La CGT confirmó su apoyo a Fuerza Patria y se prepara para una fuerte demostración en San Cayetano, en medio de tensiones internas

• La CGT confirmó su apoyo al frente Fuerza Patria y participará en la marcha de San Cayetano el 7 de agosto.
• Hubo quejas por la falta de sindicalistas en las listas bonaerenses para las elecciones del 7 de septiembre.
• Se iniciará el proceso para renovar autoridades de la CGT, con posturas divididas sobre si hacerlo antes o después de las elecciones nacionales.
• Se destacó la ausencia de tres referentes sindicales y el pedido de algunos dirigentes de definir una estrategia más combativa o dialoguista.
• La movilización buscará mostrar fuerza gremial y reclamar empleo en un contexto de crisis.

En una jornada marcada por la tensión contenida y la necesidad de mostrar cohesión, la cúpula ampliada de la CGT resolvió este lunes dos movimientos estratégicos: sumarse a la tradicional marcha de San Cayetano del próximo 7 de agosto y ratificar su respaldo electoral al frente peronista Fuerza Patria. Sin embargo, la foto de unidad sindical quedó parcialmente desdibujada por las quejas por la escasa representación gremial en las listas bonaerenses de cara a las elecciones del 7 de septiembre.

El encuentro se realizó en la sede de la UOCRA, donde más de 40 dirigentes sindicales debatieron durante tres horas y media el rumbo político y sindical de la central obrera. Aunque no hubo grandes disputas internas, el malestar por el “ninguneo” en las listas provinciales se hizo sentir. “De los 30 candidatos principales, no tuvimos ni uno”, se lamentó uno de los presentes, que fue respaldado por varios colegas.

Si bien la CGT ya había explicitado su apoyo al gobernador Axel Kicillof en una reunión previa en La Plata, el gobernador solo ofreció un lugar en la lista de diputados nacionales para el sector. La omisión en el armado bonaerense generó más incomodidad que alineamiento, aunque el compromiso de acompañar a Fuerza Patria se mantuvo firme.

Tres ausencias resonaron con fuerza: Carlos Acuña (estaciones de servicio), Abel Furlán (UOM) y Armando Cavalieri (Comercio). La primera se vincula a las diferencias con el sector de Luis Barrionuevo; la segunda, a las críticas del kirchnerismo sindical a la actual conducción; y la tercera, a una ya habitual distancia de las discusiones colectivas.

Uno de los focos principales del encuentro fue la organización de la marcha de San Cayetano, tradicional movilización que este año cobrará un fuerte tinte político. El objetivo es claro: mostrar capacidad de movilización y reforzar el reclamo por empleo en medio de una crisis social creciente. La UTEP, encabezada por Alejandro Gramajo, participará en la organización junto a la CGT, marcando un punto de acercamiento entre el sindicalismo tradicional y la economía popular.

Más allá de la movilización, otro punto central fue el inicio del proceso para renovar las autoridades de la CGT. Se definió que el Consejo Directivo convocará en los próximos días al congreso cegetista. Allí surgieron posturas encontradas: Héctor Daer impulsa un recambio antes de las elecciones nacionales para despegarse del resultado electoral, mientras que otros, como Andrés Rodríguez, prefieren esperar al 26 de octubre para definir una conducción alineada con el escenario político que surja: más dialoguista si gana Milei, más combativa si pierde.

Juan Carlos Schmid propuso discutir la necesidad de definir si la CGT adoptará un perfil confrontativo o negociador, pero ese debate quedó postergado para una futura reunión de la mesa chica que se realizará entre el 8 y el 10 de agosto.

El encuentro reunió a pesos pesados del sindicalismo como Hugo Moyano, Sergio Romero, José Luis Lingeri, Sergio Sasia, Rodolfo Daer, Julio Piumato y Gerardo Martínez, quien ofició de anfitrión. Aunque las diferencias existen, la CGT parece encaminarse a un reordenamiento interno con la mira puesta en el escenario poselectoral y la necesidad de reposicionarse frente al poder político, cualquiera sea su signo.