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30 días de Perotti, "el gigante dormido" era la inseguridad: DESPERTÓ

Sin duda alguna estos primeros treinta días del Perotti a cargo de la gobernación fueron más problemáticos de lo que se esperaba, pero la seguridad acaparó todo y las soluciones no llegan

POLÍTICA 13/01/2020 Agencia de Noticias del Interior
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Es muy difícil valorar una gestión a tan solo 30 días de asumir. Pero en su primer mes como gobernador Omar Perotti ya trazó algunas líneas que marcarán sus cuatro años en la Casa Gris. Seguridad, el vínculo con el gobierno nacional, las disputas políticas con propios y extraños, la herencia del Frente Progresista y un fuerte mensaje centrado en la necesidad de tener un manejo austero de los fondos públicos son algunos puntos que sobresalen del regreso del peronismo al poder en la provincia.

En materia de seguridad el rafaelino puso al frente de ese Ministerio a un hombre con mucha trayectoria, como Marcelo Sain, y que tiene un alto perfil público. En sus primeros días de gestión el gobierno filtró a los medios un mensaje de WhatsApp que el ministro le envió al entonces jefe de la Unidad Regional II, de Rosario, Marcelo Gómez, quien había dejado sin custodia los edificios públicos de esa ciudad. Sain le advirtió que si no cumplía con sus deberes de funcionario público "la cosa se va a poner picante" y le dijo que lo iba a llevar ante la justicia, algo que cumplió a los pocos días.

 El ministro reemplazó a la mayoría de la plana mayor de la policía de la provincia y empezó a bajar línea de cómo quería que la fuerza trabaje. Pero también Perotti le dio juego político. En primer lugar, Sain arremetió contra los senadores justicialistas que no comulgaban con el gobernador y que le hicieron perder varias batallas en la Legislatura, como cuando votaron el presupuesto que había armado Miguel Lifschitz, en lugar de esperar que Perotti diseñe su primer cálculo de recursos y gastos. El ministro intervino la jefatura departamental de San Lorenzo, el territorio de Armando Traferri, el jefe del bloque de senadores justicialistas. Luego, Perotti se reunió con los díscolos y fumaron la pipa de una tensa paz.

 
Luego Sain viró su objetivo hacia el Frente Progresista. En primer lugar fue muy crítico de la gestión de su antecesor, Maximiliano Pullaro, al decir que se encontró con "un ministerio extremadamente débil". Esas declaraciones terminaron de detonar las negociaciones del perottismo con los diputados frentistas para aprobar la ley que contenía ocho emergencias que iban desde lo económico y financiero hasta en seguridad.

  
El último episodio de tensión se produjo después de la marcha por la muerte de Gonzalo Glaría en la ciudad de Rafaela. Ese reclamo de justicia terminó con incidentes frente a la sede local del Ministerio Público de la Acusación y la casa particular de Omar Perotti. Allí Sain dijo públicamente que el exgobernador Lifschitz y Rubén Galassi iban a tener que explicar qué hacían en el lugar militantes del socialismo. La respuesta de Lifschitz fue una presentación ante el fiscal general de la provincia para que cite al ministro y que aporte pruebas de sus acusaciones.

  
A Sain no se lo puede hacer cargo de los crímenes que se están cometiendo en los primeros días de enero cuando hace menos de un mes que se hizo cargo del ministerio. Pero tampoco dejan de ser su responsabilidad. Es el hombre que Perotti eligió para hacer realidad su eslogan de campaña: "Paz y orden". Entre el 1 y el 9 de enero en la ciudad de Santa Fe hubo seis asesinatos y en la ciudad de Rosario ya son 12 homicidios en nueve días. Más allá de los cruces políticos, la seguridad requiere de acciones urgentes y profundas. El problema no se va a resolver de un día para el otro, está claro; pero los santafesinos están sufriendo el mientras tanto no solo con crímenes, si no también, con asaltos y entraderas sin distinción de barrios y horarios.

La confrontación

La relación de Perotti con Miguel Lifschitz no fue buena desde un principio. La muestra es que con seis meses para realizar una transición ordenada, el intercambio de información terminó siendo un cruce de acusaciones. El resultado fue que no hubo transición y eso no le permitió a Perotti empezar a gobernar desde el minuto cero con todos los elementos sobre la mesa y tuvo que conocer el estado de las cuentas de cada área mientras el barco navegaba. Allí las responsabilidades son compartidas.

Perotti, en su primer discurso frente a la Asamblea Legislativa, había prometido: "No vamos a utilizar el tema de la pesada herencia como suele decirse. Nosotros sabemos que a las crisis no se las llora, a las crisis se las enfrenta y se las derrota". Sin embargo, los primeros mensajes enviados a la Legislatura fueron el de la ley impositiva para aumentar impuestos y la ley de emergencias social, alimentaria y sanitaria; de las contrataciones públicas; económica, financiera y fiscal; y en seguridad.

Para instalar la necesidad de declarar todas esas emergencias –que prácticamente le permitían a Perotti gobernar durante dos años, y luego el Senado las llevó a 18 meses, sin pasar por la Legislatura–, el perottismo tuvo que centrar sus dardos en la pesada herencia.

 La otra medida que generó mucho ruido fue la de pagar los sueldos de diciembre con un cronograma extendido
Pero, además, hubo acciones del gobierno que fueron retroalimentando ese mensaje aunque a veces resultaran contradictorias. Por ejemplo, el martes 17 de diciembre, unos días antes de hablar de la necesidad de declarar las emergencias, el gobernador decretó asueto administrativo durante todo enero. El vocero gubernamental, Leonardo Ricciardino, argumentó que se trataba de una medida que producirá "un ahorro importante". Sin embargo, significaba tomar la decisión de cerrar el Estado en pleno escenario de emergencia.

La otra medida que generó mucho ruido fue la de pagar los sueldos de diciembre con un cronograma extendido que llega hasta el 15 de enero. El gobierno argumentó que no se puede salir a tomar crédito a tasas del 70 por ciento para hacer frente a gastos corrientes. Desde los gremios docentes fueron muy críticos de esa medida y en Rosario hasta hubo una concentración de los maestros junto a los estatales y los profesionales de la salud. En la ciudad de Santa Fe las reacciones gremiales fueron mucho más tibias.

 En pleno receso administrativo el gobierno ya tuvo una muestra del escenario que deberá enfrentar dentro de un mes cuando se empiece a discutir paritarias. Cuando UNO Santa Fe le preguntó a Perotti si había lugar para la cláusula gatillo en las próximas paritrias, el gobernador dijo que a los trabajadores "se les va a hacer la mejor oferta posible". Perotti no lo puede anticipar, pero su gobierno hará todo lo posible para no atar el pago de sueldos a la inflación. Incluso el gobernador habló con funcionarios nacionales de la necesidad de establecer "acuerdos de precios y de salarios".

Por su parte, la oposición aprovechó la exposición pública que hizo la ministra de Infraestructura de la provincia, Silvina Frana, para salir a contestar y vincularon las políticas de Perotti con las implementadas por Mauricio Macri. "Llevar la administración pública de los recursos de los Estados permanentemente a la búsqueda de ese déficit cero fracasó en los últimos cuatro años en el país", disparó el exministro de Gobierno y actual diputado provincial, Pablo Farías.

 

Parece que despertar al gigante dormido no será tan sencillo en un contexto de crisis nacional.
De todas formas, una de las palabras que define los primeros 30 días del gobierno de Omar Perotti es austeridad. De hecho, en cada una de sus apariciones públicas, que hasta el momento no fueron muchas, el gobernador siempre puso ahí el acento. Sin ir más lejos, el miércoles pasado estuvo en Buenos Aires reunido con el ministro de Trabajo de la Nación, Claudio Moroni, y al finalizar el encuentro dijo que "el camino es el de tener un fuerte proceso de austeridad, de control de gastos, de evitar cualquier instancia superflua y de hacer un esfuerzo todos".

Hasta el momento el discurso oficial está enfocado en la necesidad de cuidar los recursos. En sus primeros contactos con los funcionarios nacionales Perotti está buscando articular políticas que le permitan acercar a territorio provincial distintos programas del gobierno de Alberto Fernández sin mayores costos para las arcas santafesinas y, de ser posible, algo de financiamiento.

Desde el sector productivo aseguran que los funcionarios del área son conocedores del tema y entienden que muchas de las herramientas que están esperando, como líneas de crédito, dependerán de Nación. Parece que despertar al gigante dormido no será tan sencillo en un contexto de crisis nacional. Pero solo pasaron 30 días de una gestión que en total tendrá 1.460 días. Es casi nada, aunque el tiempo corre.

Con información de La Capital

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