A nueve meses de haber asumido Leonardo Viotti como intendente de la ciudad, su círculo intimo y único y exclusivo responsable de tomar todas las decisiones lo componen solo su hermano Iván y el experimentado Germán Bottero, quizá el único con experiencia real en la política. Rafaela es una ciudad chica y todo se sabe, los "chismes" son moneda común y los mensajes de whatsapp dejan de ser privados en forma muy rápida. Lamentablemente podemos decir que los tres máximos responsables de la gestión en Rafaela están en la cosa chica, en cuestiones casi sin sentido y en peleas inútiles para la ciudad. La luna de miel que todo gobernante tiene en los primeros meses de gestión ya se terminó hace rato y los reclamos hacia el intendente cada día son mayores y provienen de los más diversos sectores.
Leonardo Viotti debe dar una vuelta de timón y comprender que quienes lo critican lo hacen por el bien de la ciudad, que no todos tienen los egoísmos personales que algunos de sus principales colaboradores tienen. Es hora de comenzar a gobernar en serio, la ciudad dista mucho de lo que los rafaelinos se merecen y los cambios prometidos no se están cumpliendo.
El Viotti intendente debe tener mucho más independencia y liberarse de las cuestiones infantiles que la persona que él mismo dice es de su máxime confianza le transmite. Gobernar una ciudad es mucho más difícil y serio que copiar películas para revender, eso lo deben entender para no seguir cometiendo errores infantiles que se pueden evitar.
Nueve meses de gobierno y muy pocas cosas por rescatar, llegó la hora de trabajar en serio y aceptar las críticas, no todos nos vendemos por el sandwich y la Coca.