podría haber instrumentado la ayuda, pero a su turno agradeció más de una vez la ayuda del gobierno nacional plasmada en las visitas de la ministra Patricia Bullrich y de sus pares Luis Petri y Mariano Cúneo Libarona.

En ese campo minado que tuvo que atravesar, el santafesino encontró un aliado: Sergio Berni. Reactivando un vínculo que tenían cuando Pullaro era ministro de Seguridad en Santa Fe y Berni secretario de la misma cartera a nivel nacional, fue un líbero que permitió viabilizar la ayuda de Kicillof aprovechando su vínculo con Bullrich para evitar ruidos. Por esa gestión, tuvo su lugar en el acto, al que acudió junto a la diputada Agustina Propato -una que siempre está atenta a lo que pueda afectar a Zárate, su pago chico-. A él también le agradeció más de una vez Pullaro en su discurso.

CON INFORMACION DE LETRA P.

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