Las fuerzas independentistas al mando del general Manuel Belgrano retroceden desde el norte argentino ante el avance de las tropas realistas de Pío Tristán. Detrás de ellos arden todas las cosechas y provisiones que puedan resultarles útiles a su adversarios. Al llegar a Tucumán, Belgrano decide presentar batalla al ejército realista. Son 1.800 patriotas contra 3.000 realistas. En la mañana del 24 de septiembre de 1812 Belgrano embistió el flanco derecho del enemigo, pero pronto la batalla se estanca en sucesivos duelos de infantería. La providencial aparición de una nube de langostas sembró el desconcierto en las filas realistas, circunstancias que Belgrano aprovechó para enviar una carga decisiva de sus tropas. Con esta victoria, el centro del actual territorio argentino se libró de la amenaza realista.