Los 83 patrulleros llave en mano de Axel Kicillof, y los móviles terrestres y hasta helicópteros de Nación para luchar contra el crimen que llegaron a Santa Fe fueron apenas una parte del rompecabezas que necesita armar Maximiliano Pullaro para engordar el raquítico sistema de patrullaje en Santa Fe.
Ni bien fue electo gobernador diagramó un esquema para incrementar recursos en ese sentido como objetivo número uno. “Había 20 patrulleros disponibles en Rosario”, detallan en Seguridad. Como todo proceso licitatorio lleva su tiempo, se avanzó con la reparación de un cementerio de patrulleros y motos hasta alcanzar unos 120. Sin embargo, para un monitoreo estable hacen falta 200 vehículos y lo óptimo son 600. Es decir: no alcanza.
La compra de Maximiliano Pullaro
“Este momento no es ya de emergencia, es una situación terminal. Por eso usaremos los recursos necesarios para mejorar la prevención y reforzar los patrullajes”, dijo el ministro de Seguridad y Justicia, Pablo Cococcioni. De esta manera, graficaba el pulso de la situación: una carrera contra el tiempo, la burocracia y las posibilidades económicas.
Mientras, en a Legislatura se cocinaba la emergencia en seguridad que habilita la celeridad en la compra de vehículos y otras herramientas para equipar a las fuerzas de seguridad. Esta se aprobó a principios de enero y coincidía con la intención de encargarle a General Motors, la automotriz arraigada en Santa Fe, una gran cantidad de vehículos para acondicionar cuanto antes y largar a la calle.
Después de un tiempo que la provincia gobernada por el radical Maximiliano Pullaro interpretó como una demora excesiva en el marco de la emergencia, la automotriz le explicó que por una serie de cuestiones de índole operativa de la compañía no podrían concretarla. Según la firma, el impedimento fue una coyuntura muy particular de varios temas operativos internos, algunos de conocimiento público, como la falta de dólares para pagos de proveedores externos que hasta obligó a paralizar por casi un mes la planta.
Los mil patrulleros
De esta manera, el ministerio de Seguridad perdió tiempo y se quedaba con los patrulleros existentes más los arreglados. De nuevo: no alcanzaba. La compra se derivó a la empresa Fiat que tiene su planta en Córdoba, donde fabrican el Cronos. La reserva fue menor en el marco de una adquisición en partes, pero aún no está disponible la entrega.
"Tenemos encargada ya en este momento una compra de mil patrulleros. Pero indudablemente eso lleva plazos, no administrativos, sino de la entrega de las automotrices que no están teniendo ventas al público y menos en la cantidad que necesitamos", dijo hace una semana Pullaro. Por ahora los mil son un deseo.
El aporte de Axel
En ese marco es que la provincia de Buenos Aires se puso a disposición para ofrecer vehículos. Kicillof llamó a Pullaro y, entre ambos, más la ayuda de Sergio Berni como vaso comunicante incluso con la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, sellaron el arribo. Los encargados de Seguridad, el santafesino Cococcioni y el bonaerense Javier Alonso, cerraron los detalles.
Según explicaron fuentes del gobierno local, se prestan los 83 vehículos a las fuerzas federales y éstas devuelven a Santa Fe 35 móviles que usaba Gendarmería. De esa cantidad, 25 están rotos y deben pasar por el taller.
A su vez, esta semana llegaron vehículos del Ejército -además de aeronaves y lanchas- para ser afectados también al patrullaje de las fuerzas federales, pero con tareas diferentes a los operativos comunes de calle.
Esto forma parte del plan que derivó en la constitución del comité operativo conjunto y el refuerzo del Operativo Bandera para enfrentar a las bandas del crimen organizado luego de la ola violencia que tuvo su pico con los homicidios de dos taxistas, un colectivero y un playero de estación de servicio.
CON INFORMACION DE LETRA P.