El RIGI alumbra la era Javier Milei: claroscuros de una matriz productiva que patea el tablero político

OPINIÓN Marcelo Falak*
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Se sabía que la aprobación de la ley Bases abriría una nueva etapa política y económica en el país y, debido a una azarosa combinación de coincidencias, eso comenzó a ocurrir este martes mismo. Mientras Federico Sturzenegger aún no muestra las cartas del desguace del Estado que le encargó "el topo" Javier Milei, el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones ( RIGI) comenzó a provocar una lluvia de anuncios impactantes que, de concretarse, consolidarían en el mediano plazo el proyecto paleolibertario y en el largo, cambiarían profundamente el rostro productivo de la Argentina.

El primer anuncio, una bomba política que cae sobre Axel Kicillof –el principal dirigente opositor–, fue la decisión del Directorio de YPF de instalar la planta de licuefacción de gas y el puerto para exportar el recurso que espera construir con la malasia Petronas en Río Negro y no en la provincia de Buenos Aires, como estaba previsto.

El proyecto, que avanza pero aún tomará un tiempo para concretarse, es el más grande de la historia argentina, involucra entre 30.000 y 50.000 millones de dólares en los próximos siete años y, cuando esté plenamente operativo en 2031, promete exportaciones por unos 30.000 millones de dólares al año. Se gesta una revolución productiva para el país.

El segundo anuncio se vinculó con la minería. La compañía más grande del mundo en ese sector, la australiana BHP, se hizo con el 50% del proyecto de cobre de Josemaría y se asociará con la dueña anterior del mismo, la canadiense Lundin Mining, para explotar ese mineral y plata en Filo del Sol. Los dos emprendimientos, que involucrarán inversiones por alrededor de 10.000 millones de dólares y mejorarán la infraestructura local –sobre todo la eléctrica–, están radicados en San Juan.

La Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM) estima que las inversiones en el sector podrían ascender a 25.000 millones de dólares gracias al RIGI.

BHP "no habría llevado adelante la inversión o la decisión de invertir a largo plazo si no hubiese sido por el régimen, que le da determinadas garantías y le agrega valor al proyecto", celebró el vocero Manuel Adorni en nombre de su jefe. No es para menos.

Los beneficios de corto plazo del RIGI

La llegada de dólares frescos será, cuando empiece a concretarse, un enorme beneficio para el Gobierno. Habría que decir que también para el país, pero los efectos positivos del RIGI quedan acotados por no requerir prácticamente nada en términos de liquidación de exportaciones –la ley impone una obligación decreciente hasta llegar a cero después del cuarto año, cuando los proyectos recién comienzan a resultar plenamente operativos– y por incluir un requerimiento de apenas el 20% de la inversión en la contratación de proveedores locales.

Es por esto que Letra P ha calificado una y otra vez el incentivo –a priori necesario– como abusivo en sus detalles, avaro en cuanto a la provisión de divisas para el despegue de la economía y el pago de la abultada deuda pública, y excesivamente volcado a favor de las empresas.

Eso no impide que la llegada de dólares contantes y sonantes para la realización de las obras vinculadas a los diferentes proyectos de inversión tenga impacto en el mediano plazo. Se busca estimular un proceso equivalente al de las privatizaciones de los años 90: un intenso ingreso de divisas duras en un comienzo y una reversión del sentido del flujo de dinero en el largo plazo, dado por la salida de las mismas en concepto de remesas.

Así, el inicio puede ser maná del cielo para el proyecto político de Milei. El presidente, su ministro Toto Caputo y el titular del Banco Central, Santiago Bausili, lidian día a día con una sangría inquietante de dólares. El fracaso de la temporada alta de la soja derivó, desde el tercer trimestre, en un requerimiento elevado de divisas para el pago de deudas e importaciones. Las reservas brutas perforaron este martes a la baja la barrera de los 27.000 millones de dólares y, de acuerdo con Infobae, eso ya "impacta sobre el nivel de encajes de los depósitos", esto es el respaldo del dinero de los ahorristas. Ese asunto es muy delicado…

El apuro oficial es tal que el Central se ha lanzado a una carrera loca en la que la intervención para bajar las cotizaciones de los dólares paralelos acentúa la escasez de reservas. La malaria, eventualmente, debería atenuarse allá por enero si un eventualmente triunfante Donald Trump eventualmente forzara al Fondo Monetario Internacional (FMI) a volver a prestarle a la Argentina. Demasiadas eventualidades…

La trampa de Milei

El Presidente había anticipado –¿decidido?– que YPF y Petronas llevarían su megaproyecto a Río Negro para que el mismo no quedara a merced de Kicillof, a quien tildó de "comunista". Así será, parece.

"Una comparativa del consultor Alberto Cisneros Lavaller, presidente y ceo de Global Business Consultants (GBC), arrojaba claras ventajas para Bahía Blanca", gran puerto de la provincia de Buenos Aires, cuenta Clarín. El giro se justifica por la reciente adhesión al RIGI de la provincia gobernada por Alberto Weretilneck.

Ahora bien, si el régimen es parte de una ley nacional, ¿por qué sería necesaria la adhesión de las provincias y hasta los municipios, tal como queda establecido en el artículo 224 de la ley Bases?

"El RIGI nacional se encuentra vigente en la Provincia de Buenos Aires" por ser parte de una norma nacional y sólo depende para eso de su reglamentación por parte del Poder Ejecutivo Nacional, argumentó el lunes el ministro de Gobierno bonaerense Carlos Bianco. ¿Es así?

Sí y no. En el caso de los proyectos vinculados a la explotación de recursos naturales –hidrocarburos y minerales, por caso–, la adhesión de las provincias sería necesaria por ser estas sus propietarias de acuerdo con la Constitución.

El caso del proyecto de YPF y Petronas es diferente por involucrar el procesamiento –conversión del gas natural en licuado, GNL, a través de su enfriamiento y envasado– y la exportación de un recurso que no es bonaerense ni rionegrino, sino neuquino.

* A favor de la tesis Kicillof-Bianco, se trata de un plan industrial y portuario, que no involucra la titularidad de la provincia de Buenos Aires sobre un recurso natural.

* A favor de la de Milei, cualquier inversión de ese tipo requiere permisos y habilitaciones no sólo provinciales sino también municipales, por lo que esas adhesiones son necesarias para impedir que las garantías del RIGI sean conculcadas en el futuro. Como se diría en "Filo y Letras", es más complejo…

Como sea, el requisito de adhesión de los territorios subnacionales significó un anzuelo que el gobernador peronista no pudo evitar morder y, así, exponerse al disciplinamiento del poder central.

Kicillof no actuó y se limitó a anunciar una suerte de RIGI provincial complementario. Así, fue fiel a su pertenencia política –Unión por la Patria votó contra la ley Bases en el Congreso–, no dio un paso análogo al de su par de Río Negro y evitó el besamanos –la rendición– que le exigía el Presidente. El precio es quedar expuesto al yugo de Milei y vulnerable a las críticas de la oposición local.

El mandatario bonaerense dio a conocer este miércoles su primera reacción en una conferencia de prensa. "El Presidente desde que asumió no soporta haber perdido las tres elecciones en la provincia de Buenos Aires”, dijo. ¿Cederá para que YPF revea su postura aun al costo de darle un triunfo al Gobierno, afrontará duros costos políticos o ensayará una judicialización del tema para trabar el proyecto y darse una chance de negociar?

¿Hacia un nuevo Círculo Rojo?

Los efectos de las nuevas inversiones, que venían madurando lentamente antes de la aprobación del RIGI y que probablemente se habrían concretado también con un régimen más atento al interés nacional, exceden los beneficios de corto y mediano plazo para el proyecto paleolibertario.

La minería y el litio ya venían en crecimiento, Vaca Muerta es una realidad en pleno despliegue y el plan de exportar GNL no nació ayer. Todo eso constituye una tendencia profunda que promete cambiar el rostro productivo, exportador y hasta político de la Argentina. Este punto es crucial.

* Con el complejo petrolero-gasífero y en menor medida con el minero, se están gestando polos de actividad y –sobre todo si el RIGI fuera menos desequilibrado– de generación de divisas de gran calado, capaces de competir con el hasta ahora excluyente sector agrícola, dueño tradicional de la canilla de dólares que se abre o se cierra en beneficio o en perjuicio de los gobiernos de turno. El Círculo Rojo de la Argentina se apresta a cambiar de rostro para siempre.

Las complejidades de la relación entre "el campo" y el gobierno de ultraderecha son repasadas por Eugenia Muzio en la última edición de Letra E, el newsletter económico semanal de Letra P.

* En atención a esto, hablar de nuevos polos de actividad y exportaciones implica imaginar una declinación relativa del poder del complejo sojero tanto en la importancia de sus divisas como su capacidad de lobby y hasta de financiamiento de la política. Es posible ir todavía más allá: esa declinación –relativa, cabe insistir– afectaría a las poderosas provincias de la zona centro del país, hasta hoy ejes de un modelo económico extremadamente basado en la región pampeana. Si es fuera, la Argentina podría soñar con una chance mejorada de desarrollo.

Algo de lo anterior ya se puso en evidencia durante el tratamiento de la ley Bases, cuando las provincias mineras impusieron, como condición para el respaldo de sus legisladores, que sus regalías subieran del 3 al 5%.

Si la nueva Argentina –cuya génesis es anterior a Milei, pero cuyo despliegue sigue los lineamientos del Presidente, extremadamente favorables a los intereses corporativos– no mostrara efectos ya considerables en, digamos, tres años –en el 2027 electoral–, sería por un fracaso en toda la línea del proyecto macroeconómico y político del paleolibertarismo.

 

 

* Para www.letrap.com.ar

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