Por sugerencia de la oposición dialoguista, el presidente Javier Milei aceptó incorporar los capítulos de la reforma laboral incluidos en el DNU 70/23 en la nueva versión de ley ómnibus XS, aunque esa concesión no le garantizó la sanción del texto completo. Hay reclamos de modificaciones y el Senado promete un final abierto.
Los bloques de la UCR y de Hacemos Coalición Federal exigirán cambios si el proyecto es una copia los fragmentos del DNU sobre el tema. Las principales diferencias son sobre la eliminación de multas, el plazo del período de prueba y los cambios al sistema de indemnizaciones.
En el Senado, Rodolfo Suárez y Mariana Juri, de la UCR, presentaron un proyecto con estas correcciones. Tienen de jefe al gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, nexo entre el radicalismo y la Casa Rosada.
En Diputados hay optimismo en una rápida aprobación en general de la reforma laboral, con estos retoques en la letra chica. Un miembro de HCF con experiencia en negociaciones legislativas, calcula un piso de 135 votos, seis más que la mayoría.
En el Senado, el panorama es más complejo por la influencia de los sindicatos en los partidos provinciales. Es por eso que la palabra de la UCR debe ser tomada en cuenta.
Correcciones a Javier Milei
El DNU 70/23, conocido como decretazo, incluye varias reformas a la legislación laboral. Algunas fueron invalidadas por la Justicia, como la no obligatoriedad de la cuota sindical, la flexibilización de las convenciones colectivas de trabajo o los límites al derecho a huelga. Entre las que están vigentes se encuentra la derogación de las multas por no tener registradas las relaciones laborales, que significaban hasta la cuarta parte de las remuneraciones devengadas.
Esta modificación desalienta la registración laboral y en la oposición dialoguista la consideran desproporcionada. El diputado de HCF, Nicolás Massot, adelantó su rechazo durante el debate del DNU en comisión. “¿Nos vamos a animar a tanto?”, se preguntó.
En la mayoría de las tribus de su heterogénea bancada hay consenso para aprobar una reforma laboral y revisar este capítulo. Están a favor de definir otros multiplicadores y acotar el negocio de honorarios de los abogados. También de recalcular las indemnizaciones, otro aspecto incluido en el DNU. Pero no en derogar por completo las multas.
El proyecto del senador Suárez va en ese sentido: reduce las multas vigentes previas al decreto y hace foco en la obligatoriedad del pago de los aportes a la seguridad social, que actualmente no son exigidos por la AFIP.
En cuanto al período de prueba, el DNU lo elevó de tres meses a ocho meses. La iniciativa presentada en la Cámara alta lo fija en seis, para equipararlo a la legislación de Brasil.
Indemnizaciones, afuera
Los artículos sobre indemnizaciones serán parte de un amplio debate en el Congreso. El DNU habilita a la creación, en un marco de negociación colectiva, del Fondo de Cese Laboral similar al de la UOCRA, con un aporte del 8% de las remuneraciones. Los empleadores podrían solventarlo con un sistema de capitalización.
En la oposición hay consenso en eliminar las indemnizaciones tal como existen, pero no a través de bajarle el costo a cero y forzar a los sindicatos a negociar otro sistema en inferioridad de condiciones. Prefieren crear uno propio por ley.
Suárez y Juri, en su proyecto, proponen que el fondo de cese laboral sea administrado por ANSES, que tendría la obligación de preservar el capital invertido. El aporte del primer año sería del 12% de las remuneraciones y del 8% los siguientes.
El proyecto del binomio mendocino fue firmado por el presidente de la bancada, el correntino Eduardo Vischi, cercano al gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés.
En Diputados, los gobernadores de la UCR dominan la mayor parte del bloque a través del presidente, el cordobés Rodrigo De Loredo, en diálogo permanente con Cornejo.
El mandatario mendocino, además, es el jefe político del diputado Lisandro Nieri, titular de la comisión de Legislación del Trabajo.
Senado, con final abierto
La reforma laboral tiene el camino allanado en la Cámara baja, donde al margen de las modificaciones mencionadas, hay consenso hasta en los artículos del DNU suspendidos por la Justicia. De llegar el debate, en el Senado hay final abierto. Las cuentas se complican porque, como adelantó Letra P, el bloque Por Santa Cruz, integrado por Natalia Gadano y José María Carambia, no aprobará nada que pida Milei.
Los santacruceños no le perdonan al Presidente haber permitido paralizar las obras de las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic, que ocasionó 1800 despidos. Con esta dupla en contra, Victoria Villarruel sólo puede reunir 37 votos sin tocar la puerta de Unión por la Patria, lo justo para el cuórum.
La cuenta incluye a la rionegrina Mónica Silva, cercana al gobernador Alberto Weretilneck. Es esa provincia pesan fuerte los sindicatos petroleros, reacios a la reforma laboral. Hace 15 días, Silva aceptó que "muchísimas personas" piden una reforma laboral, pero pidió que fuera "por consenso".
Este gremio petrolero también se hace sentir en Neuquén. El gobernador Rolando Figueroa es socio de la senadora Lucila Crexell, quien está en la cuenta de 37 bancas de la vicepresidenta. La reforma laboral necesitará su voto. Villarruel también deberá contener a Martin Lousteau, quien se maneja con autonomía del bloque UCR. Hace dos años, el presidente del partido centenario presentó su proyecto sobre un fondo de despidos que reemplace la indemnización. Deberá ser escuchado.
CON INFORMACION DE LETRA P.