Caputo define prioridades: sacrifica reservas para achicar la brecha y lograr "inflación cero"

ECONOMÍA José Calero*
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En marzo de 1995, durante el gobierno de Carlos Menem y gracias a la convertibilidad de Domingo Cavallo, Argentina se convirtió en el único país del mundo con 0 puntos de inflación. Cinco años antes, había heredado de Raúl Alfonsin una economía en descomposición, con una hiperinflación del 5.000%, caída del 6% del PIB y deuda exterior totalizando los u$s 63.000 millones.

Javier Milei admira a Menem, a quien reivindicó instalando un busto en la Casa Rosada, y en las últimas semanas ha empezado a instalar la promesa de que su administración buscará también la "inflación cero", como hace treinta años. Para el Presidente, superávit fiscal, nula emisión monetaria ​y costo de vida cero es la tríada que permitirá alcanzar un nuevo acuerdo con el FMI, levantar el cepo cambiario y que la Argentina vuelva a crecer.

Para lograr la inflación cero, Luis Caputo sacrifica reservas

En pos de ese objetivo, el ministro de Economía, Luis Caputo, parece haberse resignado a que el invierno dejará reservas negativas. Entre junio y julio, el Gobierno volvió a caer en el problema de las reservas netas con posición deudora. Es decir, se están usando dólares de los depositantes para hacer frente al día a día, una jugada siempre riesgosa.

El equipo económico además flexibiliza el pago de importaciones, lo cual también conspira con la acumulación de reservas. Parece haberse abierto la etapa de fortalecer al peso, según las últimas declaraciones del jefe del Palacio de Hacienda.

En el arranque de la semana, el Gobierno logra achicar la brecha cambiaria, lo que considera un paso clave para en algún momento pensar en levantar las restricciones en el mercado de cambio.

Para consultoras privadas, en este segundo semestre, alcanzar el superávit financiero podría no ser una señal suficiente para fortalecer el ánimo de los inversores. Incluso, Arriazu Macroanalistas advierte sobre un contexto de "desconfianzas" por parte de los operadores financieros.

La consultora posa la mirada en la dificultad que representa la brecha cambiaria y la apreciación del tipo de cambio real de los últimos meses, que el Gobierno busca reducir interviniendo en el mercado de los dólares financieros.

No obstante, desde Portfolio Personal Inversiones (PPI) alertan que esa estrategia está derivando en resignar el nivel de acumulación de reservas. Y estima que el Banco Central podría destinar unos u$s1.800 millones a esa intervención.

Para esa consultora de inversiones, las reservas netas negativas ya tocaron los u$s 6.500 millones. Y considera que eso incrementa el nerviosismo de los bonistas.

En enero, el Tesoro deberá afrontar pagos de capital e intereses de bonos Globales y Bonares por u$s4.600 millones, lo que llevaría las reservas a un nivel negativo de u$s13.000 millones, según PPI.

Este lunes, el Banco Central (BCRA) tuvo la cuarta rueda consecutiva con pérdida de reservas por intervenciones sobre la plaza cambiaria oficial, al desprenderse de otros u$s124 millones.

Así, se encamina a su segundo mes con saldo negativo. Lo hace frente a un contexto complejo, porque el cargado calendario de pagos que enfrentó en las últimas semanas hizo recaer su tenencia en terreno fuertemente negativo. La nueva venta, la mayor del mes, se produjo en otra rueda de fuerte actividad, con un volumen de casi u$s 450 millones.

El BCRA interviene a un ritmo de alrededor de u$s25 millones promedio diario día. Y estaría dispuesto a destinar casi u$s1.900 millones para ese fin en agosto y septiembre.

Si este comportamiento se confirma, las reservas negativas llegarían a niveles de u$s8.500 millones.

En este marco, está muy claro que el Gobierno necesitará sí o sí un desembolso de fondos frescos por parte del Fondo Monetario, y también un acuerdo con bancos que aporte al menos unos u$s 5.000 millones. ¿Se respaldarán con el oro enviado al exterior? Hay muchas chances de que sea así.

Para Consultatio, que brinda asesoramiento de inversión a empresas, el mercado todavía no aprueba los últimos anuncios. "Si así fuera, deberíamos observar la brecha cambiaria colapsando", explican.

La entidad de Eduardo Costantini considera que el Gobierno dejó claro el objetivo de bajar la inflación, aún a costa de sacrificar nivel de actividad y acumulación de reservas.

Milei observa los datos que reflejan altos niveles de aprobación de la opinión pública al descenso del costo de vida. Y hay consultoras que están estimando un costo de vida inferior al 3% para agosto.

¿A cuánto debe bajar la brecha cambiaria para levantar el cepo?

Ante este escenario, empieza a estar claro que el Gobierno ha elegido sacrificar reservas en pos de comprimir la plaza cambiaria y ayudar al objetivo de mostrar "inflación cero", lo cual permitirá mejorar la popularidad de Milei. Sería un logro inédito en los últimos treinta años.

Caputo considera que la brecha cambiaria no debería superar el 20% para cuando se decida encarar el delicado proceso de levantar el cepo cambiario.

Todo ese esquema se completaría con el anuncio de un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario, que le permitiría a la administración libertaria encarar el 2025 con posibilidades ciertas de hacer un buen papel electoral y lograr un caudal de legisladores mínimo para votar las próximas leyes claves en el Congreso.

 

 

* Para www.iprofesional.com

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