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Atentado a Cristina Kirchner: la Vicepresidenta pidió investigar los roles del ex ministro de Seguridad porteño Marcelo D’Alessandro y de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires

JUDICIALES 25/02/2023 Agencia de Noticias del Interior
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La querella de Cristina Kirchner se presentó a última hora del viernes, a través de un escrito, en la causa que investiga su intento de homicidio para reclamar que se lleven adelante medidas de prueba para investigar las responsabilidades de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires y de Marcelo D’Alessandro, por entonces ministro de Seguridad porteño, en el ataque. Una vez más, los abogados de la Vicepresidenta cuestionaron que se haya investigado a su custodia y a la Policía Federal pero no a las fuerzas porteñas, “que tenían el control territorial de la seguridad en el domicilio donde ocurrieron los hechos y sus inmediaciones, justamente los días previos al atentado” .

“Venimos a instar a que, luego de cinco meses de investigación, se dispongan medidas probatorias respecto de la posible responsabilidad penal de la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Dado que recientemente el fiscal tomó medidas de prueba relativas a esta fuerza, venimos a proponer otras para que se dilucide cuál fue, efectivamente, la responsabilidad de esa fuerza. Llamativamente, hasta el momento, se ha investigado a la Policía Federal y a la custodia de Cristina Fernández de Kirchner, pero no a la fuerza con más presencia en el lugar donde se planeó y ejecutó el atentado. La Policía de la Ciudad era, además, la mayor responsable de garantizar la seguridad de la Vicepresidenta (a quien solo la salvó un milagro)”, sostuvo la presentación que hicieron los abogados José Manuel Ubeira y Marcos Aldazabal, ante la fiscalía de Carlos Rívolo.

El intento de homicidio de Cristina Kirchner ocurrió el 1 de septiembre en la puerta de la casa de la vicepresidenta, en Recoleta, donde durante días se habían concentrado simpatizantes kirchneristas luego del pedido de condena para la ex jefa de Estado por parte del fiscal Diego Luciani en la causa de la obra pública. Según está acreditado, un joven llamado Fernando Sabag Montiel se metió entre los manifestantes y le apuntó con un arma que accionó, pero el tiro no llegó a salir. Fue apresado por los simpatizantes. La custodia nunca se dio cuenta de lo que había pasado. La novia de Sabag, Brenda Uliarte, desapareció del lugar y fue atrapada el 4 de septiembre. Los dos son considerados coautores del intento de homicidio. También está preso su jefe, Nicolás Carrizo, que regenteaba un puesto de venta de copitos, por considerarlo un partícipe secundario del hecho.

A lo largo de 28 páginas, la querella resaltó que “Cristina Fernández de Kirchner fue víctima de un hecho de violencia política, en general, y contra las mujeres, en particular”. Y se insistió en que “el intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner fue político tanto por sus causas como por sus posibles efectos.

En cuanto a los motivos, Sabag Montiel y quienes hayan planificado el hecho no buscaron matar a Cristina Fernández de Kirchner por un problema personal, sino por sus ideas”- Afirmó que “es evidente que los potenciales asesinos buscaron eliminar a la Vicepresidenta del debate público y, especialmente, de la posibilidad de participar en futuros procesos democráticos”.

La querella ya había planteado estas sospechas cuando intentó recusar a la jueza María Eugenia Capuchetti por dar clases en una academia de policías de la ciudad de Buenos Aires, y plantear vínculos con el ministro de Seguridad en uso de licencia, Marcelo D’Alessandro. La recusación fue rechazada por la Cámara Federal y ahora la querella busca llegar a Casación. En el escrito de hoy, los abogados volvieron a apuntar contra la jueza que “investigó a la custodia vicepresidencial y a la Policía Federal, pero omitió estudiar el accionar de la Policía de la Ciudad Buenos Aires, que tenía el control territorial de la seguridad en el domicilio donde ocurrieron los hechos y sus inmediaciones, justamente los días previos al atentado”.

“Durante esas jornadas, con el barrio –y, particularmente, la esquina de Uruguay y Juncal– pomposo y sorpresivamente saturado de efectivos de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires, no solo ocurrieron hechos violentos nunca antes registrados, sino que, como se supo luego, ya se encontraban los autores materiales intentando concretar el acto homicida”, se afirmó.

Para CFK, “es imposible esperar más para dilucidar la responsabilidad de las fuerzas de seguridad porteñas”. “Los hechos que incriminan a D’Alessandro y a la Policía de la CABA. Ya antes de los hechos, el entonces ministro de Justicia y Seguridad de la CABA mostró una absoluta desidia, sino connivencia, con la violencia hacia Cristina Fernández de Kirchner”, se sostuvo en el texto.

Y añadió: “Antes del atentado, grupos violentos también habían agredido y puesto en riesgo la integridad de la Vicepresidenta mientras ejercía su función pública. Un grupo de individuos lanzó una gran cantidad de piedras a su despacho en el Senado de la Nación, provocando severos daños y poniendo en grave riesgo la seguridad física de Cristina Fernández de Kirchner, que se encontraba en el lugar. Extrañamente, la policía de D’Alessandro no detuvo a una sola persona”

Pero la querella reforzó su planteo con el episodio de las vallas que colocó la policía de la Ciudad en los alrededores de la casa de CFK el 27 de agosto y que alimentó una masiva movilización de simpatizantes kirchneristas, que incluyó escenas violentas y enfrentamientos. “Mientras la policía reprimía a manifestantes, dejaba que los planificadores del atentado circularan libremente y hasta intentaran matar a Cristina Fernández de Kirchner”, afirmó la querella. En ese marco, le sugirió a la fiscalía una serie de medidas de prueba para avanzar en esta hipótesis.

 

 

Con información de www.infobae.com

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