Jubilaciones: cambio en el proyecto de ley garantizaría fuerte ahorro fiscal

ECONOMÍA Nazarena Lomagno*
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El Poder Ejecutivo envió al Congreso Nacional el proyecto de ley “Bases y Puntos de partida para la libertad de los argentinos” con modificaciones, derogaciones y precisiones respecto de la versión original. El nuevo documento propone la actualización de los haberes previsionales en base a la inflación, pero desde abril. Especialistas en diálogo con Ámbito destacan que funcionará en tanto los precios bajen y estiman 30% de ahorro fiscal en términos reales, en línea con el ajuste presupuestario.

Para el Gobierno Nacional, la alternativa a la fórmula de movilidad utilizada durante la gestión anterior es la siguiente: a partir del 1° abril de 2024, el índice para calcular los haberes previsionales se obtendría mensualmente, conforme al último dato de inflación mensual disponible al momento de comenzar el ciclo de pago. Unión por la Patria había contemplado una fórmula que combinara un 50% de la recaudación de la Anses y otro 50% de la variación salarial.

Para los especialistas consultados, la clave está en el punto de inicio. Desde abril, los jubilados ya no podrían aspirar a cobrar jubilaciones por encima de la inflación, aunque tampoco por debajo. Sin embargo, en línea con la proyección de inflación estimada en el REM -provisto por el BCRA- los meses de mayor suba de precios no serán contemplados en el cálculo previsional. Según Lucio Garay Méndez, economista de Eco Go, el ajuste sobre las jubilaciones “es brutal”. Esto sería así porque en principio “se les daría un 30% de aumento nominal para las jubilaciones por el período septiembre-diciembre, cuando en el período diciembre-marzo vas a tener una inflación del 65%”, en caso de que desacelere en los dos últimos meses producto de una recesión. Entonces, el trimestre no sería contemplado ni para la fórmula anterior -en un contexto de suba de la recaudación por aumento de la inflación y aumentos paritarios- ni de forma retroactiva por el Gobierno.

Una vez aplicada la fórmula -que deberá aprobarse en el Congreso-, los jubilados “solo mantendrían beneficios reales para estos sectores cuando la inflación desacelere”, explica Garay Méndez. Para eso, la dinámica inflacionaria tendría que entrar en una nominalidad descendente y el mes anterior a la actualización tendría que ser superior al próximo. Pero el economista también señala que de esta forma nunca se recompondrá “la inflación que se escapó en el primer trimestre”. A propósito de esto último, concluye: “La idea es terminar de licuar las jubilaciones, reducir aún más las partidas presupuestarias y mantenerlas en términos reales en esos niveles muy bajos”.

Es por eso mismo que el objetivo del ahorro fiscal no desaparece del Excel oficial. Pablo Besmedrisnik, director de VDC Consultora, le pone número a la estrategia del Gobierno: “En un escenario conservador con una inflación del orden del 60% durante el 1er trimestre de 2024, el Estado generaría un ahorro fiscal del 30% real en el pago de jubilaciones”, explica. Para Garay Méndez, el ajuste en los haberes previsionales va en línea con los objetivos planteados del Gobierno -0,4% del PBI-.

Bajo este contexto, Dante Moreno, economista de Epyca consultora, la actualización vía IPC no es una medida de fondo, es necesario definir un nivel de jubilación básica que evite ingresos por debajo de la línea de pobreza, en un contexto donde la canasta de los jubilados estuvo marcadamente encarecida por la suba de los medicamentos, que entre enero y diciembre 2023 registra un incremento del 319,1% muy superior al IPC anualizado según Indec (211,4%). Por la misma situación, el Defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, alertó en Radio 10 que el Estado debe otorgar un aumento de emergencia sobre los haberes de diciembre, por ser los principales afectados de la aceleración inflacionaria.

 

 

* Para www.ambito.com

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