Cuando la sociedad rafaelina le dijo un "NO" rotundo a Luis Castellano para que permanezca en el poder por el lapso de 16 años, lo que en realidad estaba expresando era un cansancio muy grande a una forma de gobernar que ya había tocado su techo. Paralelamente le dio a Leonardo Viotti un mayoritario apoyo como alternativa a esa forma de gobernar del líder peronista.
Ese apoyo, ese voto, no se debe entender para nada como un cheque en blanco, todo lo contrario. Viotti y sus adláteres, sobre todo su hermano Iván, un personaje por demás cuestionado del que se escuchan miles de comentarios y actitudes negativas, y como bien lo dice el dicho, "CUANDO EL RÍO SUENA.....", deben comprender que la sociedad le dio un mandato por 4 años y que ese mandato debe ser renovado, de lo contrario se tendrá que volver a su casa y quizá por única vez en su vida conseguirse un trabajo, por que hasta ahora siempre vivió de la política y de las prebendas que la misma les da a lo que el Presidente Milei llama "casta".
La soberbia de Viotti no le permitió ver los daños que el escándalo de la contratación de Piñón Fijo le podrá traer en un futuro no muy lejano. La gente no es estúpida y no le cree absolutamente nada de lo que él dice con respecto al costo de la contratación del payaso cordobés, para colmo de males, su propia Secretaria de Hacienda, la persona que firma los cheques, que maneja los números y que sabe que entra y que sale en cuanto a los dineros en la Municipalidad, lo desmintió públicamente declarando que el gasto verdadero fue superior a los 7 millones de pesos.
A Viotti lo mata la soberbia, el creerse que está en un escalón superior al resto de los rafaelinos cuando la realidad es que no es más que un empleado de todos los ciudadanos que con el pago de la Tasa municipal y otros estipendios, le paga el sueldo a él y a todos sus colaboradores, muchos de los cuales hasta hace muy poco tiempo no podían pagarse una cena en algún restaurante 2 estrellas de la ciudad.
Viotti no va por buen camino, esta película, los que vivimos y conocemos la política desde hace muchos años, ya la vimos. Castellano y el peronismo ya compraron los pochoclos y están sentados tranquilos viendo como Viotti se equivoca y poco y nada hace. No hay obras, no hay proyectos, la ciudad está sucia y como frutilla del postre, comienza a olerse un tufillo muy feo y desagradable que tiene que ver con la ética y el cuidado de los dineros públicos .
Viotti atraviesa su peor momento desde que asumió y muy seguro, por la jerarquía del cargo que ocupa, desde que está en política. Las críticas arrecian, las obras no aparecen y ni siquiera hay indicios que se puedan hacer, no existen iniciativas propias e inteligentes y lo único que se le ocurre es el aumento desmedido de la Tasa municipal. Estar en el poder es muy diferente a la campaña electoral en donde se promete cualquier cosa, pero sin duda el gran problema es el entorno y hay que ponerle nombre y apellido sin miramientos. Quizá llegó la hora de comprender que con un solo Viotti alcanza y sobra en el Ejecutivo local, es una decisión que muchos de los que lo acompañan lo consideran necesario, pero pocos se animan a decírselo personalmente,en forma directa, prefieren las indirectas y en off contarnos a los que desde hace tantos años decimos las cosas como son, sin miedos, sin condicionamientos, sin compromisos, las peleas y las internas de un Ejecutivo que dista mucho de las expectativas creadas al momento de depositar el voto buscando un verdadero cambio.