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"Vamos a continuar defendiendo este cepo así como está"

"Descartamos un desdoblamiento del tipo de cambio", dijo la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, y se refirió a la compra de u$s200: "No vamos a reducir el monto".

ECONOMÍA 15/09/2020 Heretz Nivel
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“Vamos a continuar tratando de defender este cepo, así como está”, sostuvo la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, en la entrevista concedida a Ámbito. La economista del círculo íntimo del presidente Alberto Fernández, descartó la posibilidad de un desdoblamiento cambiario como así también mayores restricciones a la compra de dólares.

Refiriéndose al conflicto salarial con la Policía Bonaerense, atribuyó al problema al deterioro de 40% de los ingresos de los empleados públicos durante la gestión de Mauricio Macri. Precisó que “necesitamos recuperar la masa salarial, pero no lo podemos hacer de un plumazo si queremos que sea una recuperación real”.

Adelantó que “en el proyecto de Presupuesto del año que viene vamos marcando un camino de ordenamiento sin por eso generar un ajuste que vuelva la economía a la recesión”.

Definiciones sobre la futura Reforma Tributaria, la actividad económica son algunos de los temas tratados con la funcionaria a lo largo del reportaje que concedió a Ambito.

Periodista: El Banco Central viene perdiendo reservas ¿a qué atribuye esta situación?

Cecilia Todesca: Nosotros evidenciamos la caída de reservas y tenemos discusiones sobre este punto, pero siempre dentro del marco de lo que venimos explicando: tenemos que dar un tiempo a los mercados para que se vayan tranquilizando después de la restructuración de la deuda. Luego tenemos cuestiones más de índole estructural con las que hay que tener un poco de paciencia.

P.: ¿Descartan desdoblar el tipo de cambio?

C.T.: Sí lo descartamos. Los desdoblamientos son complejos. Ha habido varias experiencias en la Argentina en este sentido. Por ahí se pueden usar en forma de tránsito entre una situación y otra, pero no parecería una situación en la que uno se pueda quedar por mucho tiempo, no es una situación de equilibrio, esos dos o tres mercados diferenciados.

P.: ¿Por el momento no lo están contemplando?

C.T.: No.

P: ¿Van a reducir el monto de los 200 dólares para ahorro?

C.T.: No. Vamos a continuar tratando de defender este cepo, así como está. Cuanto más dura es la regulación, más se abren las brechas. Por eso siempre insistimos en el triángulo: que el tipo de cambio no se atrase, que la tasa de interés real sea positiva y en aplicar regulaciones cambiarias que, lamentablemente, en este momento en la Argentina tienen que ser férreas porque 200 dólares es un límite bajo.

También es cierto que como hay mucha gente que accede al mercado de cambios, aún con un valor bajo como son 200 dólares, en un mes se pierde un número significativo (de reservas). En parte lo perdés, otra parte va en depósitos en dólares que luego pueden ser créditos para exportadores.

En fin, hay que ir recreando el mercado en pesos, ir ganando en confianza, la gente tiene que ir sintiéndose cómoda con la idea que la tasa de interés le está ganando a la inflación, hay que sacar otros instrumentos como ya se sacaron los depósitos dólar linked. Esto es un camino que no se resuelve de un día para el otro.

P.: ¿Están hablando con exportadores para acelerar la liquidación de divisas?

C.T.: Hay un canal abierto de diálogo, lo que pasa es que lo que ellos dicen es que éstos son meses cuando los productores no necesitan tanto los pesos, esta es una primera cuestión, por la temporalidad. Por el otro lado dicen que los créditos internacionales han quedado un poco atravesados por el episodio Vicentin, que ha sido un episodio muy fuera de lo normal en donde varios bancos internacionales han quedado con deudas impagas, esto generó cierto ruido. Son cuestiones de coyuntura que en un par de meses deberían acomodarse.

P.: ¿Descartan, entonces, por el momento solicitarle a los grandes exportadores que adelanten el ingreso de divisas?

C.T.: Hay un diálogo abierto, pero existe esta cuestión que los productores tendrían que vender los granos. Si no necesita los pesos, se queda con los granos, espera para venderlos sobre todo porque algunos precios están subiendo. Algunos podrían haber estado esperando esta tendencia alcista, otros pueden no necesitar los pesos ahora y quedarse con los granos, que de hecho eso es lo que debe estar pasando. Las conversaciones están abiertas, pero por lo pronto no vemos ahí un cambio muy fuerte en el corto plazo.

P.: Pero la fuerte liquidación de divisas se va a dar en marzo…

C.T.: Así es, bueno a fin de diciembre hay una parte, pero después viene fuerte a partir de marzo. Estos son meses en los que siempre hay una pequeña baja en la liquidación.

P.: De continuar la pérdida de reservas por parte del Banco Central, ¿están pensando en solicitar al FMI un préstamo específico para atender esta circunstancia, más allá de la renegociación que se está llevando a cabo con el organismo?

C.T.: Yo no tengo información al respecto.

P.: La demanda de dólares es una señal que hay una expectativa de devaluación porque se estima que el tipo de cambio está atrasado. ¿Cuál es su visión?

C.T.: El tipo de cambio objetivamente no está atrasado. Cuando uno mira la serie -que nadie discute- del Banco Central sobre el comportamiento del tipo de cambio real multilateral, estamos bien. Por supuesto hubo momentos cuando el tipo de cambio estuvo más alto, pero también fueron momentos muy críticos. No creo que sea esa la explicación.

Hay liquidez, que está un poco rara afectada incluso por la pandemia y porque hemos inyectado una gran cantidad de gasto público fuerte en el marco de todos los programas para sostener la producción y el empleo. Pueden haber aparecido nuevos jugadores en la compra mensual que se hacen la diferencia cuando venden en el mercado informal. Tenemos varias cosas más como los turistas que hoy no están como oferentes en el blue. Todo el mercado está atravesado por la pandemia más las cuestiones estructurales y los coletazos finales de la negociación de la deuda.

Incertidumbre

P.: Otro factor que afecta en la Argentina es la incertidumbre política como la provocada por el decreto para las Telco o más recientemente la decisión presidencial de derivar un punto de la coparticipación de la Ciudad a la Provincia de Buenos Aires, entre otros episodios. ¿Cuánta responsabilidad le asigna a esta incertidumbre en las tensiones cambiarias?

C.T.: La macroeconomía viene muy desordenada por los cuatro años del macrismo. Lisa y llanamente tuvimos dos golpes muy fuertes en 2018 y 2019, bruscas devaluaciones de la moneda tan así que fuimos a pedir un préstamo históricamente grande al Fondo Monetario Internacional.

La salida de una crisis de semejante tamaño demanda un tiempo hasta que las variables macroeconómicas empiezan a volver a la normalidad justo en un año en el que se declara la pandemia, un factor externo a todos esos problemas que teníamos.

Entonces, lo que nosotros pensábamos tener un poquito más ordenado para este momento está muy atravesado por los efectos de la pandemia, las políticas de sostén. Son políticas enormes, fuera de lo común y hay que ver después cómo se estabilizan estas variables.

Nosotros tenemos que conservar la calma, presentar el presupuesto, ahí se van a ver un conjunto de variables importantes de cómo vemos el año que viene.

Respecto del ruido político, me gustaría que todos tratáramos de, como dicen los chicos, “bajar un cambio”, porque me parece que las circunstancias son lo suficientemente difíciles tanto para las empresas como para las familias, todo el mundo tiene un grado de incertidumbre elevado en este contexto.

Las discusiones se pueden tener, opiniones contrapuestas también, pero dentro de un clima que debería ser bastante menos altisonante del que hoy se observa. Hay algunas personas que son particularmente, y no todas, altisonantes y eso no agrega nada en una situación como ésta.

P.: ¿A quiénes se refiere?

C.T.: Todo el mundo lo sabe. Hay gente que dice barbaridades que son inadmisibles, impugnaciones de tipo personal gravísimas. No estamos para eso porque los problemas son suficientemente desafiantes.

¿Cómo discutimos en el Congreso? Estamos en medio de una pandemia así que los debates tienen que ser remotos o presenciales. Es válida esa discusión, porque nunca antes tuvimos una pandemia.

Ahora, el Congreso tiene que funcionar y se tiene que poner de acuerdo. No se puede dar esta discusión a micrófono abierto gritándonos como locos y la gente nos mira diciendo ¿éstos son los que nos gobiernan? Sentémonos en una mesa, habrá distintas opiniones, puede ser que algunos quieran que ciertos temas se traten de manera presencial, con todo los riesgos que ello implica movilizar tantas personas, bueno hay que estudiarlo, discutirlo, es una cuestión operativa.

Nosotros acá (Casa Rosada) cada reunión que hacemos decimos de qué manera la vamos a llevar adelante, lo hacemos virtual, presencial, hacemos mitad y mitad; ya sé, es una incomodidad pero estamos en circunstancias atípicas.

P.: Este martes se presenta el presupuesto 2021 al Congreso Nacional. Trascendió que para este año proyectan una caída del PBI de 12% y una inflación (estimo promedio) de 32%, ¿Es correcto?

C.T.: No creemos que el promedio sea 32%. No estoy en condiciones de dar los datos finales, los va a anunciar el ministro Martin Guzmán. Nuestra inflación punta a punta está más cerca de 30 que de 40% para este año. En cuanto a la caída del PBI, está en torno de10 a 12%.

P.: Los trascendidos también señalan que la recuperación económica sería 5,5% en 2021

C.T.: Sí, en torno de 5%.

P.: ¿Y la inflación 28% punta a punta para el año que viene?

C.T.: Un poquitito más que eso. Todavía tenemos que ver cómo se comporta el último trimestre del año porque va de la mano de la recuperación.

P.: Dado que la pandemia se prolongó más de lo esperado ¿cómo está previendo la recuperación para lo que resta del año?

C.T.: Sí, se prolongó. Nosotros pensamos tener las cuestiones sanitarias más definidas para septiembre u octubre. La realidad es lo que es. Todavía el AMBA está bastante complicado y ahora se presentan algunos focos en el interior que también hay que prestarles atención.

Respecto de la actividad, abril y mayo fueron muy hacia abajo, en junio y julio se pegó la vuelta hacia arriba y agosto sigue subiendo, pero no con la misma tendencia empinada, baja un poquito. La pregunta es ¿esto se mantiene así, con esa pendiente o va un poco para abajo o un poco para arriba? Y eso depende de cuánto podamos recuperar la circulación de las personas.

P.: Parecería que, dados los últimos números de contagios, no se estaría en condiciones de liberar…

C.T.: Parecería que no y nosotros le damos prioridad a la situación sanitaria. Hay distintas situaciones, por ejemplo, en algunas localidades del interior donde no había brotes fuertes, se tuvo que dar marcha atrás.

Lo que cambiaría hacia fin de año es la disponibilidad, tanto de tratamientos como de vacunas, pero no hay un día pandémico y un día pospandémico, esto es una película. Incluso cuando llegue la vacuna será gradual, se hará un calendario y se irá vacunando a la gente y eso llevará un tiempo. Siempre vamos a tener una gradualidad en la recuperación.

En las actividades como turismo, cultura, entretenimiento y todo lo demás, sabemos que son sectores críticos y, de hecho, en el DNU del ATP (Asistencia al Trabajo y la Producción) continuamos con la asistencia hasta diciembre. Si luego vemos que estos sectores siguen afectados, los seguiremos acompañando.

Ayudas

P.: ¿Podrían seguir puntualmente los ATP para otros sectores?

C.T.: Sí, nosotros nos vamos a reunir en el comité de ATP en los próximos días y vamos a discutir el ATP seis que va tener la misma lógica de los dos últimos ATP: continuar asistiendo con salario complementario a aquellas empresas que muestran una caída muy fuerte en su facturación.

En general, son los que denominamos sectores críticos: turismo, entretenimiento, gastronomía, transporte de larga distancia, jardines maternales, entre otros. Luego tratar de desarrollar este mecanismo de crédito para las empresas donde ya se ve una recuperación, pero es una recuperación nominal, no real. Es un buen suplemento del mismo instrumento.

En el caso del ATP cinco tuvimos 135.000 empresas que les dimos salario complementario para 1,4 millones de trabajadores y 26.560 empresas, más o menos, pidieron el préstamo por 271.000 empleados. Veremos cómo sale el ATP seis. Nosotros, antes de tomar una decisión, vamos a mirar la base de datos de la AFIP.

P.: ¿Cuándo se mandará la reforma tributaria al Congreso?

C.T.: Sé que los equipos técnicos siguen trabajando. No tengo una fecha exacta.

P.: Tengo entendido que habrá una importante reducción y simplificación impositiva para pymes. ¿Es así?

C.T.: Todavía no nos han compartido en las reuniones de Gabinete el producto del trabajo que vienen haciendo desde hace unos cuantos meses. Cuando el ministro Guzmán termine de evaluar lo que sus equipos le armaron, en algún momento tendremos una reunión todos juntos, ahora no tengo detalles. Porque cada uno trabaja en sus temas.

P.: El Presidente sostuvo que es necesario quitar la abundancia de algunos lados para distribuirla en las carencias de otros. ¿Se puede inferir que subirá la alícuota del Impuestos a la Ganancias o a los Bienes Personales?

C.T.: Bienes Personales ya lo subimos con la ley de solidaridad y reactivación productiva. No escuché nada en ese sentido, tampoco lo de Ganancias, pero la verdad es que no accedí todavía a los documentos.

Entendemos que la presión tributaria en la Argentina es elevada y el desafío es cobrarle impuestos a los que se van del radar. Lo importante es mantener un balance. A todas las responsabilidades que tiene el Estado se le han sumado estos programas súper extensivos en el marco de la pandemia que han representado un gasto enorme para el sector público. Todo eso hay que financiarlo, lo que obliga a llevar un balance. Lo interesante del Presupuesto del año que viene es que vamos marcando un camino de ordenamiento sin por eso generar un ajuste que vuelva la economía a la recesión, después de un año tan difícil como éste.

P.: A fin de año vence la doble indemnización por despido. ¿Piensan prorrogarla?

C.T.: No lo sé, pero la doble indemnización nunca estuvo sola. Cuando la pusimos al mismo tiempo estaba el ATP. Son medidas excepcionales para circunstancias excepcionales. Hay que verlo en conjunto. Si vemos que la economía se va recuperando, no veo por qué tenemos que seguir con una regla tan estricta. Si la economía no se recupera, hay que proteger al empleo y también ayudar a los empresarios.

P.: ¿Hasta cuándo continuarían con el IFE de 10.000 pesos?

C.T.: Es una discusión todavía en el Gabinete. Venimos discutiendo varias cosas pero también estamos esperando los datos sanitarios, porque la instrucción que nosotros tenemos es que si lo sanitario no mejora, no deberíamos dejar a nadie sin un acompañamiento.

Al mismo tiempo, nos gusta la idea de ir saliendo de un ingreso de emergencia y mutar a otro tipo de herramientas más específicas para los distintos problemas del mercado de trabajo. Pero esto tiene sentido si la actividad se va recuperando, sino conviene seguir con el ingreso de emergencia. Estamos mirando lo que pasa para calzar la mejor política posible.

P.: Parecería que en lo que resta de septiembre y quizás los primeros días de octubre, no cambiaría mucho el escenario…

C.T.: No parecería pero hay que ver cómo evolucionan las semanas que faltan de septiembre.

P.: ¿En algún momento, el IFE puede ser reemplazado por un ingreso universal?

C.T.: No estamos pensando en un ingreso universal. Creemos que no es una discusión para un país como la Argentina, no desarrollado. Además nosotros tenemos ingreso universal para los niños y las niñas y para los adultos mayores. La cobertura es total en el caso de los jubilados, arriba del 92%, y también lo es para los niños y las niñas dependiendo si es AUH, asignaciones familiares o descuentos en Ganancias.

Tenemos un problema en el mercado de trabajo, hay un conjunto de jóvenes que tienen dificultad para terminar sus estudios, para capacitarse y luego para insertarse en el mercado de trabajo. Este es un primer núcleo que se está mirando para aplicar políticas que ayuden a la capacitación y la inclusión laboral, sobre todo de los sectores más vulnerables.

Hoy tenemos el plan Potenciar Trabajo (que lleva a cabo el Ministerio de Desarrollo Social) donde ser recibe la mitad del salario minimo vital y móvil contra una prestación de trabajo y, si no se presenta al municipio a trabajar, luego de 3 meses que no cumpla con la actividad que se le ofrece, se le da de baja.

Tenemos otra franja de personas, los que están arriba de los 50 años que les cuesta mucho conseguir trabajo y no porque no tengan capacidad o experiencia, pero son trabajadores más caros con relación a los trabajadores más jóvenes. Y, a veces, las empresas prefieren contratar a gente más joven, a menor salario y que además tienen menos obligaciones familiares, aquí también hay que pensar en algún plan.

Cuando digo planes no me refiero a “te doy plata”, sino de qué modo el Estado puede colaborar con esta situación.

P.: ¿Están pensando en Convocar al Consejo Económico Social, dado que se está observando una cierta aceleración de los precios?

C.T.: Creemos que la inflación podrá estar un poco por debajo del 37%, un número que no deja de ser elevado. En agosto impacta el cierre del tema de Precios Cuidados y lo que pasará en el último trimestre en materia de inflación está vinculado con el nivel de actividad. Si la actividad comienza a recuperarse se darán dos efectos, habrá una búsqueda por parte de los empresarios de recuperar tasa de ganancia y también una disputa por parte de los trabajadores para recuperar parte del salario perdido.

A la cabeza de la pérdida se encuentra el sector público y dentro del sector privado hay bastante heterogeneidad también. En la medida que la pandemia no los permita, tenemos que poder recuperar esas conversaciones.

Ahora debo decir que mantenemos un diálogo permanente con los empresarios y los trabajadores, lo que pasa es que las reuniones son complejas por el tema de la pandemia. Pero el Consejo Económico Social está dentro de nuestras herramientas, es importante, ese dialogo nos va a servir mucho hacia adelante.

P: ¿Qué les diría a aquellos que cuando ven episodios como el de la Policía, se asustan y sienten que puede haber una crisis como el 2001?

C.T.: Esto es otro tipo de crisis, no se parece al 2001. Hay que entender cuáles son los problemas. Por ejemplo, el tema del reclamo de la Policía tiene que ver con que los salarios en la Administración Pública durante el gobierno de Macri se redujeron un 40% en términos reales.

Hay un problema, necesitamos recuperar la masa salarial, pero no lo podemos hacer de un plumazo si queremos que sea una recuperación real. Tenemos que ponernos un objetivo respecto a la estabilización macroeconómica y, en ese marco, tenemos que dar la discusión. No nos puede sorprender el reclamo de la Policía cuando hubo una caída del salario real de 40%.

P.: Pero también vendrán ahora la demanda de otros sectores…

C.T.: Por supuesto y lo que habrá que ir viendo son las velocidades de este proceso. Porque el Estado tiene que poder hacer frente a las demandas de manera ordenada. No somos negadores de la realidad, recibimos una situación muy desequilibrada y se sumó la pandemia. Vamos a tener un poco más de paciencia para acomodar las cosas, pero conocemos los problemas. Necesitamos que el salario real se recupere no solo porque es justo, sino también porque si el salario se recupera lo hace también el consumo que representa más del 70% del PBI.

P.: ¿Cuál es su mayor preocupación?

C.T.: Estar a la altura de las circunstancias y tener humildad para poder decodificar y que se nos ocurran las políticas precisas para cada momento. Es una combinación entre escuchar, procesar y dar una respuesta correcta, en un tiempo muy desafiante.

 

 

Con información de www.ambito.com sobre una nota de Liliana Franco

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