Llaryora, Pullaro y todos los demás se consiguieron un trabajo: Ingresos Brutos

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Martín Llaryora, Maximiliano Pullaro y todos los demás se consiguieron un trabajo: Ingresos Brutos. En el Coloquio de IDEA, se escuchó un mensaje claro y contundente por parte de los empresarios: la presión sobre las provincias para que reformen este tributo es innegable y urgente. No hay un solo empresario que te diga que puede crecer y generar empleo si sigue existiendo el impuesto a los Ingresos Brutos, así como está.

Para entender el problema, es esencial desglosar cómo funciona este impuesto. Imaginemos el caso de un productor que produce $100 de maíz. Este productor vende su producto a cien, pero el comprador debe abonar, supongamos, un veinte por ciento del impuesto, lo que eleva el precio a $120.

Así, el productor de cerdo que compra ese maíz paga $120 y, a su vez, genera un nuevo costo impositivo. La alícuota ya no es del 20%, es del 25%, sobre el mismo maíz. Este ciclo de tributación sobre la tributación se convierte en un verdadero obstáculo para el crecimiento empresarial.

Es fundamental señalar que este tipo de carga tributaria no es común en muchos países del mundo. En realidad, la estructura impositiva en Argentina se asemeja más a países que no son modelos a seguir. En los países donde probablemente exista, son los países a los que no nos quisiéramos parecer.

El Impuesto al Valor Agregado (IVA) se aplica solo sobre el valor agregado, evitando así la doble imposición que se observa con los Ingresos Brutos.

Desde hace décadas, el impuesto a los Ingresos Brutos se mantuvo como un lastre para las empresas y su situación parece agravarse con el tiempo. Las alícuotas no solo se mantienen, sino que aumentan continuamente. La contribución que le están pidiendo a las provincias es que hagan algo con este desastre tributario y los empresarios piden soluciones efectivas, más allá de las promesas de promoción y apoyo que suelen recibir.

La demanda es clara: se requiere una reforma sustancial que aborde la estructura del impuesto a los Ingresos Brutos.

La propuesta de los empresarios no se limita a una reducción de alícuotas, sino que se plantea la eliminación del impuesto a los Ingresos Brutos o su reemplazo por un sistema más equitativo, como un IVA provincial o un impuesto a la venta final.

Es esencial que los gobernadores, como Llaryora, Pullaro y otros, tomen nota de este mensaje. El contexto actual no permite que las empresas carguen con una mochila de locomotoras que les impida competir con las importaciones. No se puede competir con las importaciones si vos condenás a una empresa a este verdadero desastre tributario.

Los empresarios no buscan más promesas vacías y requieren reformas que realmente impacten en su capacidad de operar y crecer. La situación del impuesto a los Ingresos Brutos es insostenible y se necesita un compromiso firme por parte de los gobernadores para cambiar esta realidad.

CON INFORMACIÓN DE CADENA3.

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