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Diego Bossio: "El presidente quiere tener razón y no encontrar soluciones"

POLÍTICA 17/05/2024 Agencia de Noticias del Interior
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El economista Diego Bossio destacó que, pese a los incentivos que se impulsan desde Gobierno para acrecentar las inversiones, el riesgo país es alto y sus políticas inconsistentes, algo que afecta la confianza empresarial. Además remarcó la insostenibilidad del sistema previsional actual, con solamente 6 millones de aportantes en una sociedad de 28 millones en condiciones de trabajar, y señaló que la recaudación ha disminuido ya que el sistema depende, en su mayoría, de bonos y moratorias. “Hay que encontrar un sistema que sea sostenible, que garantice a quien se jubila la certeza de que va a cobrar”, expresó en Modo Fontevecchia, por Net TV, Radio Perfil (AM 1190) y Radio Amadeus (FM 91.1).

Hacenos un balance de lo que está sucediendo después de la exposición del jefe de Gabinete, Nicolás Posee, en el Congreso, con sus proyecciones de dólar, inflación y el resto de perspectivas para el año: caída del producto bruto de 3,5%, dólar de poco más de $1000 e inflación de 139,5%. Comentanos también qué opinás de la intervención en el Cicyp del presidente, Javier Milei. 

Tengo 44 años, pero la verdad que tengo un recorrido político y aprendí que en la política las razones son muy importantes, pero cuando uno quiere imponer la razón muchas veces termina siendo un dogmático y termina afectando los intereses generales de los argentinos. Ayer vi un presidente de la Nación queriendo tener razón y no queriendo encontrar soluciones concretas, pragmáticas y reales a las dificultades que presenta la Argentina, que son muchas, muchas que heredó y muchas que se están acumulando. 

Entonces, la primera impresión que me da es que este enojo, esta frustración, este contrapunto que lo hace con énfasis, como habitualmente lo hace el Presidente y nos tiene acostumbrados, nos puede llevar a una encerrona que ya hemos vivido en la Argentina. Las razones personales, ideológicas, las razones que intrínsecamente tenemos cada una de las personas y tiene particularmente el Presidente nos lleven a acumular desequilibrios y que después la salida sea mucho más traumática.

A mí me llama poderosamente la atención que Cavallo, alguien que tuvo un periodo de apreciación cambiaria muy fuerte y que después sufrió en esa situación, advierta sobre los problemas del tipo de cambio en la Argentina. Y me llama poderosamente la atención que el presidente se ponga tan dogmático. Entendiendo que cuando vos sos jefe de Estado tenés que dar una señal de contundencia en cuanto a tus medidas, pero también entendiendo que la agresión no conduce a ningún tipo de resultado.

Yo lo que veo, como dije en una entrevista reciente, es que lo que viene por delante no es ni una pradera, ni una panacea, ni una situación de alivio, porque las correcciones que requiere todavía la Argentina son fuertes. Estamos en una situación en donde muchas de las cosas que plantea el Presidente no sé cuán sostenibles son. 

¿Cómo ve la relación del Presidente y el propio Ministro de Economía con los empresarios? Pareciera ser que conserva el 90% de la aprobación de sus votantes, no solo los propios sino los del balotaje, pero al mismo tiempo él y su Ministro de Economía se quejan que los empresarios ponen los precios con una expectativa de dólar e inflación mucho mayor de la que hay. Hay un continuo reclamo, tanto del Ministro de Economía como en menor medida del Presidente, de que los empresarios hagan algo distinto de lo que hacen, y paradójicamente el sector más bajo de la población, donde están gran parte de sus votantes, lo apoya.

Milei propone el libre mercado, entonces dice que todo que sea libre, que sea libre el tipo de cambio, que no lo es porque hay cepo, porque él entiende que es razonable el valor al que está el tipo de cambio. Él propone que sea libre el ajuste de los precios y después dice: "no, eso atenta contra mi objetivo de bajar la inflación, entonces empecemos a regular los precios", y quizás es algo que se debería haber hecho de entrada, algún tipo de coordinación propio de cualquier plan de ordenamiento de la economía, ni siquiera de "regulación". Eso lo hace entrar en una contradicción muy fuerte.

Estos programas requieren que haya un shock de inversiones. Esos shocks de inversiones se ven básicamente en la prima de riesgo país. Jorge, si recordamos un poquito, a esta altura del gobierno de Macri el riesgo país era un tercio de lo que es hoy, 400 puntos. La imagen positiva de Macri estaba en torno al 70% a los seis meses de asumir. Diciendo esto busco relativizar el éxito de las cuestiones o al menos advertir las dificultades que presenta la Argentina.

En la relación con los empresarios, cuando las cosas no tienen la trayectoria que uno pretende encuentra un culpable. Ya lo hemos vivido, y la verdad que la situación de la economía argentina es precaria, con un Banco Central todavía con reservas netas negativas, con compromisos en dólares muy fuertes, con acumulación de reservas producto de manejo de pasivos, con un déficit fiscal que ha sido corregido pero que efectivamente su sostenibilidad está en duda porque fue generado con una cuestión que yo advierto como inmoral: haber licuado las jubilaciones. El 40% de la reducción del déficit fiscal o la aplicación del superávit está asociado a la licuación de las jubilaciones. La otra parte tiene que ver con el no pago de la luz y con el ajuste de la obra pública, que es claramente ineficiente.

Y fíjense cuál es esta contradicción que tiene Milei. Por un lado, propone al Congreso de la Nación un RIGI, que es un sistema de incentivos para las inversiones, que es necesario, más allá de que entiendo que es excesivo y que esos excesos ojalá el Congreso los pueda corregir. Y por otro lado defaultea los compromisos con las generadoras eléctricas y las productoras de gas. Hay una contradicción.

Entonces yo, más allá de lo que se dice o lo que no se dice, voy a los hechos. Quieren desregulación de precios, van para atrás. Quieren acomodar los precios relativos, van para atrás. Quieren incentivar las inversiones, defaultean los pagos que tienen con las generadoras eléctricas y con las productoras de gas. Y por otro lado, quieren incentivar las inversiones con un régimen absolutamente exagerado. Entonces, es una relación al estilo Milei. Un día de amor y odio en pocas horas, y me parece que es la relación que ha planteado Milei con el conjunto de la sociedad argentina.

Fernando Meaños: Ayer la ANSES dio a conocer un informe en el que asegura que “la nueva fórmula de movilidad aumentó las jubilaciones casi un 30% más que con la fórmula anterior”, es decir, con este nuevo mecanismo que ajusta los haberes previsionales del IPC, aumentó más que la fórmula que se utilizaba en el gobierno anterior. ¿Qué lectura hacés de esto?

La caída de las jubilaciones ha sido histórica. Ha sido de las más importantes, sobre todo la jubilación media porque ha salido todo el esquema de bonos. Lo que ha habido es una inflación muy alta y la jubilación ha venido por detrás. Posiblemente recupere en los próximos meses algo del terreno perdido, pero si uno mira una serie un poquito más histórica, tanto la jubilación como el salario han caído muy fuerte en la Argentina.

Ayer (por este miércoles)  miraba el salario formal en una serie de los últimos 10 años. Había tenido un pico en junio del año 2015. A valores de hoy, el salario medio formal sería de 1.135.000 pesos. Cayó un 44% en los últimos ocho años. A valores de hoy son 775.000 el valor promedio del salario formal. Entonces, lo mismo pasa con las jubilaciones. Hay un correlato. El sistema jubilatorio depende parte de impuestos, pero fundamentalmente de aportes y contribuciones. Y se ven seriamente afectadas.

Con lo cual, lo que ha habido acá es una licuación de los ingresos de los trabajadores, similar al 2001, un poco menor la magnitud, pero muy similar cuando uno ve una serie histórica. Y una caída fuerte de las jubilaciones que han explicado parte de los resultados fiscales, algo legítimo que veníamos reclamando, que la política argentina viene reclamando, que es la posibilidad de tener ajustes, ordenamiento fiscal, pero sobre un punto que son las jubilaciones que están muy bajas en la Argentina y que tienen un problema estructural que en algún momento va a haber que debatirlo en profundidad porque es insostenible el sistema.

La cantidad de aportantes privados que sostienen el sistema de jubilaciones no crece desde el año 2011 a 2013. 6 millones de aportantes, 6.400.000, 6.200.000, y ahora va a bajar por la crisis que hay en la Argentina. Entonces, me parece que hay cuestiones estructurales. Nos desviamos la atención pensando en la fórmula jubilatoria. La fórmula jubilatoria es, en definitiva, la expresión de un problema inflacionario que la Argentina tiene que desterrar. En el mientras tanto, hay que actuar.

FM: En ese sentido, sería más relevante la moratoria que la fórmula de actualización. Es decir, que se sigan incorporando al sistema personas que no aportaron, sería eso más difícil para esa sostenibilidad del sistema que utilizar una u otra fórmula.

El talón de Aquiles del sistema previsional, y quiero ser contundente al respecto, es cómo se genera trabajo genuino que pueda aportar al sistema. Nosotros estamos en una trampa, entonces me parece que es más relevante las cuestiones que tienen que ver de cómo hay acceso al mercado de trabajo formal, que aporta el 931, lo que los empresarios hacen todos los meses y que ha caído mucho la recaudación, que es la recaudación de la seguridad social, que cualquier otra cuestión.

Nosotros tenemos más o menos 27-28 millones de argentinos que están en condiciones de trabajar, una parte importante importante del sector público son monotributistas y tan solo seis millones y medio aportan del sector privado al sistema previsional. No hay ecuación que cierre, no hay fórmula jubilatoria que cierre, no hay moratoria que cierre en este aspecto. 

La última moratoria que yo planteé, dijimos esta es la última porque venía a subsanar una situación temporal y puntual que era el desempleo de los 90 y la incapacidad de muchas mujeres, fundamentalmente, de jubilarse. Yo creo que fue una de las políticas de género más importantes que se aplicaron en los últimos años.

Ahora bien, hay que encontrar un sistema que sea sostenible, que garantice a quien se jubila la certeza de que va a cobrar y que tenga la certeza de que va a tener algún tipo de jubilación que le permita sostener cierto nivel de vida. Y me parece que hay que dar discusiones en todo sentido, en el acceso a la jubilación, en la edad, en cómo lograr que muchos aporten al sistema previsional. Vuelvo a repetir, 28 millones de argentinos en condiciones de trabajar y tan solo 6.400.000 aportando al sistema, insostenible.

 

 

Con información de www.perfil.com

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