Germán Martínez: "Jorge Macri tiene que aportar los videos de la gente que quemó el móvil"
POLÍTICA Agencia de Noticias del InteriorEl presidente del bloque de UxP en Diputados, Germán Martínez, sostuvo que cuando está Patricia Bullrich a cargo del operativo de seguridad, “no están dadas las condiciones para ejercer el derecho a la protesta de manera pacífica”. Por otro lado, sostuvo que en el tratamiento de la Ley Bases en Diputados “hay varias cuestiones sin resolver que generan tensiones dentro del oficialismo y sus aliados”. “Trato de hablar poco porque si nosotros definimos una postura clara ahora, ellos se acomodan en contra nuestra”, explicó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).
Germán Martínez es diputado nacional y presidente del bloque de Unión por la Patria. Anteriormente, fue subsecretario de Administración en el Ministerio de Defensa durante la gestión de Agustín Rossi y Asesor Legislativo del mismo entre 2005 y 2017.
Ayer (por el martes), todo el bloque de diputados de Unión por la Patria participó de la movilización en reclamo por la liberación de los detenidos desde el miércoles pasado por la violencia en el Congreso. Me gustaría ponderar en qué caso las personas sí deben estar detenidas porque produjeron desmanes, sobre aquellos casos en donde se detiene a personas sin pruebas de que hayan cometido o sido parte del conflicto.
Ayer (por este martes) nosotros hicimos dos cosas, no solamente acompañamos la movilización impulsada por los familiares de las personas que ayer seguían detenidas en el marco de la represión desatada el miércoles pasado cuando se trató la Ley Bases en el Senado, sino que también presentamos una denuncia a Comodoro Py, que recayó en el juzgado de Ariel Lijo y bajo la fiscalía de Ramiro González, donde los diputados y diputadas, que fueron los primeros reprimidos el miércoles pasado, denunciaron a Patricia Bullrich, a su secretario de Seguridad y al Prefecto General a cargo de la Prefectura Naval Argentina.
Esto lo hicimos, en primer lugar, por los hechos de represión que se vivieron con todos, pero principalmente con los diputados. Lo que pasó fue un paso más en una escalada de confrontación que tiene el Presidente de la Nación con el Congreso argentino, recordemos que arrancó hablando de espaldas al Congreso y emitió un DNU que va en contra de las facultades que son exclusivas por la Constitución Nacional del Congreso argentino, y sobre todo la catarata de insultos, agravios y descalificaciones hacia diputados de distintas fuerzas políticas durante estos seis meses.
El segundo elemento es que tanto Milei como Bullrich están configurando las condiciones para avanzar en el establecimiento, en la declaración de un Estado de excepción en la Argentina que vaya en contra de las garantías constitucionales.
En ese marco hay que entender lo que pasó con los detenidos, si uno ve la resolución emitida ayer por la jueza María Romilda Servini, encuentra que en la mayoría de los casos lo que dicta es la falta de mérito, y después focaliza sobre cinco personas que quedaron aún detenidas en el medio, liberando a todos aquellos que aún no habían sido liberados.
A mi criterio, fue absolutamente innecesario que permanecieran en condición de detenidos todo este tiempo, tranquilamente se podría haber llegado a esa conclusión con las personas libres. Ahora, lo que está tratando de hacer Servini es tratar de armar una especie de doctrina Irurzun, como existía entre el 2016 y 2019 para encarcelar funcionarios, acá están tratando de hacer lo mismo para detener ciudadanos.
Entonces, ante la duda y la posibilidad de que tengan algo que ver, o que se escapen y entorpezcan la investigación, los meten en cana. Todo eso va en contra tanto de lo que dice la Constitución Nacional como de lo que dicen los tratados internacionales a los que adhirió la Argentina.
Entiendo tu posición desde el punto de vista jurídico y de derechos humanos, pero me gustaría aprovechar tu experiencia para reflexionar cómo finalmente que haya los desmanes que hubo termina produciendo el efecto contrario al que se buscaba, y encima termina generando que el Gobierno quede triunfante frente al desvío de la discusión de la Ley Bases a los desmanes. ¿Cómo se puede lograr el efecto contrario con manifestaciones pacíficas sin la generación de extremistas que logren el efecto contrario a lo buscado con la manifestación?
Sin Patricia Bullrich conduciendo el operativo de seguridad. El 24 de enero marcharon centenares de miles de trabajadores en el primer paro general de la CGT y no hubo ningún desmán, el 8 de marzo marcharon centenares de miles de mujeres por los derechos de las mujeres y no hubo ninguna situación. El 24 de marzo, centenares de miles de personas reclamaron verdad, memoria y justicia y no hubo ningún problema; el 23 de abril casi un millón de argentinos pidieron por las universidades públicas y tampoco hubo problema. Después, el 1 y el 9 de mayo hubo dos convocatorias más de la CGT y no pasó nada malo, ni el Día del Trabajador ni el paro general.
En la Argentina están dadas las condiciones para poder ejercer el derecho a la protesta y la manifestación, siempre se hace de manera pacífica, pero eso se pierde cuando está a cargo Patricia Bullrich, porque pone una cantidad absolutamente desproporcionada de policías en la calle, que genera el efecto contrario a cualquier intento de pacificación. Además, fue llamativa la situación que se vivió la semana pasada, donde tenían registro de casi todos pero los infiltrados que quemaron autos no aparecen en ninguna cámara y en ningún lado, y eso hay que tenerlo en cuenta, porque Jorge Macri tiene que aportar los videos de la gente que quemó el móvil de Cadena 3, no aporta imagen ni videos de todos aquellos que en algún momento fueron identificados como personas extrañas a la movilización que se estaba desarrollando.
Me parece que hay un problema de concepción en el desarrollo del aparato represivo en una manifestación de esas características, que va a buscar que se generen esas situaciones. A nuestro bloque siempre lo van a encontrar del lado de la protesta absolutamente pacífica. Lo único que hicimos los diputados fue acercarnos a los manifestantes para establecer el vínculo entre representados y representantes, ¿por qué vino la Prefectura Naval Argentina con escudos y gases? Es una decisión tomada al más alto nivel del poder político del Ministerio de Seguridad de la Nación.
De hecho, muchos manifestantes permanecieron durante horas por Rivadavia, entre Callao y Combate de los Pozos y no hubo ningún tipo de dificultad. Eso demuestra que la predisposición siempre es hacer marchas pacíficas. Lo que debería registrar el Gobierno, y esencialmente Patricia Bullrich, es que cuantos más policías armados haya, con balas de goma, escudos y gases en la calle, se generan varias condiciones que no fomentan la convivencia pacífica en el lugar donde se está desarrollando la protesta.
Estoy preocupado por el futuro y quiero salir de la simplificación. Leo y escucho columnistas que dicen que estas manifestaciones demuestran lo que es el kirchnerismo porque dicen que cuando el kirchnerismo no gobierna se producen estos hechos, como pasó en el 2017 con Macri. Pero vos me decís que esto es culpa de Patricia Bullrich. Me parece que el tema es más complejo…
Será más complejo, yo no estoy dudando de la complejidad. El aparato represivo de diciembre de 2017 lo montó Patricia Bullrich, era la misma ministra.
Además, si es así, que me muestre alguna imagen de un kirchnerista o un peronista que demuestre una situación de violencia, no las van a encontrar. Entonces, lo que hay es un uso dialéctico de poner al kirchnerismo y al peronismo en frente para generar legitimidad en penosas facciones que realiza el Gobierno.
Todavía están en campaña, ellos la ganaron apelando a dos ejes: casta-anti casta y peronismo/kirchnerismo- antiperonismo/antikirchnerismo. Llevan ese mismo análisis a la gestión de gobierno, y siguen atrapados en la campaña.
Las cámaras que no muestra Jorge Macri las puede pedir el juez y las van a tener que mostrar. Lo que yo quiero es ir a la causa de la causa. En el 2001/2002, no estaba Patricia Bullrich, y casi queman el Congreso. Entonces, como hasta el propio FMI plantea la preocupación por una creciente recesión que empeore las condiciones sociales y que genere violencia social, más allá de que el Gobierno diga que son los kirchneristas y los kirchneristas digan que la culpa es de los infiltrados y de Patricia Bullrich, hay una cuestión más grande todavía. Dado que va a haber tensión social, me interesa cómo resolver este tema.
Quiero agregar una mínima corrección, en el 2001 sí estaba Patricia Bullrich, era ministra de Trabajo de la Nación.
Había renunciado ya...
Cuando sucedieron los hechos de diciembre del 2001, recuerdo el libro El palacio y la calle de Miguel Bonasso, la propia Patricia Bullrich insiste con la participación del dispositivo de defensas en la represión interna, y es el propio esquema de las Fuerzas Armadas el que no quiere.
Tenés que tomar lo que yo te estoy diciendo, ¿por qué cuando nosotros organizamos las movilizaciones no hay ningún problema? Es un dato fáctico, en los paros generales, en el 8M, el 1 de Mayo y en la marcha en defensa de la universidad pública, había más gente que la del otro día y no hubo ningún problema, entonces hay algo cierto en lo que yo te estoy diciendo.
Sin duda hay violentos en la Argentina, pero me genera interrogantes saber para quién juegan, porque cuando veo el accionar parecería que hay un juego que en algún lugar se retroalimenta entre algunos violentos que se disfrazan de manifestantes y policías que necesitan de esos violentos para llevar adelante una manifestación que disperse la movilización masiva.
No es nuevo esto en la Argentina, en el año 1995 estábamos pidiendo en contra de la sanción de la ley de educación superior, yo soy de Rosario y Menem mandaba infiltrados, rompió las vidrieras de Corrientes y Córdoba, que era donde nos concentrábamos, y venía la cana y nos dispersaba todo. Todo esto es más viejo que la injusticia.
Totalmente. Además hay lumpen, eso hay que aceptarlo. Hay personas con problemas psiquiátricos y eso hay que tenerlo en cuenta. Por otro lado, pude chequear y Patricia Bullrich renunció como ministra de Trabajo en noviembre de 2001, y los conflictos se desataron a fines de diciembre…
En eso tenés razón y lo acepto.
Pero yo estoy más preocupado por la concordia social, no por encontrar un culpable, sino por encontrar soluciones.
Hay margen de soluciones, no me cabe la menor duda, y es que cuando existe la necesidad de una manifestación, eso se pueda discutir en una mesa de la misma forma en la que se lleva adelante una movilización. ¿Crees que no hubo diálogo entre el Gobierno de la Ciudad y las organizaciones que estuvieron detrás de cada una de las convocatorias masivas a las que hacía referencia anteriormente? Sí hubo diálogo y acuerdos, y hubo la posibilidad de expresión. Se sabía por dónde entraba cada uno, en qué lugar se movilizaba y hasta qué hora se quedaban. Pero si tenes a alguien que no presta ningún marco de diálogo para generar eso es muy difícil.
En el 2016, cuando arranca el famoso protocolo de Bullrich, que es muy parecido al que está implementando ahora, también se veía todo esto. Aquel año hubo una brutal represión en Rosario y después quedó en la nada con el tiempo. En el mientras tanto, lamentablemente pasa lo que tiene que pasar, pero también puede contar con articuladores sociales y políticos de todo eso si detrás de cada uno de los grandes sectores hay personas con predisposición de ordenar lo que hay que ordenar para que las cosas salgan bien, pero me pregunto si tienen ganas de que las cosas salgan bien o si esas cosas sirven para distraer la atención.
Hay un creciente descontento social con Javier Milei y no hay nada que lo esté tapando, no hay ni operativo de distracción, ni bomba de humo, ni imagen subida a tik tok. No están deteniendo el constante deterioro en la percepción que tienen grandes sectores de la sociedad en Javier Milei. Decir “mira como corrí el eje, en lugar de estar hablando de la Ley Bases estoy hablando de la represión”, podría ser un placebo, pero te aseguro que abajo se percibe otra cosa.
Claudio Mardones: Respecto a la Ley Bases, se habla de una posible sesión para la semana que viene, hay reuniones de funcionarios del Gobierno con representantes de los bloques que dieron quórum y votos positivos a la Ley Bases y al paquete fiscal, ¿cree que hay riesgo de que se pueda judicializar el resultado de la Cámara de Diputados? Se lo pregunto respecto a la interpretación del artículo 81, algunos sostienen que hay temas que fueron sacados por el oficialismo del dictamen en el Senado que no llegaron al recinto y otros que sufren cambios. ¿Qué es lo que está en juego?
La judicialización o no va a depender de lo que hagan con los reglamentos, no me gusta hablar por anticipado. Me parece que hay que entender qué es lo que se está discutiendo, como si la capacidad de insistir en el texto de los diputados o de aceptar los cambios en el Senado, en términos reglamentarios, es un paquete cerrado o si se puede abrir y analizar artículo por artículo.
En segundo lugar, qué se hace con aquellos artículos, que tanto en la Ley Bases como en el Paquete Fiscal, el Senado decidió, con una votación voluntaria, rechazar, como la cuestión del impuesto a las ganancias. ¿Al haber una voluntad del Senado en rechazarlo se puede tratar en Diputados e insistir? La tercera cuestión es qué hacemos con aquellos temas que el mismo informante en el Senado decidió retirar y ni siquiera se pusieron en consideración, como el tema moratoria y la prestación para los mayores de 65 años, estas son las tres grandes discusiones.
Yo trato de hablar poco porque si nosotros definimos una postura clara ahora, ellos se acomodan en contra nuestra. Veo tensión y dificultades en los bloques para ordenar estos tres elementos y conformar la mayoría que la ley requiere. Vos debes leer los mismos rumores que yo leo en los medios de comunicación, y sabes que hay dificultades para eso, porque los senadores que votaron una cosa piden que se respeten los cambios que ellos produjeron, pero en Diputados quieren insistir con lo suyo.
Entonces, como veo tensiones dentro del oficialismo y sus aliados, prefiero ir con calma y serenidad. Seguramente la semana que viene tendremos una semana intensa sobre estos temas.
Con información de www.perfil.com