La agresión a los agentes de tránsito es consecuencia de la falta de una política en materia de seguridad vial

Por Carlos Zimerman

La violenta reacción sufrida por agentes municipales de parte de un ciudadano al que se le pidió la documentación de su motocicleta durante un control de rutina realizado frente al Correo en nuestra ciudad de Rafaela es un hecho que no debe quedar en simples repudios de circunstancia. Es necesario que el gobierno municipal arbitre mecanismos para que esto nunca más ocurra. Los agentes municipales deben estar siempre acompañados de personal policial dispuesto a actuar de la manera más enérgica posible en caso de que algún "trastornado" intente atacarlos.

Ser agente municipal de tránsito se ha convertido en un trabajo de riesgo; la gente literalmente "destila" violencia, y es imprescindible que estos servidores públicos cuenten con todas las garantías necesarias para desarrollar su labor con la seguridad y tranquilidad que requieren, a fin de evitar que ocurran hechos como los registrados días atrás.

Los controles de tránsito deben intensificarse; son esenciales para que la ciudad pueda, de alguna manera, ordenar el caótico tránsito que origina tantos accidentes y que hemos estado reclamando desde hace tiempo. La Municipalidad no tiene una política de seguridad vial, y todas las medidas son meros parches. Este lamentable suceso es parte de esa carencia que parece no comprenderse por parte de las autoridades.

La Municipalidad tiene la obligación de constituirse en querellante en la causa penal y seguirla hasta las últimas consecuencias; no se puede naturalizar de ninguna manera lo sucedido. El agente de tránsito debe ser considerado por toda la sociedad como un verdadero servidor público, cuyo único objetivo es cuidarnos y protegernos. No basta con un simple repudio; es fundamental implementar una política integral en materia de seguridad, y el cuidado de los agentes de tránsito debe ser una de las prioridades para que puedan cumplir su trabajo con la tranquilidad y seguridad que merecen.