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Pullaro y Bullrich pausaron sus diferencias para afrontar la crisis de seguridad

POLÍTICA 09/03/2024 Agencia 24 Noticias Agencia 24 Noticias
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La crisis de seguridad que una vez más golpea a Rosario –donde en las últimas horas mataron a dos taxistas, le dispararon en la cabeza a un chofer de colectivos y atentaron contra una seccional policial– tendió puentes entre los gobiernos de Santa Fe, a cargo de Maximiliano Pullaro, y el nacional de Javier Milei.

El radical habló con tres ministros desde la tarde de jueves, según pudo confirmar Letra P. El diálogo, más allá de las rispideces y acercamientos parciales que hubo en el último tiempo frente a los reclamos de Javier Milei para que se aprobaran distintas leyes, resultó bueno. Así lo marcaron desde el entorno del mandatario provincial. Entre otros puntos se habló sobre el refuerzo de agentes federales para atender la emergencia. Hubo promesa al gobernador de que contará con mayor cantidad de efectivos.
 
Este viernes era aún impreciso el número que se trasladará a Rosario, pero en el Gobierno santafesino aseguraban que era una cantidad “se va a notar” en las calles.


El número de agentes federales presentes en Santa Fe generó roces en las últimas semanas. Desde la administración provincial se acusó al Gobierno nacional, sin estridencias y tratando de cuidar las formas, de retacear apoyos por la falta de acuerdos para aprobar la ley ómnibus.

La crisis desatada en las últimas horas provocó que se dejaran de lado todos los recelos. En el ministerio de Seguridad que conduce Patricia Bullrich concluyeron que todos eran interpelados frente a los reiterados ataques con sello sicario ocurridos en Rosario.
Maximiliano Pullaro, al frente de la situación
El gobernador tomó la decisión de no asistir hoy a la reunión con los demás mandatarios provinciales convocada por el presidente Javier Milei. La representación de Santa Fe en ese esperado encuentro la tomará la vicegobernadora Gisela Scaglia.

El radical decidió priorizar la crisis local. Él mismo se involucró en el armado de operativos de las fuerzas provinciales y federales en una ciudad que el jueves cerró la jornada con un paro del transporte urbano de pasajeros apenas se conoció el atentado contra el chofer de la línea K, que este viernes permanecía en estado crítico. No circulaban ni taxis ni colectivos, aunque el primero de esos servicios comenzó a restablecerse durante la mañana. La conmoción social, sumada al paro de transporte, llevó a la suspensión de la marcha local por el 8M, que año tras año es de las más multitudinarias del país. También en la capital provincial

Pullaro convocó el jueves a la noche una reunión de urgencia en la sede de la Central de Información Criminal Operativa (OJO) que terminó minutos después de las 23. Allí analizó la situación junto al intendente Pablo Javkin; la fiscal general de Santa Fe, María Cecilia Vranicich, y la fiscal regional de Rosario, María Eugenia Iribarren. Nación, como parte del diálogo que abrió el gobernador durante la jornada con las máximas autoridades, aportó a dos funcionarios del PRO santafesino en esa reunión: Federico Angelini, subsecretario de Intervención Federal, y Germán Pugnaloni, director nacional de Prevención del Delito.

El ministro de Seguridad, Pablo Cococcioni, aseguró, horas después de ese encuentro, que “el gobierno de Santa Fe y el Gobierno nacional van a hacer todo lo que haya que hacer para restablecer la paz sin negociar con la mafia”.

“No vamos a sentarnos con la ranchada (en la cárcel) a negociar nada”, advirtió el funcionario, quien dijo desconocer el número de agentes federales que podría disponer Patricia Bullrich para ayudar a reforzar la seguridad urbana.

Patricia Bullrich, el “éxito” del Plan Bandera y una semana caliente
Una semana atrás, la ministra Patricia Bullrich celebró los resultados del Plan Bandera, la organización de un comando conjunto presentado en diciembre entre fuerzas federales y provinciales para patrullar las calles de Rosario. La funcionaria puntualizó que en enero, respecto al mismo mes de 2023, los homicidios bajaron un 57 por ciento.

Una semana después la situación en Rosario volvió a ser crítica. Desde aquella conferencia de Bullrich se sucedieron ataques y homicidios. El sábado pasado balearon a un micro que llevaba agentes del Servicio Penitenciario.

El martes, el gobernador Maximiliano Pullaro compartió imágenes de un operativo en la cárcel de Piñero en la que se veía a detenidos con el torso desnudo, sentados en el piso y esposados. “Cada vez la van a pasar peor”, era una de las frases que acompañaba la publicación en redes sociales.

La imagen tenía semejanzas con las que se conocieron en El Salvador, donde su presidente, Nayib Bukele, lleva adelante un polémico plan para combatir a los pandilleros locales que también parte de un estricto control interno en las cárceles, desde donde se ordenan los crímenes.

Tras la publicación de esas imágenes se sucedieron dos homicidios contra taxistas, cometidos con una misma arma y balas que utiliza la policía, según confirmó el fiscal que investiga estos casos. Una hipótesis es que podría tratarse de una respuesta de presos de alto perfil contra las medidas que buscan restringir su accionar delictivo agravando las condiciones de confinamiento en cárceles de los jefes de las bandas criminales, alojados en las cárceles de Piñero y Coronda.

El jueves fue atacado a balazos el chofer de un colectivo del transporte urbano de pasajeros, quien se encuentra internado en grave estado. Además, balearon una seccional policial e incendiaron un taxi.

CON INFORMACION DE LETRA P.

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