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Los gobernadores cerraron filas para solidarizarse con su par de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, frente a la inquietante escalada violenta del crimen organizado el territorio de Rosario y enviarle un mensaje al presidente Javier Milei en plena discusión por el Pacto de Mayo y la nueva ley ómnibus: el avance del narcotráfico es un “problema federal” y el combate del flagelo requiere de una fuerte inversión de fondos públicos.

 
 
“La gravedad y complejidad de lo que sucede requiere decisiones a la altura de lo que está en juego, que es la disputa por parte de nuestra soberanía: deciden el Estado y la sociedad o deciden las mafias”, resaltaron los 23 mandatarios provinciales del país y el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri.

En el comunicado oficial, que se gestó durante las últimas horas de la jornada de ayer en el grupo de WhatsApp que comparten desde los opositores del kirchnerismo Axel Kicillof y Ricardo Quintela hasta los dialoguistas Alfredo Cornejo o Rogelio Frigerio e Ignacio Torres, los caciques alertaron que “en mayor o en menor medida, la Nación en su conjunto está afectada por este fenómeno”, que no “reconoce fronteras ni jurisdicciones”.

La reacción de los mandatarios se produjo poco después de que Milei, quien puso en manos de su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, el operativo de desembarco en Rosario de efectivos de las fuerzas que dependen de la Nación para reforzar la presencia policial en las zonas más calientes, insistiera en que “la Argentina es un país federal, por lo tanto, la seguridad, la educación, la salud son todos temas de cada provincia”. “Si se nos requiere nosotros damos asistencia”, puntualizó Milei en una entrevista que concedió desde su despacho en la Casa Rosada al canal Crónica TV.

Los mandatarios volvieron a dejar de lado la grieta ideológica para formar una línea de resistencia frente a Milei. Fuera de micrófono, varios jefes distritales sospechan que Milei le traba el giro de fondos a Bullrich en su cruzada por lograr el déficit cero. Por caso, Pullaro volvió a reclamarle el lunes por el traspaso de la cárcel federal que se construye en Coronda para trasladar allí a presos de alto perfil.

Ante las declaraciones de Milei, quien no confirmó cuándo vendrá a Rosario pese a la espiral de violencia y ni aún se comunicó con Pullaro, los gobernadores salieron a marcarle la cancha. No quieren romper la tregua ni confrontar abiertamente, pero sí enviar un mensaje. “El narcotráfico es un problema federal, no porque no corresponda a una jurisdicción provincial sino porque es un problema de todos”, resaltaron.

En un sector del grupo de gobernadores presumen que Milei buscaría con sigilo “provincializar” el fenómeno del narco. Mientras tanto, visualizan que el flagelo se expande en ciudades del interior o del conurbano. “Es un tema que los toca a todos, independientemente del color político”, sostiene un asesor de uno de los mandatarios.

 
La carta de los gobernadores fue un espaldarazo a Pullaro, que enfrenta una prueba de fuego ante la amenaza de grupos narcotraficantes que utilizan sicarios para sembrar pánico en la sociedad en rechazo a la nueva doctrina de seguridad en las cárceles de la provincia. La violenta respuesta de los clanes a las requisas en los penales con métodos que remiten al modelo que aplicó Nayib Bukele para combatir las pandillas en El Salvador, se cobró en la última semana la vida de cuatro personas.

Los gobernadores volvieron a activar el grupo que los mantiene abroquelados para solidarizarse con Pullaro. No solo les inquieta la falta de precisiones de la Casa Rosada sobre la letra chica de la nueva ley ómnibus, que incluye un paquete fiscal y la restitución de ganancias, sino la epidemia de violencia en Rosario. Consideran que la guerra contra el narcotráfico requiere un accionar conjunto entre la Nación y las provincias. Por lo tanto, se necesita invertir fondos para equipamiento, efectivos o cárceles. Anteayer, Milei prometió que destinará diez millones de dólares en armamento para las fuerzas. “Es un tema muy grave y federal. Si no paramos el narcotráfico, se va a expandir a Córdoba, Entre Ríos o Catamarca”, reconoce uno de los mandatarios del PJ que firmó la misiva.

Pullaro habló con varios de sus pares para coordinar la asistencia. Kicillof confirmó ayer que enviará helicópteros, drones y efectivos de la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas de la policía bonaerense. Ayer, Bullrich, al frente del comité de crisis, se reunió con su par Javier Alonso y el senador bonaerense Sergio Berni para escenificar el apoyo que le brindará con recursos humanos y materiales la administración de Buenos Aires al operativo en Santa Fe. Berni -que exhibió su llamativa sintonía con Bullrich- anticipó que impulsarán una iniciativa en la Legislatura bonaerense junto con legisladores de Pro para darle un marco legal al eventual accionar de policías de la provincia en la jurisdicción de Santa Fe.

Con ese trasfondo, Martín Llaryora (Córdoba), quien alertó que si el narcotráfico gana la batalla en Rosario, podría expandirse a otras ciudades y respaldó la eventual intervención del Ejército en el combate del crimen organizado, envió hoy a su ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, a reunirse con Pablo Cococcioni, el funcionario de Pullaro a cargo de la cartera de Seguridad. Se vieron en la sede de la gobernación en esta ciudad, que recupera el ritmo habitual después de que la escalada de violencia y los ataques a sangre fría de los sicarios paralizaran actividades y servicios, como las clases en las escuelas, el transporte y la recolección de residuos. Si bien las autoridades intentan que la asistencia federal colabore a recuperar la normalidad, los ciudadanos se sienten acogotados por la amenaza narco y reclaman medidas para salir a las calles sin miedo.

Hasta los funcionarios se alarman por las escenas de terror en las calles. Un integrante del Gabinete de Pullaro, que se instaló en Rosario desde que estalló el conflicto, quedó atónito por la reacción de un joven de las zonas más postergadas que ofrecía limpiar el parabrisas del auto a cambio de una propina. Ante el temor del chofer, el niño le gritó: “Somos laburantes, no sicariantes”.

 
En las próximas horas llegaría el grueso de los refuerzos de los 450 efectivos que prometió Bullrich durante su paso por la ciudad. Anoche hubo operativos de integrantes de la Policía Federal en algunos barrios, pero Rosario no luce sitiado por las fuerzas. Según confirmó a este medio Vicente Ventura Barreiro, secretario de Seguridad de la Nación, los efectivos serán destinados a las zonas de mayor complejidad, como la zona de Vía Honda. E informó que ya arribó personal de la Policía Federal, de la Policía Seguridad Aeroportuaria y Prefectura. “No venimos a Rosario para ser visibles, sino para erradicar este tema de raíz”, aseguró a LA NACION un alto funcionario de la cartera de Bullrich.

Malestar con Milei
Hoy, Milei volvió a atribuir la proliferación del narcotráfico en Rosario a la gestión de los socialistas Hermes Binner, Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz. El Partido Socialista es uno de los aliados de Pullaro dentro de la heterogénea coalición que lo catapultó a la Casa Gris. Por eso, el gobernador radical y sus leales mascullan bronca cuando el Presidente acusa a sus socios de haber pactado con los grupos narcos. También le reprochó a Bullrich que haya instalado sospechas sobre el accionar de la Policía de Santa Fe en plena crisis de seguridad por la ola de asesinatos a quemarropa de sicarios contra civiles.

 
En las últimas horas Milei dijo que “los socialistas no solo destruyen la economía, sino todo lo que tocan”. “Entendamos que no es un problema de hoy, es un problema que se generó con el narcosocialismo, iniciado con (Hermes) Binner y con (Antonio) Bonfatti. Poner socialistas en el Gobierno no es gratis”, apuntó en diálogo con Radio Mitre.

En la cúpula del gobierno de Santa Fe lamentan los ataques de Milei a los socialistas en un momento crítico por la escalada de violencia. Argumentan que el narcotráfico comenzó a expandirse en el 2001 en la provincia y recuerdan que Bullrich era ministra de Seguridad de Macri cuando Lifschitz y Pullaro gestionaban en la provincia. Además, resaltan que el PS votó las reformas de Pullaro para luchar contra el narco. “Es un error y se equivoca en buscar un culpable. Acusar de esa manera es irresponsable, o falta de información. Lo digo desde el Pro: nosotros trabajamos con el socialismo para bajar los índices. No tiene una mirada real de lo que pasó. Los mejores números que puede mostrar Patricia, su funcionaria, ocurrieron con el socialismo”, remarcó Gisela Scaglia, vicegobernadora de Santa Fe, ante la consulta de LA NACION.

Pese a los desencuentros, Pullaro ratificó ayer que respalda la idea de Milei y Bullrich de modificar la ley de seguridad interior para permitir que los militares puedan entrar en combate contra el narcotráfico. Sin embargo, el oficialismo deberá recolectar los votos en el Congreso, donde la fragmentación de los espacios políticas complica los planes del Gobierno.

Con información de La Nación, sobre una nota de Matías Moreno

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