El conflicto entre el mundo gremial y la gestión de Maximiliano Pullaro continúa en escalada. Rodrigo Alonso de Amsafe, Pedro Bayúgar y Martín Lucero de Sadop, Jorge Molina de UPCN y Marcelo Delfor de ATE son los referentes del sindicalismo estatal que cruzan la línea de fuego frente al gobierno de Santa Fe.
Las negociaciones paritarias en Santa Fe pasan su peor momento. Después de altibajos en la relación durante los primeros meses del año, Pullaro tensó la cuerda a un punto en gremios que representan a empleados públicos de todas las áreas se abroquelaron enfrente.
Si bien al interior de ese mundo sindical aparecen matices, el rechazo a la propuesta salarial de abril y mayo empujó a todos a las medidas de fuerza de 24 horas el miércoles que se plegó al paro general de CGT del jueves.
En la primera jornada de paro las terminales gremiales hablaron de un "acatamiento muy alto". En el sector docente reconocen que en diferentes establecimientos escolares -sobre todo los privados- se registró una "adhesión dispar" con varios docentes que decidieron asistir al trabajo para que no les descuenten el día, pero fijaron en un 90% el nivel de adhesión, número que el gobierno rechazó.
Quién es quién en los gremios de Santa Fe
Rodrigo Alonso comanda las riendas de Amsafe desde 2022. El heredero de la histórica dirigente Sonia Alesso, máxima dirigente de la Ctera, empezó a militar en el gremio en 2001 y desde ese momento su carrera como dirigente gremial fue creciendo hasta que llegó la oportunidad en las elecciones en 2022, cuando Alesso protagonizó el reemplazo en la Central de Trabajadores de la Educación a nivel nacional. Antes de transformarse en secretario General era delegado por el departamento La Capital.
En el sindicato que nuclea a los y las docentes del ámbito privado hay una especie de doble comando. El santafesino Pedro Bayúgar, que está a cargo de los 12 departamentos del centro-norte provincial, se afilió a Sadop en 1984, en 1989 participó de las primeras elecciones y desde allí fue escalando: alternó entre las altas esferas nacionales del gremio y las provinciales. Por otra parte, con un perfil más picante, el rosarino Rodrigo Lucero está a cargo de los siete departamentos del sur provincial y participa activamente en el sindicato desde principios de la década del 2000.
Jorge Molina lidera el poderoso sindicato UPCN, que junto con ATE representan a trabajadores y trabajadoras de la administración central. Desde 2013 es el secretario general. Entró en el mundo sindical en la década del 80 y su muñeca política lo transformó en el heredero del histórico Alberto Maguid, su mentor.
La cara visible de ATE es el secretario administrativo Marcelo Delfor. Cuenta con varios años de trayectoria en el gremio, mucha gimnasia en negociaciones paritarias y mano derecha de otro histórico: Jorge Hoffman, que hoy ocupa el papel de secretario de Acción Política.
Las diferencias entre los gremios
Las diferencias entre cómo actúa cada gremio son notorias. Los estatales se caracterizan por ser tiempistas y cultivan un perfil como dialoguistas que apuestan a las medidas de fuerza “como última instancia”, dicen sus dirigentes. A diferencia de los sindicatos docentes que tienen una base política más diversificada, ATE y UPCN son gremios vinculados al peronismo, al que le aportaron estructura financiamiento y candidatos en distintas etapas, sin embargo sostuvieron el perfil dialoguista a pesar de los cambios de gobierno y supieron “muñequear” distintas coyunturas políticas.
En cambio, los gremios docentes sostienen una postura mucho más lineal y confrontativa. Desde el tono de las declaraciones de sus dirigentes hasta los planes de lucha, y eso se puede comprobar al contabilizar la cantidad de paros que realizaron en el último tiempo respecto a los concretados por ATE y UPCN.
Tan es así que oportunidades, los sindicatos de la administración central terminan sacando provecho de beneficios que obtiene Amsafe con movilizaciones y medidas de fuerza sin hacer el "gasto". Distintas estrategias gremiales.
El saco de opositores
En un contexto político en el que el oficialismo actúa compacto, la dirigencia de los gremios estatales aparecen en soledad plantándose a la gestión de Maximiliano Pullaro. Esto se torna más notorio ante el papel del peronismo, por ahora más en plan de lamerse las heridas que de conformar un bloque político de oposición.
En el PJ, a pesar de haber acordado la renovación de autoridades partidarias, cada uno atiende su juego y la reconstrucción de poder viene lenta. Mucho menos una estrategia conjunta para enfrentar al oficialismo. Por ese motivo, hoy por hoy, los sindicatos son el único mojón que se planta ante el gobierno de Unidos para Cambiar Santa Fe.
CON INFORMACION DE LETRA P.