Miguel Pichetto: "La casta lo terminó ayudando a Milei"
POLÍTICA11/07/2024 Agencia de Noticias del InteriorMiguel Ángel Pichetto participó de una conferencia de prensa organizada por estudiantes del Posgrado de Periodismo de Investigación de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA) y la Universidad del Salvador (USAL), en la que expresó su malestar por los ataques del Gobierno a la dirigencia política. "El Presidente tiene que tener una relación razonable con el Congreso, salir del ataque a la supuesta casta, porque la casta lo terminó ayudando a Milei. El Gobierno tiene minorías muy fuertes, muy contundentes en ambas Cámaras. Le sería imposible sacar cualquier ley. Si se va a seguir sosteniendo un nivel de ataque y de agresión y de ofensa al Congreso, me parece que esto tiene riesgos", advirtió.
El jefe del bloque de Hacemos Coalición Federal en la Cámara de Diputados también adelantó su rechazo a la Ley Hojarasca que impulsa el oficialismo. "Volver a insistir con este tipo de leyes de quinientos artículos, creo que no es lo conveniente. A mí me parece que el Gobierno tiene que abordar los temas de manera más específica: leyes temáticas, más cortas, que tengan que ver con el trabajo en las respectivas Comisiones, que puedan tener una discusión sobre los temas de manera específica con especialistas, que es cómo funcionan los Congresos en el mundo", sostuvo Pichetto en el Ciclo de Entrevistas coordinado por Rodrigo Lloret, director de Perfil Educación y vicerrector de USBA.
—Luego de la sanción de la Ley Bases, ahora el Gobierno impulsa la Ley Hojarasca. ¿El bloque que usted lidera en Diputados apoyará este nuevo proyecto oficialista?
—La idea de mega leyes o leyes fundacionales está cumplido con este capítulo de la Ley Bases y la Ley Fiscal. El Congreso ha soportado un gran estrés porque este tipo de legislación es más propio de códigos como el Código Civil, donde hay una tarea previa, donde hay un abordaje como se hizo en la última reforma del Código Civil. Volver a insistir con este tipo de leyes de quinientos artículos, creo que no es lo conveniente. A mí me parece que el Gobierno tiene que abordar los temas de manera más específica: leyes temáticas, más cortas, que tengan que ver con el trabajo en las respectivas Comisiones, que puedan tener una discusión sobre los temas de manera específica con especialistas, que es cómo funcionan los Congresos en el mundo. En general, no se tratan leyes ómnibus o leyes que tengan un articulado tan complejo y tan disímil, incluso a veces hasta de multiplicidad de materias que hacen muy complicado el proceso mismo de la sanción.
—¿Qué opinión tiene sobre las reformas que propone el nuevo ministro Federico Sturzenegger?
—Se llama la Ley Hojarasca, que no sé qué significa. La hojarasca es lo que cae de los árboles en las veredas y generalmente termina en el cesto de basura. No creo que sea conveniente, para tener un vínculo razonable con el Congreso, volver a insistir en la temática de mega leyes. El Presidente tiene que tener una relación razonable con el Congreso, salir del ataque a la supuesta casta, porque la casta lo terminó ayudando a Milei. El Gobierno tiene minorías muy fuertes, muy contundentes en ambas Cámaras. Le sería imposible sacar cualquier ley. Si se va a seguir sosteniendo un nivel de ataque y de agresión y de ofensa al Congreso, me parece que esto tiene riesgos. Tampoco le sugiero al Presidente mantener esta actitud de agravios permanentes, porque las instituciones en la Argentina son mucho más fuertes de lo que algunos periodistas dicen. El Congreso ha demostrado que tiene solvencia y que las leyes que pasaron son las que lograron acuerdos, no pasaron todas las que el gobierno quería, sino las que tuvieron consenso en el marco del debate de ambas cámaras.
—El Gobierno asegura que las nuevas leyes permitirán mejorar los índices de empleo formal y la estabilidad económica en Argentina. ¿Usted qué piensa?
—El gran desafío que plantea el Presidente tiene que ver con lograr un modelo de inversiones, para que la Argentina sea un país confiable, en donde la apuesta fundamentalmente está enfocada en tres sectores: el gas, la minería y el petróleo. Ahí es probable que pueda haber inversiones, incluso de empresarios nacionales. Techint hizo una inversión importante en Vaca Muerta, con Petrol. Pero difícilmente se resuelva el tema del empleo urbano. Hay que trabajar más en los proyectos pymes, hay que trabajar en modelos laborales para la pequeña y mediana empresa, en incentivos fiscales. Me parece que eso es lo único que puede generar trabajo urbano. Me estoy refiriendo al cordón industrial de la provincia de Buenos Aires y los cordones industriales de las provincias del interior. Porque es mucho más difícil la recuperación en esos sectores.
—Se está cumpliendo el séptimo mes del Gobierno. ¿Cuál es el análisis que puede hacer sobre su gestión?
—Tengo una visión de apoyo con espíritu crítico respecto a que el Gobierno tiene que tener los instrumentos, pero soy muy crítico respecto a la política exterior, soy crítico respecto al rechazo a la política, al agravio a la política, al agravio al Congreso. El actual gobierno tiene problemas de gestión. Carece de recursos humanos capacitados y es un gobierno muy chico el de Javier Milei. Requiere de mayores recursos humanos, de mayor calidad institucional. Y hay un ejemplo que define claramente lo que estoy diciendo, que es el Ministerio de Capital Humano. Independientemente de lo que uno pueda pensar respecto a la ministra y sus capacidades, es muy difícil llevar adelante la administración de áreas altamente sensibles como son el tema de la política social del gobierno, niñez, adolescencia, pobreza, planes, educación y medio ambiente. Y a mí me parece que, en la patria de Sarmiento, no tener un ministro de Educación que tenga una verdadera vocación por la educación y la cultura me parece relevante.
—¿Cómo analiza esta nueva relación del PRO, liderado por Mauricio Macri, y La Libertad Avanza, en la que parece surgir una posible tensión?
—Me parece que Macri lo que está tratando de hacer es fortalecer su partido. Macri tiene planteada una crisis en términos de la gobernabilidad propia del partido. Hay divergencias con la ministra de Seguridad Patricia, Bullrich. Macri está apuntalando su partido y tratando de fortalecer nuevamente la identidad del PRO en términos de la relación también con el Gobierno. Hay un sector del PRO que quiere ingresar a La Libertad Avanza. Me parece que el desafío de Mauricio Macri es la consolidación del PRO como un partido también del centro democrático con identidad propia, que apoya al Gobierno. En el Parlamento viene trabajando para apoyarlo, pero también manteniendo un cierto nivel de análisis crítico.
—¿Con qué sector del peronismo usted podría dialogar para construir una nueva alternativa política?
—Estoy trabajando para la construcción y consolidación de un centro nacional democrático, y en ese espacio puede haber peronismo, pueden haber sectores de partidos de centro, provinciales y también, por supuesto, sectores que vengan de otros espacios. A mí me parece que el centro democrático en la Argentina, algo parecido a lo que tiene Brasil con el centrão, un lugar fundamental para ¿asegurar espacios de gobernabilidad, de acuerdos, de discusión y debate de ideas en Argentina. No volvería a un peronismo conducido por Kicillof, con una visión de centro izquierda. Todos los sectores de la izquierda porteña que estaban con Fernández, llámese la ministra de Género, de Victoria Donda, todos estos grupos de izquierda radicalizados hoy están en el gobierno de Kicillof. No estaría en ese proceso.
—Cristina Kirchner sostuvo que el peronismo no quedó viejo, pero que quedaron algunos peronistas. ¿Qué opina?
—En realidad, lo que es viejo y ha sido derrotado, es esta visión de la Cámpora y del kirchnerismo. La gran derrota ha sido el gobierno de Alberto Fernández en el que ella también participó como vicepresidente. No se explica el triunfo de Milei, sino es por el fracaso estrepitoso de un presidente que no fue, y de una vicepresidente que tampoco lo dejó gobernar mucho. Además, la visión esta de la izquierda porteña metida en el peronismo es indudablemente un fracaso. Cristina siempre se acuerda de Perón y se vuelve moderada cuando está en el llano. Cuando gobierna, lo hace con la izquierda dura, con los muchachos de la cultura de izquierda, y no piensa en el peronismo. Tampoco tiene una visión peronista. Ella siempre sostuvo más una visión evitista que peronista. Además, siempre lo negó a Perón. Dijo que no lo votó en el 73, que lo votó por izquierda. Votó a Abelardo Ramos.
—¿Por qué cree que Cristina no le permitió gobernar a Alberto Fernández?
—Porque había una gran anomalía. Hay que revisar siempre en la política las anomalías. Alberto Fernández no tenía ningún poder, no podía ser ni siquiera candidato a diputado en la Ciudad de Buenos Aires. No le hubiera ido bien si se hubiera presentado a legislador de la Ciudad de Buenos Aires. Fue candidato a presidente porque la vicepresidente, Cristina Fernández, con el poder que tenía, con la legitimación de haber sido dos veces presidente de la Argentina, lo puso de candidato a presidente, pero eso constituyó una anomalía política. Indudablemente el poder lo tenía la vicepresidente. Ese gobierno nació mal, nació con un problema de estructura. La vicepresidente debería haber sido candidata, hasta podría haber ganado.
—Agradecemos su participación en este Ciclo de Entrevistas, organizado por estudiantes de la Universidad del Sur de Buenos Aires (USBA), y le damos la posibilidad de cerrar con un comentario final.
—Un saludo y mis respetos a la editorial Perfil, y a Jorge Fontevecchia, que lo considero un hombre de mucho prestigio y que demuestra que se puede hacer periodismo independiente y no periodismo de amigos, ni tampoco periodistas que analizan la política en el plano personal, para descalificar a alguna persona. Yo creo en un periodismo con objetividad y con espíritu crítico y estoy convencido de los profesionales que forma la universidad de Perfil, que va a formar profesionales independientes en esta materia. Gracias por la invitación.
Con información de www.perfil.com