Lorenzetti presiona por un juicio presencial en la causa Cuadernos y reclama modernización urgente en la Justicia

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
lorenzetti
  • Lorenzetti pidió que el juicio por la causa Cuadernos sea estrictamente presencial.
  • Sostiene que la modalidad garantiza transparencia, igualdad ante la ley y mayor celeridad.
  • Criticó el uso de audiencias virtuales para un expediente de esta magnitud.
  • Reclamó actualizar la tecnología judicial y modernizar sistemas como el viejo Lexien.
  • Señaló que la Justicia carece de autonomía presupuestaria para avanzar en reformas.
  • Advirtió que el Consejo de la Magistratura sigue “excesivamente politizado”.

El ministro de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, volvió a poner bajo la lupa el funcionamiento del Poder Judicial al reclamar que el juicio por la causa Cuadernos —que involucra a Cristina Fernández de Kirchner y a decenas de exfuncionarios y empresarios— se realice de manera estrictamente presencial. Sus declaraciones, formuladas en una entrevista radial, reactivaron el debate sobre la modalidad de los procesos judiciales de alto impacto y evidenciaron, una vez más, las deficiencias estructurales del sistema.

Para Lorenzetti, la presencialidad no es un mero detalle operativo sino una condición esencial para garantizar dos principios que considera innegociables: celeridad e igualdad ante la ley. “Naturalmente, un megajuicio de estas características debe realizarse en tribunales”, afirmó, aludiendo a la magnitud del expediente, que acumuló centenares de testigos, peritajes, imputados y derivaciones procesales desde su origen. Recordó además que los juicios históricos, aquellos que marcaron hitos institucionales, se desarrollaron en salas físicas, con la dinámica propia de los debates tradicionales y bajo la mirada pública, lo que —según planteó— asegura mayor transparencia y ejemplaridad.

Aunque la Corte Suprema no tiene competencia para decidir el formato del debate oral, Lorenzetti remarcó que los tribunales inferiores cuentan con la infraestructura necesaria para llevarlo adelante sin demoras, y consideró indispensable que los magistrados “hagan un esfuerzo adicional” para evitar retrasos en un proceso que ya se encuentra bajo la atención de la ciudadanía. “La sociedad necesita percibir que no existen diferencias entre cómo se juzga a los poderosos y cómo se juzga a cualquier ciudadano”, subrayó, reforzando un mensaje que intenta despegar al máximo tribunal de eventuales especulaciones políticas.

Su cuestionamiento principal se centró en el uso de audiencias remotas, modalidad que se expandió durante la pandemia y que, en algunos fueros, aún persiste como herramienta para acelerar trámites. Lorenzetti, sin embargo, considera que no es apropiada para una causa de esta envergadura. Para él, la presencialidad evita “zonas grises”, permite observar de cerca el comportamiento de los involucrados y garantiza un manejo más riguroso de los tiempos y las pruebas. En definitiva, sostiene que devuelve al proceso judicial un componente simbólico que considera imprescindible en un expediente de alto voltaje político.

Pero sus críticas no se agotaron en el formato del juicio. Consultado por la persistente mala imagen del Poder Judicial, admitió que existen “grandes transformaciones pendientes” y que muchas de ellas permanecen detenidas por falta de recursos. Señaló que la Justicia argentina no es autónoma en términos presupuestarios y que esa dependencia limita cualquier intento de actualización tecnológica. “La tecnología permite dar respuestas rápidas, y la gente necesita respuestas”, enfatizó.

El ministro recordó que hace dos décadas impulsó la licitación del sistema Lexien, destinado a digitalizar expedientes y modernizar los procesos, pero lamentó que nunca haya sido actualizado. Mientras tanto —subrayó— el mundo avanzó a gran velocidad en materia tecnológica e incluso comenzó a incorporar desarrollos basados en inteligencia artificial aplicados a la gestión judicial. Esa brecha, afirmó, coloca al sistema argentino en una posición de atraso que repercute directamente en la duración y calidad de los procesos.

A esto sumó un diagnóstico crítico sobre el Consejo de la Magistratura, al que describió como “excesivamente politizado”. Según planteó, mientras el organismo siga atravesado por disputas partidarias, será difícil avanzar en la selección y control de jueces de manera eficiente. Para Lorenzetti, modernizar la Justicia no solo implica incorporar tecnología, sino también reducir la influencia política en los organismos que deben velar por su funcionamiento.

El llamado del ministro aparece en un contexto en el que la causa Cuadernos se mantiene en agenda pública y ante la expectativa de un juicio que, por su dimensión y los nombres involucrados, promete convertirse en uno de los más relevantes de los últimos años. Lorenzetti busca situar el debate en términos institucionales: un proceso transparente, presencial y ágil, acompañado de un Poder Judicial capaz de adaptarse a los tiempos que corren.

ÚLTIMAS NOTICIAS
Te puede interesar
Lo más visto

PERIODISMO INDEPENDIENTE