Fuerte aporte del campo para extender el "veranito" del dólar

ECONOMÍA Daniel Aprile*
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La industria aceitera logró revertir el escenario poco favorable en el que había caído, producto de la sequía y otros factores que llevaron a superar el 50% de capacidad ociosa en las plantas que procesan granos. Después de un mes de septiembre excepcional, octubre podría incluso ser mejor e ingresar en un camino que permitiría concretar en el sector un cierre para 2024 con mas de 42 millones de toneladas procesadas, un 37% más que en 2023. El dato corresponde a la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), entidad que además confirma que la capacidad ociosa perforaría los 40 puntos.

A pocas horas de conocerse el dato del mes de octubre, vale la pena recordar que en el noveno mes del año la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA-CEC) confirmó que la liquidación de divisas totalizó u$s2.480 millones y el acumulado desde que comenzó el año llegó a los u$s18.572 millones.

Aquí talla fuerte la soja, cuyo crushing interanual subiría cerca de 44%, totalizando 39 millones de toneladas. Como contrapartida, la molienda de girasol caería un 12%, cerrando el año con 3,4 millones de toneladas procesadas”.

Javier Preciado Patiño, analista y exsubsecretario de Mercados Agropecuarios aseguró a Ámbito que “de acuerdo a las proyecciones para el presente mes, el procesamiento de la oleaginosa podría ubicarse también en torno a las 4 millones de toneladas.

Esto mismo lo había advertido el área de Informaciones y Estudios Económicos de la BCR la semana pasada, cuando confirmó que la molienda de soja rompió en septiembre el récord histórico para el mes y advirtió que octubre iba en la misma dirección.

La fuerte demanda internacional por derivados de soja impulsó el trabajo en las fábricas aceiteras en Argentina. Si a esta variable le sumamos que semanas atrás la soja tocó los u$s300 en el mercado internacional y que los productores locales aceleraron la comercialización, el combo se convierte en el cocktail más deseado por el Gobierno, porque aquí mismo es donde se generan los dólares que en gran medida permiten el “veranito financiero” que disfruta el oficialismo.

También es cierto que -tal como lo sintetizó la entidad rosarina en uno de sus últimos reportes- existe un proceso de fuerte ajuste de precios relativos, hoy las cotizaciones FOB por cualquier ítem de exportación del complejo se encuentran por debajo de los niveles promedios del último cuatrienio, fruto de la elevada oferta de las principales regiones exportadoras. Sin embargo, precios atractivos para la demanda junto con la necesidad de cubrir la escasez de productos sustitutos, han llevado a una puja interesante por aceite, harina y porotos de soja argentinos”.

La demanda externa habitualmente se traduce en un mayor interés por originar mercadería en la plaza local, por eso en varias ocasiones la pizarra de soja rompió el techo de los ARS 300.000/t y llegó a negociarse por encima de los ARS 315.000/t. Según la entidad rosarina, “más allá de la aún persistente inflación, teniendo en cuenta la dinámica de los dólares financieros, hoy en día la pizarra de soja se negocia, al tipo de cambio CCL, muy por encima de los valores recientes y ha alcanzado máximos desde enero de este año”, es decir que convenía vender y eso fue exactamente lo que ocurrió.

Todo esto impulsó significativamente la molienda de soja sobre las fábricas argentinas, que según datos de Oil World (una consultora internacional clave en el agro global) se ubicaría entre octubre y diciembre en torno a las 10,25 millones de toneladas (vs 5,7 mmt del 2023 y 8,9 del 2022) y al mismo tiempo vislumbra una exportación de harina de soja cercana a los 28.4 mmt, lo que constituiría una cifra récord para los últimos 3 años. Algo similar ocurriría con la exportación del aceite de soja.

Preciado Patiño aseguró que “la industria aceitera lleva anotadas 2,58 Mt de harina de soja con inicio de embarque en octubre, un volumen inusualmente alto, ya que el promedio de los últimos 6 años es de 1,86 MMT (+39%). La cifra actual supera incluso por 7% lo registrado para embarcar en setiembre, que como mencionamos, había sido récord.

En este sentido, vale destacar que “hasta ahora la industria aceitera viene completando casi a la perfección los embarques programados. Ya en agosto y setiembre la coincidencia fue total y para octubre no hubo mayores dificultades. Según Patiño, “en función de la correspondencia entre embarques de harina de soja y molienda (el ratio ronda el 60%) se puede inferir que el crushing de soja de octubre se ubicará en torno a las 4 millones de toneladas, con altas chances de marcar un récord para el mes”.

Como si esto fuera poco, el campo le aporta otra buena noticia al panorama financiero del Gobierno de Javier Milei. Gracias a este ritmo de compra de dólares, el BCRA operó con volúmenes diarios más propios del pico de cosecha de mayo que de un mes de octubre.

Será un segundo semestre muy bueno para la exportación y para el Gobierno, porque -según Preciado Patiño- “estamos atravesando un momento de buenos precios para el aceite de girasol y de soja, una demanda activa en Asia y eso mejora la ecuación para la Argentina. La industria esta operando bien, eso indica que hay margen positivo y están ingresando divisas en un momento en el que habitualmente no llegan.

Para tener en cuenta: en lo que va del mes la autoridad monetaria, a cargo de Santiago Bausili, lleva comprados más de u$s1.500 millones, una cifra que no se observaba desde mayo. En rigor, octubre cerraría como uno de los mejores meses desde 2009.

 

 

* Para www.ambito.com

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