El asombroso éxito de un cereal usado en canarios que transforma a los terneros en ganado de calidad
ECONOMÍA20/06/2023Agencia 24 NoticiasCon sus grandes valores nutricionales y su adaptación a condiciones climáticas difíciles, el mijo se convirtió en la alternativa ideal para cubrir el bache de verano en la al. Gabriel Elizondo, ganadero y agricultor en la localidad de Cabildo, provincia de Buenos Aires, contó cómo este cereal perenne ha revolucionado su manejo, con excelentes resultados productivos.
A 40 kilómetros de Bahía Blanca, Elizondo ha encontrado la clave para asegurar la calidad y sustento de su ganadería. Técnico electrónico de profesión, se dedica a la cría y recría de Angus negro, y en su campo “El Trébol” ha encontrado en el mijo forrajero una solución excepcional para el bache de verano.
“En 2015 empezamos con el mijo y lo elegimos por sus grandes valores nutricionales, su adaptación a condiciones climáticas difíciles y porque nos soluciona el tema del forraje durante el verano”, explicó Elizondo con entusiasmo. Cultivando actualmente 10 hectáreas de este cereal y con planes de expansión, ha encontrado en el mijo un aliado indispensable.
Alimento de alta calidad nutricional
El destete precoz, una técnica que había implementado previamente, requería un alimento de alta calidad para los terneros. Inicialmente, sembró sorgo negro, pero se encontró con problemas de pérdida del cultivo y dificultades para obtener semillas. “Los primeros dos años de producción son muy rendidores, pero luego hay que resembrar y entonces se complica el planteo productivo”, describió Gabriel. El mijo, en cambio, demostró ser una elección mucho más acertada. “Una vez que prende, ya queda y siempre da, la clave es conseguir semillas de buena calidad”, agrega.
La tranquilidad de contar con un alimento de excelente calidad, en grandes volúmenes y sin necesidad de agroquímicos, es una ventaja invaluable, afirmó.
El mijo, además, muestra una increíble capacidad para competir con las malezas, manteniendo el campo limpio y productivo. No es de extrañar que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) haya declarado al 2023 como el Año Internacional del Mijo, reconociendo su potencial y promoviendo su producción sostenible.
Este cereal resistente y de bajo consumo hídrico puede crecer en tierras áridas y contribuir a la seguridad alimentaria en regiones con crisis climáticas, como la sequía. En Argentina, el mijo ha encontrado un nicho en las provincias de Córdoba, Buenos Aires, Entre Ríos, La Pampa, San Luis y Santa Fe, pero también ha ganado terreno en otras regiones del país.
El campo “El Trébol” funciona como una unidad demostrativa del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), donde se realizan pruebas y ensayos de cultivos. Fue gracias a la asesoría técnica de Carlos Carbonell, experto en agronomía, que Elizondo descubrió el potencial del mijo para su planteo ganadero.
Bajo un sistema de pastoreo rotativo, aprovechó al máximo las cualidades del mijo. Las madres consumen pasto llorón y, al momento del parto, se trasladan a potreros de verdeos de avena. Sin embargo, en los últimos años, Elizondo ha reducido la superficie de verdeos y ha optado por pasturas perennes, que ahora ocupan el 60% de su campo.
Con un rendimiento de hasta 4.000 kilos de materia seca por hectárea, el ganadero se muestra satisfecho como productor. El mijo le permite atravesar el último tramo del verano de manera exitosa, cubriendo la brecha de diciembre y enero con un alimento de excelente calidad nutricional.
El planteo productivo se basa en la rotación de pastoreo, lo que permite un uso más eficiente de las pasturas. Los terneros, luego del destete, disfrutan del pastoreo directo rotativo en las parcelas de mijo, delimitadas con alambrado eléctrico. “Hacemos parcelas bien chicas y ahí comen hasta que los pasamos a otra parcela, y así seguimos hasta marzo cuando los terneros ya tienen 3 meses”, explicó y destacó la importancia de cuidar tanto el cultivo como el suelo en este proceso.
El legado ganadero de Elizondo se remonta a la década de 1960, cuando su abuelo inició la actividad en un predio de 250 hectáreas. A lo largo de los años, la agricultura y los ovinos dieron paso a la cría de bovinos, aunque aún mantiene unas 60 ovejas Corriedale para autoconsumo. A pesar de su trabajo como técnico electrónico, no puede ocultar su pasión por la producción agrícola y ganadera. Si bien reconoce los desafíos actuales, como el bajo precio de la carne y los cambios climáticos impredecibles, el mijo se ha convertido en un pilar fundamental en su estrategia productiva.
Con informacion de Todo Noticias.