No se puede seguir comprando a lo "pavote" cuando tercerizar es mas conveniente y económico

OPINIÓN Carlos Zimerman
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jzNGmhhn_400x400Por Carlos Zimerman

El intendente Leonardo Viotti enarbola la bandera de la compra millonaria en maquinarias como si la misma fuese un hecho heroíco, cuando en realidad está haciendo el peor de los negocios, por supuesto no con su dinero, si no con el de todos los rafaelinos, los mismos que en muchos casos no pueden pagar las altísimas Tasas municipales que en lo que va de su gestión aumentaron más del 300%. En un contexto donde la economía atraviesa desafíos significativos, es natural que la población cuestione si seguir comprando maquinarias millonarias es la mejor estrategia. La realidad es que, en lugar de realizar estas compras, podría explorar la opción de la tercerización de servicios, lo que potencialmente podría resultar más eficiente y menos costoso a largo plazo.

El costo de la propiedad frente a la tercerización

La adquisición de maquinarias por sumas millonarias, aunque en un principio pueda parecer una inversión necesaria para el desarrollo urbano, rápidamente se convierte en una carga financiera. Las maquinarias requieren mantenimiento constante, el cual genera costos adicionales que terminan siendo sufragados por los contribuyentes. Además, la depreciación de estas máquinas es un factor crítico a considerar: en poco tiempo, su valor se reduce drásticamente, lo que plantea interrogantes sobre la rentabilidad de tales decisiones.

La tercerización, contrapuesta a la compra directa de herramientas y equipamiento, permite que las administraciones municipales dejen en manos de empresas especializadas la provisión y el mantenimiento de estos recursos. Este modelo no solo optimiza costos en un entorno económico en crisis, sino que también libera al gobierno local de la carga administrativa y financiera asociada con la propiedad y el mantenimiento de la maquinaria.

Un contexto económico desafiante

La creciente presión inflacionaria y la precariedad económica experimentada por las familias en Rafaela hacen que cada peso cuente. En este sentido, podría parecer lógico redirigir los recursos públicos hacia áreas más críticas como la educación, la salud y la seguridad. La administración pública tiene la responsabilidad de optimizar el uso de esos recursos y, a través de la tercerización, puede liberar presupuesto para atender verdaderas necesidades de la comunidad.

No se puede ignorar el alarmante aumento en las tasas municipales, que en algunos casos han superado el 300%. Esta realidad afecta profundamente a los ciudadanos, quienes deben hacer malabares para llegar a fin de mes. Por lo tanto, la pregunta en torno a las intenciones de Viotti se torna ineludible: ¿realmente están estas decisiones orientadas a mejorar la calidad de vida de los Rafaelinos, o más bien a satisfacer una agenda que parece desconectada de la difícil cotidianidad que enfrentan las familias trabajadoras?

Sostenibilidad y justicia social

La administración local debe contemplar no solo la implementación de políticas recaudatorias, sino también la viabilidad de estas acciones en el futuro. Poner en marcha un enfoque que priorice la sostenibilidad y el bienestar de los ciudadanos es fundamental. En este sentido, abogar por la tercerización no es solo un mero ejercicio de eficiencia económica, sino que también plantea una cuestión de justicia social: ¿cómo se distribuyen y utilizan los recursos en nuestra comunidad?

Las decisiones tomadas por aquellos en el poder tienen un impacto directo en la calidad de vida de los ciudadanos. Por ende, se hace imperativo que el gobierno local adopte un enfoque más consciente y reflexivo sobre sus políticas, sopesando tanto la necesidad de generar recaudación como la carga que estas representan para la población.

Un futuro equitativo y sustentable

Hacia un futuro incierto, es fundamental priorizar el bienestar de la ciudadanía. La tercerización puede representar una solución viable a la crisis actual, y dar paso a un modelo de gestión que no solo alivie la carga fiscal sobre los contribuyentes, sino que también promueva un desarrollo sostenible y equitativo para todos.

En conclusión, la crítica a la gestión de Viotti se centra no solo en los aspectos económicos, sino también en la ética y la responsabilidad social. Recobrar la confianza de los ciudadanos implica adoptar decisiones que escuchen y atiendan sus necesidades reales, garantizando un manejo más eficiente y transparente de los recursos públicos en Rafaela.

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