Seguridad, accidentología e higiene siguen siendo cuentas pendientes en Rafaela

A diario, observamos los enormes gastos que se realizan en la ciudad: cifras realmente millonarias que asustan. ¿Ocho cientos millones para una ciclovía? ¿Contratación de empresas "porteñas" para el reemplazo de luminarias? ¿Cifras millonarias en dólares para la compra de maquinarias que bien podrían ser tercerizadas? Esos recursos podrían invertirse en las reales y palpables necesidades que tiene la población.

Lo cierto es que, en materia de seguridad, se ha hecho poco y nada; los robos y asaltos continúan ocurriendo en la ciudad sin solución aparente. Los accidentes son cada vez más frecuentes, y desde la Municipalidad parece que miran para otro lado, o bien no tienen ni idea de lo que realmente se debe hacer. Falta semáforos donde deberían estar, el control es deficiente y solo tenemos promesas que aún esperamos.

Los automovilistas y motociclistas no respetan las normas de tránsito, y la situación se agrava cuando la ciudadanía tampoco lo hace. Ni hablar de la higiene: a pesar de que Viotti mostró una tibia reacción, las calles siguen sucias, las veredas rotas y las aves continúan haciendo de las suyas.

Por ahora, todo es un gran parche; las soluciones concretas no llegan, los verdaderos problemas de la ciudad se han incrementado y no se observa ni voluntad ni capacidad para revertir una realidad que es muy preocupante y afecta gravemente a toda la comunidad.