El polettismo sale de la incubadora para ordenar al PRO y la UCR

A partir de diciembre comienza un nuevo ciclo político en la ciudad de Santa Fe: de la mano del futuro intendente Juan Pablo Poletti verá la luz el “polettismo”. El exdirector del hospital Cullen llega a la Intendencia sin haber participado en espacios políticos tradicionales, pero con el apoyo de un sector de la UCR y el PRO. La idea de gobierno que tiene en su mente para la capital provincial.

En su primera prueba electoral Poletti arrasó y rompió un récord: se convirtió en el intendente más elegido de la historia de la capital con 129.889 votos. El outsider de Unidos para Cambiar Santa Fe llega con esa espalda a comandar la municipalidad que deja Emilio Jatón, quien fue su contrincante en las PASO. Más allá del apoyo de otras tribus partidarias, el doctor será el encargado de conducir políticamente el Estado local y el resto de las tribus de la coalición.
“Lo que viene ahora es el ‘polettismo’. Cada dirigente puede tener su afinidad política, pero hoy estamos tras la persona que eligió la gente y se llama Poletti. Es un independiente que no se referencia ni con la UCR, ni con el PRO”, dice un dirigente cercano al exdirector del Cullen. Juan Pablo Poletti deberá usar su pulso de cirujano para evitar chispazos políticos entre los dos partidos que lo acompañaron y apoyaron en su candidatura, lo cual no será tarea sencilla.

 el intendente electo planea armar un gabinete amplio a nivel político. Habrá dirigentes y dirigentas de todas las expresiones de Unidos, outsiders y hasta contendrá figuras ajenas a la coalición ganadora, como por ejemplo, personas cercanas al justicialismo. Esa será una de las particularidades de su gestión, “pluralidad y amplitud” y se priorizarán las “capacidades” por sobre la pertenencia partidaria.
“La responsabilidad que me dieron los vecinos es para intentar cambiar la manera de hacer política”, dijo Poletti el día que ganó la elección. Buscará que una de las características de su gobierno sea sostener la “cercanía” con la sociedad y apunta a cuatro puntos claves como piedras basales para su gobierno: Territorialidad, eficiencia, trabajo y honestidad. Esos conceptos se repitieron antes, durante y después de la campaña política y buscarán que sea un sello del polettismo.

El santafesino ingresó a la política y para las primarias jugó todas sus fichas con la precandidata a gobernadora Carolina Losada. Tras la derrota de la rosarina, se movió rápido para encontrarse con el gobernador electo, Maximiliano Pullaro, y trabajar en conjunto durante la campaña para las generales. A nivel local, tampoco tuvo inconvenientes para caminar con los candidatos y candidatas de las tribus de Unidos, ni recibir a la candidata a presidenta Patricia Bullrich en su recorrida por el país.

En estos momentos afronta el armado del gabinete y en ese proceso, como también cuando gestione, deberá administrar tensiones internas, principalmente de sus dos apoyos: la UCR liderada por Mario Barletta y el PRO encabezado por Sebastián Mastropaolo. De no mediar inconvenientes, Mastropaolo ocupará la Secretaría de Gobierno y Alejandro Boscarol, diputado provincial radical y yerno de Barletta, irá a la Secretaría General. Las dos espadas políticas ocupando los lugares de mayor peso. Un doble comando que sostendrá al exdirector del hospital Cullen, quien al mismo tiempo deberá conducir y ordenar.

Con informacion de Letra P.