Milei reivindica la soberanía sobre Malvinas y refuerza su perfil liberal y prooccidental

POLÍTICA Agencia de Noticias del Interior
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  • Milei sostuvo que la soberanía argentina sobre Malvinas no es negociable y ratificó la vía diplomática.
  • Destacó la aprobación del Presupuesto 2026 como un hito de su gestión económica.
  • Reivindicó el fin del déficit fiscal y la baja de la inflación como logros centrales.
  • Admitió costos sociales derivados del ajuste y la apertura económica.
  • Refuerza un alineamiento internacional con Occidente y una postura dura contra el socialismo.
  • Defiende un modelo liberal basado en menor Estado, menos impuestos y mayor libertad individual.

Tras la aprobación del Presupuesto 2026 en el Senado, un hecho que el propio oficialismo presenta como un punto de inflexión de la gestión, el presidente Javier Milei expuso una visión integral de su gobierno que combina balance económico, definiciones geopolíticas y una postura firme sobre la cuestión Malvinas. En una extensa entrevista concedida en su despacho de la Casa de Gobierno a un medio británico de alcance internacional, el mandatario afirmó que la soberanía argentina sobre las islas “no es negociable” y delineó la vía diplomática como el único camino posible para una eventual recuperación del territorio.

En el repaso de su administración, Milei destacó como logros centrales la eliminación del déficit fiscal luego de más de un siglo, una reducción del gasto público cercana al 30% y la drástica disminución de la estructura ministerial. Según su diagnóstico, estas decisiones permitieron estabilizar variables macroeconómicas críticas y contener la inflación, que pasó de niveles mensuales superiores al 25% a registros en torno al 2,5%. En ese marco, describió a su gobierno como un esquema de funcionamiento horizontal, en el que el Poder Ejecutivo fija objetivos estratégicos y los ministros ejecutan las políticas necesarias para alcanzarlos. Bajo esa lógica, no dudó en definir a su administración como la mejor de la historia reciente.

El Presidente reconoció, sin embargo, que el proceso de transformación económica tuvo costos sociales significativos. Admitió la pérdida de empleos y el cierre de pequeñas empresas, asociados al retiro de subsidios y a la apertura comercial. Ese escenario derivó en protestas y conflictos durante los primeros tramos de la gestión, con episodios de tensión entre manifestantes y fuerzas de seguridad. Para Milei, se trata de consecuencias inevitables de un cambio estructural que busca corregir desequilibrios de larga data.

En política exterior, el jefe de Estado ratificó una reorientación clara hacia Occidente y sus aliados tradicionales. Reivindicó su vínculo con dirigentes estadounidenses y sostuvo que comparte con ellos una mirada crítica sobre el socialismo como modelo político y económico. En esa línea, manifestó su respaldo a eventuales acciones internacionales contra el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela y expresó duras críticas al comunismo en la región, al que considera un factor de deterioro institucional y social.

La cuestión Malvinas ocupó un lugar central en la entrevista. Milei confirmó la existencia de conversaciones orientadas a levantar la prohibición británica para la venta de armas a la Argentina, vigente desde el conflicto bélico de 1982. No obstante, remarcó que ese diálogo no implica resignar el reclamo histórico de soberanía. “No es negociable”, insistió, al tiempo que aclaró que su estrategia se basa exclusivamente en la diplomacia y en el consentimiento de los habitantes de las islas, descartando cualquier vía coercitiva.

En el plano bilateral, el Presidente anticipó una visita oficial a Londres en 2026, que sería la primera de un mandatario argentino en casi tres décadas. El anuncio se inscribe en una política de acercamiento con el Reino Unido, atravesada también por referencias culturales y personales, que Milei suele utilizar para subrayar su afinidad con tradiciones anglosajonas y europeas.

Esa mirada se extiende al escenario continental. El Presidente elogió a la primera ministra italiana Giorgia Meloni, en particular por su postura frente a la inmigración en Europa, y planteó una distinción tajante entre integración cultural y flujos migratorios desordenados. En el plano interno, reafirmó su rechazo a los altos impuestos y a la regulación estatal, al sostener que un Estado sobredimensionado implica una restricción directa a la libertad individual.

A lo largo de la conversación, Milei defendió sin matices la orientación liberal de su proyecto político. Apertura económica, alineamiento internacional con Occidente y una concepción minimalista del Estado aparecen como los ejes de una narrativa que busca proyectar previsibilidad y convicción ideológica, tanto hacia el electorado local como hacia los actores internacionales.

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