

Castellano avisó que no quiere ser concejal (¿arruga o estrategia?) y que su participación en las elecciones de este año se reduce a la posibilidad de ser candidato a convencional constituyente, cosa que aún no está resuelta. Perotti, como desde hace muchísimos años juega para Perotti, poco le interesa las necesidades de la tropa rafaelina y el acuerdo arribado con el gobernador Pullaro lo condiciona y mucho. Alcides Calvo será seguro candidato a convencional constituyente y los pocos alfiles que tiene en la ciudad son desconocidos para el electorado, no tienen peso específico y no hacen la diferencia. Por el lado de Mirabella quizá en donde puedan existir las mayores expectativas de influencia, dicen que quiere ser candidato en 2027 si previamente ve que la nafta no le alcanza para aspirar a disputarle la gobernación a un Pullaro que seguramente tendrá reelección y de ser así su triunfo, al menos por este año y meses de gobierno, está asegurado, su imagen positiva es muy alta y solo lo puede apartar de Santa Fe una hecatombe nacional y un ofrecimiento para disputar la presidencia, cosa que por ahora resulta más que improbable.
Con ese panorama las figuras del peronismo local son pocas, y a menos que aparezca un tapado, las alternativas que se barajan no son de peso, por ello, si el oficialismo local endereza su gestión y no aparece una figura en las huestes libertarias, en el país de los ciegos es muy posible que el tuerto sea rey.
Los políticos, sobre todo los post 50, no están entendiendo las nuevas reglas de la política y algunos creen que por estar en los carteles callejeros junto a un candidato con eso alcanza. Santa Fe tiene un sistema de boleta electoral que no da esa posibilidad, cuando el votante tiene que poner la cruz en el rubro concejal, no va a ver quién va para convencional, ello implica que de nada va a valer que un desconocido o con poca imagen vaya primero en la lista y esté acompañado por alguien de peso que vaya para convencional, la gente al momento de elegir solo ve la foto del primer candidato.
El peronismo de Rafaela va a tener que trabajar y mucho para "inventar" un candidato en pocos meses, las consecuencias que una figura durante tantos años las está comenzando a pagar, y salvo que algo lo haga convencer a Castellano, las posibilidades son escasas, con el sello ya no alcanza.
Las pocas encuestas que circulan no son creíbles y nadie en forma seria puede hablar de números. La orfandad es total, y como nunca el riego de catástrofe electoral es concreto.
No hay mucha magia, solo Castellano tiene la posibilidad de hacer una elección digna, tampoco tiene un triunfo asegurado ni mucho menos, pero él puede equilibrar un poco y con trabajo y buenas ideas hasta ganarle a un oficialismo de una gestión paupérrima en un año y meses de gobierno.
En pocos días más se verá si Castellano "arruga" o no.





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