Javier Milei vs. Chiqui Tapia, la guerra económica que mancha la pelota

OPINIÓN Marcelo Falak*
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La insistencia mediática y dirigencial sin precedentes sobre lo que fue una gaffe arbitral indudable, pero sólo una en una noche que tuvo varias a favor y en perjuicio de Talleres de Córdoba y de Boca, derivó en una ofensiva política en contra de la dirigencia de la Asociación del Fútbol Argentino y en pos de la adopción de las sociedades anónimas deportivas (SAD). Más: pareció sentar las bases argumentativas para una eventual intervención de la AFA, idea con la que jugó hace pocos días Javier Milei.

Todo sería mucho más simple si estuviéramos hablando simplemente de fútbol.

Andrés Fassi, ariete del modelo Milei-Macri

El presidente del club cordobés, Andrés Fassi, insistió este lunes en una extensa conferencia de prensa en sus acusaciones, incluso de violencia física, contra el árbitro Andrés Merlos. Lo que describió como una intervención correcta de su parte y una respuesta violenta del segundo, parece, según un video divulgado justo mientras Fassi hablaba, una gresca propiciada por él mismo, en la que es difícil advertir detalles.

En tanto, Merlos mantuvo su versión sobre una "visita" al vestuario en la que allegados al cordobés hicieron exhibición de armas de fuego. La Justicia deberá determinar qué pasó, pero todo indica que tanto jaleo excede una mera una acción de juego.

Los antecedentes no avalan a Fassi. Hace diez años, cuando era vicepresidente del Pachuca, fue suspendido por cuatro meses y multado por la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) por haber increpado agresivamente a los árbitros tras una derrota a manos de Santos Laguna. El año pasado, ya como presidente deportivo del FC Juárez –a la vez que ya era titular de Talleres–, fue inhabilitado por cuatro meses por haber insultado a los árbitros tras un cotejo con Tigres.

El hombre es un profesional de la dirección de "clubes hermanos" –¿qué conflictos de interés se producirían si les tocara enfrentarse en torneos continentales o mundiales?– y su modo de entender el fútbol es " a la mexicana" –o a la inglesa, si se prefiere–, esto es como una trama de intereses empresariales.

La conferencia de prensa mutó en una crítica frontal a la gestión de Chiqui Tapia, en denuncias graves de irregularidades y corrupción y en una propuesta de renovación total del fútbol argentino. La expresión "sociedades anónimas deportivas" no se pronunció, pero no hizo falta. Como contó Yanina Passero en Letra P, Fassi juega como un aliado de Mauricio Macri contra Tapia y ariete en la ofensiva por las SAD.

Lo ocurrido el sábado a la noche entre su club y Boca Juniors puso el ingrediente que faltaba: la rivalidad política y deportiva entre el expresidente de la Nación y Juan Román Riquelme, el titular del equipo más popular de la Argentina y, como tal, gran obstáculo para las SAD. El ídolo viene de derrotar a Macri con nombre y apellido en las elecciones de final del año pasado, embarradas por el segundo, quien para evitar el desenlace que presentía había llegado a forzar una suspensión y hasta amenazó con una intervención que sacara a su conducción legítima.

Modelos en pugna en la AFA

Cada hincha y cada socio de un club afiliado a la AFA tiene su opinión sobre la disputa de modelos que se plantea: asociaciones civiles sin fines de lucro versus sociedades anónimas deportivas. Todo es debatible y ambos esquemas tienen ejemplos de éxito a nivel mundial, por caso Real Madrid y Manchester City. Lo que no se debería ignorar es que en esa disputa es un juego brusco de intereses económicos y políticos que dejará ganadores y perdedores.

Fassi pasó velozmente de Merlos a Chiqui, a quien mentó repetidamente por su apodo; en eso y no en el partido del sábado radicaba el sentido de su conferencia de prensa.

Su argumentación fue interesante en todo lo que hace a la mala organización del fútbol argentino, en el que pasan cosas… y que es compartida incluso por la mayoría de quienes defienden las asociaciones civiles.

Uno de los puntos más discutidos es la cantidad, con pocos precedentes internacionales, de equipos en primera división –¡28!– y el carácter también masivo de la segunda, lo que redunda en un reparto de los derechos de televisión que termina dejando poca sustancia en los clubes.

Asimismo, las permanentes polémicas, la necesidad de que el Colegio de Árbitros y el Tribunal de Disciplina de AFA funcionen de manera autónoma, las divisiones inferiores, el abandono de toda noción de fair play financiero y la incapacidad para manejar el problema de la violencia de las barras bravas, que convirtió en un recuerdo remoto la celebración de partidos con dos hinchadas en la liga.

La base estaba y el dirigente cordobés fue más allá. Sin hablar de las SAD, Fassi promovió todo el tiempo el modelo de Talleres, que es una sociedad anónima bajo una cáscara de asociación civil. Largamente socio del Grupo Pachuca junto al milmillonario Carlos Slim y hoy vinculado tanto a capitales mexicanos como españoles, planteó la celebración de un congreso de dos días en Córdoba –provincia en la que Milei sacó 75% de los votos– con todos los actores de "la industria del fútbol", entre los que incluyó a periodistas.

Asimismo, se quejó del monto exiguo que paga la empresa ESPN en concepto de derechos de TV, propuso la creación de una plataforma autónoma para que AFA explote directamente las transmisiones y hasta se ofreció para acercar el dinero –justamente de México o de España– necesario para ese desarrollo.

Mensajes velados de las SAD

La introducción de las SAD, deseada por un grupo de dirigentes –aunque con variaciones de modelo–, se desprende del decreto 70/2023 de Milei y ha quedado trabada en una guerra judicial. Luego fue ratificada por la ley Bases que el oficialismo logró hacer pasar por el Congreso, pero su aplicación depende del visto bueno que la AFA se niega a dar.

El propio jefe de Estado mantuvo contactos con emisarios del City Group, dueño del Manchester City, entre otras franquicias, y en el Gobierno se han barajado al menos tres opciones para un desembarco abierto de capitales privados: San Lorenzo e Independiente –dos grandes en apuros– y hasta el club de Federico Sturzenegger, Gimnasia y Esgrima La Plata. Estudiantes, bajo el mando de Juan Sebastián Verón, intenta introducir un modelo mixto, con fondos privados pero con control de la masa societaria, como es el caso del Bayern Munich.

Según el diseño de Milei y Macri, las SAD convivirían con las asociaciones civiles; en cada club los socios deberían decidir qué modelo aplicar. En medio de encuestas a favor y en contra, pero con el firme rechazo de la AFA comandada con mano de hierro por Tapia, el Presidente meneó la posibilidad de una intervención, algo que podría llevar a la suspensión de la Selección de todos los torneos internacionales.

La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) detesta las injerencias políticas más que lo que ama el dinero, y por eso Fassi dejó el mensaje velado de ciertas conversaciones a nivel de ese organismo, en el que Macri talla desde la Fundación FIFA y a través de su acceso fluido al presidente Gianni Infantino.

Otros mensajes velados fueron las alusiones a la existencia de "cuatro o cinco árbitros serviles" a los intereses de Tapia, la promesa de presentar un informe audiovisual para probarlo y a reuniones amañadas del Comité Ejecutivo.

Esos argumentos, que aludieron abiertamente a un esquema corrupto, fueron más allá que cualquier propuesta de reforma y parecieron sentar las bases para que Milei evalúe si hay agua en la pileta de la intervención.

 

 

* Para www.letrap.com.ar

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