Ante los embates del kirchnerismo, Posse defendió el RIGI y el plan económico de Milei en su primer informe en el Senado

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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El jefe de Gabinete, Nicolás Posse, dio este miércoles el primer informe de la gestión libertaria en el Congreso. Ocurrió en el Senado, donde el funcionario desplegó un tono de mesura no sólo para exponer, sino también para amortiguar con éxito las críticas del kirchnerismo, y prometió que la inflación de 2024 será menor a la del último año del Gobierno de Alberto Fernández. A pesar de ello, algunas consultas de la oposición dialoguista dejaron insatisfacción en legisladores.

Tras su alocución inicial -bajo la mirada de la vicepresidenta, Victoria Villarruel- y un primer bloque de preguntas, una parte del Frente de Todos pidió precisiones macroeconómicas a Posse, que destacó: “En cuanto al presupuesto prorrogado en Economía, el Producto Bruto de este año se proyecta con una caída del 3,5%. Además, el tipo de cambio nominal, el A3500 del Banco Central con el dólar, se proyecta para $1016 (58% de crecimiento interanual). Y la inflación se proyecta en un 139,7% interanual a diciembre de 2024″.

El jefe de Gabinete además advirtió, al principio de su disertación, que “en el área económica, como en otras áreas también, encontramos un largo proceso de parches sobre parches y medidas que a veces se contradecía entre sí, y que habían llevado al país a una situación de gran inestabilidad”. Y agregó: “Evitamos, como dijo el Presidente, una crisis que probablemente podría haber sido la peor de la historia argentina, ya que combinaba lo peor del Rodrigazo, de la inflación de 1989 y de la crisis de los años 2001 y 2002″.

La caída del PBI no pasó de la largo para el kirchnerismo. Por caso, Juliana Di Tullio dijo que “en un trimestre cayó todo”. En esa línea, le espetó a Posse: “Reventaron todo. Reventaron a la clase media, por eso subió la pobreza. ¿De dónde salen los pobres? De la clase media”.

Seguido a ello, Di Tullio señaló que la actuación del jefe de Gabinete fue “bastante floja” y enumeró quejas por el freno a la obra pública, los fondos a provincias, y la baja en jubilaciones y salarios. En ese sentido, dijo que el Ejecutivo no tendría superávit “si se sincerara todo” y, en tono irónico, que “más enfriamiento de la economía no pudieron”.

Como el Senado se encuentra en pleno debate de la ley bases y el paquete fiscal, ambos temas no pasaron desapercibidos. En relación con el primer punto, Posse aseguró que el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) “permite inversiones de gran volumen que requieren de seguridad jurídica, que lamentablemente nosotros no hemos mostrado que genere confianza, se puedan implementar”. Y enfatizó: “Este sistema está apuntado a empresas que deben invertir entre tres y cuatro años grandes volúmenes de dinero, para poder llegar recién a un esquema de facturación”.

A las observaciones de Di Tullio sobre el RIGI se sumaron las del jefe del kirchnerismo en la Cámara alta, José Mayans, que después denostó el blanqueo del paquete fiscal y la contemplación de hasta cinco años para atrás, y fulminó la falta de trazabilidad. Para el formoseño, está hecho “a medida de 20 empresarios para que hagan lo que quieran en la Argentina”. De hecho, lo comparó con el “piquetero que se llevó tres planes”. “Pobrecito”, deslizó el senador.

Lo de Mayans, en realidad, fue una devolución al discurso con el que abrió la sesión informativa Posse, que comentó el escándalo sobre planes sociales de las últimas horas y ató la beligerancia de los grupos piqueteros con la actitud de la Confederación General del Trabajo (CGT) hacia el Gobierno.

El funcionario puntualizó: “La CGT tomó una actitud bastante agresiva, muy distinta a la que había tenido con la gestión anterior, en la que no realizó ningún paro general, y este gobierno ya fue confrontado con dos paros generales. El primero fue a los 44 días de estar en gestión y, el segundo, hace pocos días, el 9 de mayo”.

Para atar a los sindicatos con los piqueteros -”un sistema de esclavitud moderna”, juzgó-, Posse indicó: “Para esto también funciona la línea 134. Hemos recibido, en el último paro, casi 4.000 denuncias por presiones y extorsiones, donde más de 200 tienen pruebas suficientes para avanzar con causas penales”.

Por otra parte, el jefe de Gabinete hizo referencia al escándalo de los seguros en el Estado. “Una de las cosas que nos llamó la atención es la cantidad de autos que tenían cada ministerio y agencias. El 30% de esos autos no sólo estaban en desuso, sino que no había ningún plan para ponerlos en funcionamiento. El otro dato curioso es que la mayoría de esos autos tenían impagas las patentes, pero tenían pagos los seguros”.

El cierre de la reunión informativa quedó en manos del titular de la bancada libertaria en la Cámara alta, Ezequiel Atauche. “No elegimos al más chamuyero”, inició el jujeño para calificar a Posse, y disparó al kirchnerismo: “Los argentinos se cansaron de su versito y de sus mentiras. Por eso, el año pasado les dimos un cachetazo y ahora están asustados, porque saben que de a poco se van a empezar a ir”.

Atauche fue más allá y conjeturó que el kirchnerismo “dejó al país destruido y lleno de pobres y ‘curros’”. Para contrarrestar las críticas económicas que escuchó Posse, el senador subrayó que el Gobierno de Alberto Fernández “imprimió una base monetaria para ver si ganaban las elecciones y no pudieron”, y continuó: “Nos dejaron la casa rota y nos vienen a contar que las cosas están mal, por eso se fueron del gobierno”.

Por último, Atauche le enrostró al kirchnerismo que “no sabe lo que es sufrir como un argentino emprendedor y tampoco lo que es la calle de verdad”, y que el actual Gobierno “es de gestión, no politiquería barata”. “Están asustados porque su modelo se acabó”, cerró el jujeño.

Cuentas pendientes

Uno de los requerimientos esperados al jefe de Gabinete fue el de Guadalupe Tagliaferri (Pro), que días atrás rompió las defensas del Gobierno sobre la ley bases y obligó a funcionarios a reconocer redacciones poco felices en algunos artículos, lo que abrió la puerta a cambios aún en negociación.

“Lo que estamos empezando a observar es que hay una falta de preocupación por la gestión y, sumada a cuestiones de herencia y falta de recursos, empieza a no establecer prioridades y a desatender cuestiones que se resuelven por una obsesión de la gestión”, sugirió la senadora por la Ciudad de Buenos Aires.

Tagliaferri también evaluó: “Observamos que hay una gran obsesión por el déficit cero, por el equilibrio fiscal, que entendemos es importante. Pero que no es excluyente. No puede el único objetivo que tiene un país, o el único rumbo que puede tener un gobierno”.

Otras áreas que no conformaron a senadores de distintos bloques apuntaron a educación, salud, ciencia y tecnología y obra pública, entre otras cuestiones. En cuanto al primer punto, el radical Maximiliano Abad (Buenos Aires) logró que Posse admita: “Estamos pensando y estudiando su propuesta de incluirla en el Pacto de Mayo”.

 

 

Con información de www.infobae.com

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